El verano ya está aquí, y en esta gran época del año abundan las opciones diferentes para hacer deporte, una de ellas es sin duda usar la playa, para el que tenga la suerte y la posibilidad de estar en una zona costera. Son prácticamente infinitas las posibilidades a nivel de actividad que nos dan las playas, pero ya no solo por lo que podemos hacer, sino que lo más importante es lo que genera. Para el cuerpo es muy útil, pero para la cabeza lo es casi incluso más, por eso, vamos a repasar algunas de las mejores formas de hacer deporte en este lugar, para poder, quien tenga la opción, sacarle el máximo partido a la playa y la arena. Y es que los beneficios de pasear por la arena es algo que muy pocos lugares naturales pueden aportar.
Principales beneficios de caminar descalzo por la playa
A nivel físico:
La arena ejerce, por su mera disposición, una resistencia que obliga a los músculos de los pies y las piernas a trabajar más de lo habitual. Principalmente viene bien para fortalecer los músculos, mejorar la estabilidad y la coordinación, y ayudar a que crezca la flexibilidad de los pies y tobillos. Y claro esta, por su interés cardiovascular, ya que la actividad de caminar sobre la arena puede quemar más calorías que caminar sobre superficies planas.
Adelgaza y tonifica:
Vamos a centrarnos en el último punto antes mencionado, y es que andar por la playa ayuda a adelgazar, moverse en sí es bueno para perder peso, pero este lugar ayuda a que sea más fácil. Con la prisa del día a día nos olvidamos de tomar un tiempo para andar y conectar con uno mismo, y esta oportunidad es perfecta, además si hace descalzo sobre la arena, los beneficios son innumerables.
Previene las lesiones:
El motivo es que al caminar descalzo por la playa las articulaciones sufren menos y aumentan su fuerza.
Una joven dando un paseo por la orilla del mar
Fuerza:
Sí, la fuerza, porque caminar por la playa requiere más esfuerzo de las piernas y brazos por la resistencia de la arena en si mismo y la inestabilidad del terreno, lo que se traduce en más fuerza ejercida desde músculos, tendones y articulaciones. Es muy útil para los músculos del pie y el tobillo.
Relajación y reducción del estrés:
Tampoco se quedan atrás los beneficios a nivel mental, porque caminar por la playa ayuda a que se reduzca el estrés crónico de la vida diaria, lo que favorece que se duerma mejor y crea un estado de calma y armonía psicológica. Además, ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y mejorar el estado de ánimo.
Fortalece los huesos:
Como consecuencia de la exposición al sol favorece la absorción de vitamina D, que es la encargada de la absorción de calcio. Y también, un mayor aumento del impacto al caminar sin calzado mejora la densidad ósea.
Beneficios para la piel y la circulación:
La arena actúa como un exfoliante natural, eliminando las células muertas de la piel y dejándola más suave. También el agua del mar puede ayudar a desinfectar y curar pequeñas heridas en los pies. Tampoco es desdeñable que estimula la circulación sanguínea en los pies y piernas, favoreciendo una mejor oxigenación de los tejidos y una mayor eliminación de toxinas.