La enfermedad de Alzheimer, una forma de demencia que afecta a millones de personas en todo el mundo, sigue siendo un desafío significativo para la ciencia médica. La comprensión de los factores que influyen en su desarrollo es crucial para desarrollar estrategias de prevención eficaces. Un estudio reciente titulado “Cognitive reserve, cortisol, and Alzheimer’s disease biomarkers: A memory clinic study”, publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia, arroja luz sobre cómo el estrés fisiológico puede modificar la relación entre la reserva cognitiva y el riesgo de padecer Alzheimer.
¿Qué es la reserva cognitiva y cuál es su importancia?
La reserva cognitiva (RC) es un concepto que describe la capacidad del cerebro para tolerar daños sin mostrar síntomas clínicos de deterioro cognitivo. Esta capacidad se desarrolla a lo largo de la vida a través de la educación, la complejidad ocupacional, las actividades físicas y de ocio y la interacción social saludable. Individuos con una alta reserva cognitiva tienden a mostrar una mayor resistencia frente a los efectos adversos de patologías neurológicas, incluido el Alzheimer.
Los hallazgos del estudio que relaciona el estrés con el Alzheimer
Investigadores del Karolinska Institutet examinaron la asociación entre la reserva cognitiva, los niveles de cortisol (una hormona relacionada con el estrés) y los biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer en 113 pacientes de una clínica de memoria en el Karolinska University Hospital. El estudio tuvo un enfoque innovador al investigar no solo los efectos directos de la reserva cognitiva sobre la cognición, sino también cómo el estrés fisiológico podría alterar esta relación. Estos son los resultados que hallaron:
- Asociación positiva de la reserva cognitiva: Se encontró que puntuaciones más altas en el índice de reserva cognitiva (CRI) se asociaron con un mejor rendimiento cognitivo. Esto confirma la hipótesis de que un estilo de vida enriquecedor y cognitivamente estimulante puede proporcionar una defensa contra el deterioro cognitivo.
- Impacto del estrés fisiológico: Sin embargo, el estudio reveló que altos niveles de cortisol pueden disminuir los beneficios cognitivos de una alta reserva cognitiva. Este hallazgo sugiere que el estrés fisiológico modula negativamente la relación entre la reserva cognitiva y el rendimiento cognitivo, debilitando los efectos protectores de una vida enriquecida cognitivamente.
- Biomarcadores de Alzheimer: No se encontró una asociación significativa entre el CRI y los biomarcadores de Alzheimer, como la proteína tau fosforilada (P-tau181). No obstante, la respuesta de cortisol al despertar modificó la relación entre la reserva cognitiva y P-tau181, indicando una interacción compleja entre el estrés y los mecanismos biológicos subyacentes al Alzheimer.
Los vínculos entre el estrés y el deterioro cognitivo
El estrés crónico y elevado está relacionado con numerosos efectos adversos para la salud, incluyendo los siguientes:
- Trastornos del sueño
- Problemas cardiovasculares
- Deterioro cognitivo
El cortisol, conocido como la “hormona del estrés”, juega un papel crucial en la respuesta del cuerpo al estrés. Niveles persistentemente altos de cortisol pueden tener efectos neurotóxicos, afectando negativamente el hipocampo, una región del cerebro fundamental para la memoria y la cognición. El estudio sugiere que el estrés fisiológico puede interrumpir los beneficios neurocognitivos derivados de actividades cognitivamente estimulantes. Esto tiene implicaciones significativas para la prevención del Alzheimer, destacando la importancia de gestionar el estrés de manera eficaz.