El próximo cambio horario invierno 2024 está a la vuelta de la esquina. Este año, como cada octubre, los relojes deberán retrasarse una hora durante la madrugada del domingo 27 de octubre, marcando el inicio del horario de invierno. Aunque este ajuste tiene como objetivo aprovechar mejor las horas de luz natural y ahorrar energía, también conlleva una serie de efectos en la salud que muchas personas experimentan.
Entre los peligros derivados del cambio horario invierno 2024, destaca el Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Se trata de un trastorno que afecta a miles de personas y que está relacionado directamente con la reducción de las horas de luz diurna. Merece la pena hablar de él.
¿Qué es el cambio horario invierno 2024?
El cambio de hora es una práctica que se remonta a principios del siglo XX y que se ha implementado en muchos países para maximizar el uso de la luz solar. En otoño, los relojes se retrasan una hora. Eso hace que amanezca más temprano, pero también que las tardes sean más oscuras y la noche caiga antes. Este ajuste busca ahorrar energía al reducir la necesidad de iluminación artificial durante las primeras horas del día.
Llegó la hora (nunca mejor dicho) del cambio horario de otoño | Shutterstock
Sin embargo, lo que en principio parece una medida eficiente desde el punto de vista energético, ha generado cada vez más debate sobre sus efectos negativos en la salud. En particular, en lo que respecta al bienestar emocional y psicológico de las personas.
El Trastorno Afectivo Estacional y el cambio horario invierno 2024
El Trastorno Afectivo Estacional (TAE) es un tipo de depresión que se manifiesta con mayor intensidad durante los meses de otoño e invierno, coincidiendo con la reducción de la luz solar. Se cree que el cambio de hora contribuye al desarrollo de este trastorno. A fin de cuentas, altera los ritmos circadianos, es decir, el reloj biológico que regula los ciclos de sueño y vigilia. La falta de luz diurna puede afectar la producción de melatonina y serotonina, dos hormonas clave en la regulación del estado de ánimo.
Muchas personas experimentan cambios en su energía y estado de ánimo al pasar al horario de invierno. La disminución de las horas de luz, junto con el frío, puede generar síntomas de depresión, fatiga, irritabilidad y dificultad para concentrarse. Hablamos de señales típicas del TAE. En los casos más graves, las personas afectadas pueden llegar a sentir una tristeza profunda, falta de motivación para realizar actividades cotidianas y un aumento del apetito, especialmente hacia alimentos ricos en carbohidratos.
¿Por qué afecta el cambio horario invierno 2024?
El cambio de horario altera el ciclo natural de luz y oscuridad, lo que provoca un desajuste en el ritmo circadiano del cuerpo. Nuestro reloj biológico está sincronizado con el ciclo solar, y cuando este se modifica de manera repentina, como ocurre con el cambio de hora, se genera una sensación de desorientación temporal que puede durar días o incluso semanas. Aunque para muchas personas este ajuste es leve y apenas notan la diferencia, para otras el impacto puede ser significativo.
El TAE está directamente relacionado con la reducción de la luz solar, que es más marcada tras el cambio al horario de invierno. La falta de exposición a la luz natural disminuye los niveles de serotonina, el neurotransmisor responsable de regular el estado de ánimo, y aumenta la producción de melatonina, que induce el sueño. Este desequilibrio hormonal puede hacer que las personas se sientan más cansadas y desmotivadas, además de incrementar los síntomas depresivos.