Consumir verduras y hortalizas y añadirlas a nuestra dieta es esencial para tener una salud óptima. La calabaza es uno de esos alimentos esenciales debido a sus numerosas propiedades. Se convierte en un imprescindible para añadir en la dieta de otoño.
La calabaza es una hortaliza que podemos consumir de varias formas y que nos aporta una gran cantidad de nutrientes y beneficios. Su composición, característica por las altas proporciones de fibra y agua la convierten en un alimento de fácil digestión, a la par de ser ligero y poco calórico.
Su consumo es más usual en los meses de otoño e invierno en recetas como la sopa o el puré, todas ellas relativas a platos calientes. Para poder aprovechar todas sus propiedades, te aconsejamos que, a la hora de cocinarla, guardes también el líquido que genera y que la trocees en piezas grandes para evitar que pierda nutrientes adicionales.
¿Cuáles son las propiedades de la calabaza?
La calabaza tiene múltiples beneficios. Entre ellos, cabe destacar que se trata de una verdura antioxidante, por lo que tiene efectos antiinflamatorios también. Además, la calabaza contiene vitaminas C y E que ayudan a combatir el envejecimiento.
No solo eso sino que además previene las enfermedades cardiacas ya que la calabaza contiene fibra, potasio y vitamina C y bajo contenido en sodio. Esta hortaliza es muy beneficiosa para el corazón, lo cual ayuda a regular la presión arterial y por lo tanto también a evitar enfermedades como la angina de pecho o infarto de miocardio.
Entre sus propiedades también cabe destacar que es beneficiosa para el aparato digestivo, al ser un alimento que sacia al tiempo que aporta muchos nutrientes y agua al cuerpo. Es diurética ya que ayuda a prevenir la retención de líquidos ya que es depurativa y mantiene los riñones en las condiciones adecuadas.
También destaca por prevenir varias tipologías de cáncer, fortalecer el sistema inmunológico. También es recomendable durante el embarazo y la lactancia. Es buena para la salud ocular y por otro lado, tiene un índice glucémico bajo.
¿De cuántas formas se puede cocinar una calabaza?
La calabaza es un alimento que ofrece muchas posibilidades y formas de ser cocinada. Estas son las tres formas más comunes y las propiedades que se mantienen en cada caso.
- Comer calabaza cruda es posible si utilizamos la calabaza rayada para acompañar nuestros platos o añadimos su jugo en forma de zumo. De esta forma, no pierde ninguna de sus nutrientes durante el cocinado.
- Cocinar la calabaza al horno también conserva la mayoría de sus propiedades inmunológicas, diuréticas y de prevención de enfermedades. A la hora de asarla al horno, es recomendable conocer la variedad con la que estamos trabajando para tener en cuenta la cantidad de agua y el grosor de la piel antes de elaborar el plato.
- Las características de la calabaza después de una cocción superior a los 20 minutos pueden disminuir debido a la pérdida de vitaminas pasado este tiempo. Lo cual influye tanto en sus cualidades antioxidantes como en sus beneficios para la salud ocular, cardíaca e inmunológica.