Caldo de huesos: un aporte de colágeno también para el verano

El caldo de huesos ha regresado. Vuelve a ser tendencia gracias a todos los beneficios que se asocian a su consumo

La alimentación y la nutrición es cada vez más importante en el mundo moderno. Por eso, siempre aparecen tendencias que prometen beneficios excepcionales para la salud. Una de las más recientes en captar la atención tanto de nutricionistas como de consumidores es el caldo de huesos. Una preparación que, aunque ha existido desde tiempos inmemoriales, ha resurgido con una renovada popularidad debido a sus supuestas propiedades saludables.

El caldo de huesos, conocido también como ‘bone broth’ en inglés, es un caldo hecho al hervir huesos y tejido conectivo de animales, generalmente de res, pollo o pescado, durante un periodo prolongado. Este proceso permite que los nutrientes esenciales, como el colágeno, la gelatina y los aminoácidos, se liberen en el líquido. Históricamente, el caldo de huesos ha sido un alimento básico en muchas culturas debido a su capacidad para extraer la máxima nutrición de los huesos que de otro modo serían desechados.

El colágeno y sus beneficios

Uno de los principales componentes del caldo de huesos es el colágeno, una proteína que juega un papel crucial en la salud de la piel, las articulaciones y el tejido conectivo. El colágeno constituye alrededor del 30% de las proteínas en el cuerpo humano y es esencial para mantener la integridad de la piel y la fuerza de los huesos y las articulaciones.

Consumir colágeno a través del caldo de huesos puede tener varios beneficios. En primer lugar, puede mejorar la salud de la piel al aumentar la elasticidad y la hidratación, reduciendo así la aparición de arrugas y otros signos de envejecimiento. Además, el colágeno puede fortalecer las articulaciones y reducir los síntomas de afecciones como la osteoartritis, proporcionando un alivio significativo del dolor articular y mejorando la movilidad.

Propiedades antiinflamatorias

Caldo de huesos: un aporte de colágeno con propiedades antiinflamatorias que también sirve para el verano

Un buen caldito de sopa (Pexels)

El caldo de huesos también contiene varios compuestos que tienen propiedades antiinflamatorias. Los aminoácidos como la glicina y la prolina, presentes en abundancia en el caldo de huesos, juegan un papel crucial en la reducción de la inflamación en el cuerpo. La inflamación crónica está vinculada a una variedad de enfermedades, incluyendo enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. Por lo tanto, incorporar alimentos antiinflamatorios como el caldo de huesos en la dieta puede ser una estrategia eficaz para mejorar la salud general y prevenir enfermedades crónicas.

El caldo de huesos en el verano

Aunque el caldo de huesos es tradicionalmente consumido durante los meses más fríos, sus beneficios para la salud hacen que sea una opción viable durante todo el año, incluso en verano. Es cierto que la idea de consumir una bebida caliente en los días cálidos puede no parecer atractiva. Sin embargo, hay maneras de incorporar el caldo de huesos en una dieta veraniega sin perder sus beneficios.

Una opción es utilizar el caldo de huesos como base para sopas frías, como el gazpacho o la vichyssoise. Estas sopas no solo son refrescantes. También permiten disfrutar de los nutrientes del caldo de huesos en un formato más adecuado para el verano. Además, el caldo de huesos se puede utilizar como base para smoothies y batidos. Por lo tanto, agrega un aporte extra de colágeno y proteínas sin alterar significativamente el sabor.

Otra alternativa es preparar gelatinas a base de caldo de huesos. Al enfriar el caldo, la gelatina natural que contiene se solidifica. Eso crea una textura similar a la de las gelatinas tradicionales. Pero con todos los beneficios nutricionales del caldo de huesos. Estas gelatinas pueden ser una opción refrescante y saludable para los días calurosos.

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