El deporte es una de las mejores herramientas para cuidar nuestra salud, ya que nos da la opción de mantenernos sanos y fuertes, además de estar activos y poder cumplir con nuestros intereses físicos. Ya sea a nivel cardiovascular, como mental o especialmente estético. Y hay muchas opciones, algunos muy demandantes como el crossfit o el ‘running’, pero otros mucho menos como el pilates o el yoga. Y precisamente en este último nos vamos a centrar, porque el yoga es un gran aliado para mantener una figura esbelta, por ejemplo de cara a quitarnos esos centímetros de cintura tan molestos, algo para lo que vienen muy bien las siguientes posturas:
4 posturas de yoga para acabar con la grasa de la cintura
La plancha o Kumbhakasana
La postura de la plancha es una de las posturas más eficaces para reducir la grasa abdominal, ya que en ella se tonifica la musculatura del core y también viene bien para fortalecer los músculos de los muslos, el abdomen, los glúteos, los brazos y los antebrazos.
Para hacerla hay que seguir los siguientes pasos:
- Descalzarse sobre una esterilla y poner sobre cuatro apoyos. Ahí las manos deben estar con los dedos separados, bien apoyadas a la esterilla, y a la altura de los hombros, y las rodillas a la altura de las caderas.
- Estirando una pierna hacia atrás, de modo que quede recta, y a continuación la otra pierna. Los pies deben quedar algo separados, alineados con la cadera.
- Se reparte el peso entre las manos y los pies, y se pone la cabeza recta. Hay que asegurarse de que la espalda está recta y alineada con la cabeza. Es importante que sea así para evitar tensiones musculares.
- Manteniendo la postura durante aproximadamente un minuto, haciendo respiraciones profundas.
- Si molestan las muñecas, puedes apoyar los codos o doblar un poco las piernas, así te resultará más fácil.
El barco o Navasana
Además de fortalecer la musculatura del core, esta asana ayuda a tonificar los flexores de la cadera y la columna, a la vez que mejora el equilibrio y la coordinación. Es una postura un poco exigente que requiere paciencia para conseguir que su ejecución sea correcta. Para hacerla los pasos son los siguientes:
- Sentarse en el suelo, sobre una esterilla.
- Levantar las piernas y elevarlas de tal forma que se forme una letra V con el cuerpo.
- Estirar los brazos y las manos, de forma que queden bien rectos.
- Mantener la postura durante unos 20 o 30 segundos, haciendo respiraciones profundas y manteniendo la columna vertebral recta.
- Repetir la asana varias veces. Si al principio te cuesta un poco, no te preocupes, poco a poco irás progresando y podrás aumentar el número de repeticiones.
El perro boca abajo o Adho Mukha Svanasana
A diferencia de las anteriores, esta postura al principio puede resultar incómoda e incluso complicada. Sin embargo, con el tiempo esta es una asana una postura de descanso en la que se relaja la parte baja de la espalda. Se hace de la siguiente forma:
- Se arranca en la misma posición en la que comienza la postura de la plancha, con cuatro apoyos en la esterilla.
- Hay que adelantar un poco las manos, que queden algo por delante de la altura de los hombros, y apóyalas firmemente en la esterilla, abriendo los dedos.
- Inhala y al exhalar, eleva las caderas hacia el techo, formando una V invertida con tu cuerpo.
- Intenta pegar los talones contra el suelo. Si no puedes, no te preocupes, dobla un poquito las rodillas.
- Baja la cabeza para que quede entre tus brazos y tus orejas estén paralelas a estos.
- No te olvides de respirar profundamente y mantén la postura unos segundos.
- Para salir de esta postura, vuelve a bajar y apoyar las rodillas en la esterilla.
Postura del guerrero I
La postura del guerrero l es especialmente interesante para aliviar el estrés y aumentar la concentración. Es una postura muy sencilla de extensión que proporciona una agradable sensación de bienestar y equilibrio, un efecto que se puede apreciar desde el primer momento. Para hacerla hay que seguir estos pasos:
- Colocarse de pie encima de la esterilla, con los pies juntos.
- Llevar el pie izquierdo hacia atrás. Teniendo en cuenta que en toda la postura las caderas siempre deben mirar hacia delante. Procura que no se giren.
- El pie derecho debe mirar hacia delante y el izquierdo estará un poco abierto hacia el lado (unos 45 grados).
- Lleva el tronco un poco hacia delante (manteniendo la espalda recta) al tiempo que flexionas las rodilla derecha. Debe formar un ángulo de 90 grados respecto al suelo.
- Estira los brazos hacia el techo. Si puedes, une las palmas de las manos y mira hacia arriba.
- Mantén la postura unos segundos y después, deshaz la postura bajando los brazos y llevando la pierna izquierda hacia delante.
- Repite con la otra pierna.