Día de las Personas Mayores

Una pandemia llamada soledad

En España hay 2 millones de mayores que viven solos, el 60% que viven en residencias no reciben visitas y cada día que pasa, 3 personas mayores de 70 años se quitan la vida

La mirada pensativa de una persona mayor
La mirada pensativa de la tercera edad Artículo 14

Unos hiperconectados. Otros solos. Aquellos que nos dieron todo, que lucharon y tuvieron una vida propia e independiente, ahora pasan los días en casa, esperando que alguno de los hiperconectados se acuerde de ellos, les llame, les visite, les muestre algo de afecto.

Cuando llegamos a una edad, casi todos vivimos y sufrimos cierto sentimiento de culpa por no poder acompañar más a nuestros mayores. A muchos os sonarán estas palabras que, de cuando en cuando, me dice mi madre; “Hija mía, llámame más, que estoy muy sola”. Hoy es el “Día internacional de las personas mayores” y como sociedad debemos preguntarnos qué está pasando con esta generación, de las mejores que ha habido en la historia, por qué se sienten tan solos y qué podemos hacer los que aguardamos en la segunda trinchera para ayudarles.

El papa Francisco hablaba así sobre este problema llamado soledad, que ya casi parece una pandemia, “Vimos lo que sucedió con las personas mayores en algunos lugares del mundo a causa del coronavirus. No tenían que morir así. Pero en realidad algo semejante ya había ocurrido a causa de olas de calor y en otras circunstancias: porque los ancianos están cruelmente descartados. No advertimos que aislar a los ancianos y abandonarlos a cargo de otros sin un adecuado y cercano acompañamiento de la familia, mutila y empobrece a la misma familia”.

La soledad afecta en mucha mayor medida a las mujeres que a los hombres

Según los últimos datos del INE publicados en 2021, en España hay 4,9 millones de personas que viven solas, de las cuales el 43,6 % tienen más de 65 años. Según el analista Andrés Medina, en este grupo la soledad afecta en mucha mayor medida a las mujeres que a los hombres, hecho que en su parte se explica por la viudedad (en España hay 1.365.000 viudas que viven solas, por 249.000 viudos, una cifra más de cinco veces inferior). Los datos provisionales de 2024 indican que esas cifras irán en ascenso.

El aumento de personas mayores en nuestra sociedad es un hecho demográfico. El envejecimiento de la población se evidencia año tras año desde el año 2000 y se estima que el número de personas de 80 años se triplique en todo el mundo, de 143 millones en 2019 a 426 millones en 2050.

Demostrar atención, comprensión y escucha hacia nuestros mayores es de vital ayuda en esta nueva etapa de sus vidas.

Demostrar atención, comprensión y escucha hacia nuestros mayores es de vital ayuda en esta nueva etapa de sus vidas.

¿Qué estamos haciendo para procurar una vida digna a nuestros mayores?

Según el informe de la Soledad no deseada de la Fundación ONCE, la soledad es un problema silencioso que afecta cada vez a más personas en España, en Europa y en el mundo. Supone una fuente de sufrimiento para las personas y limita su derecho de participación en la sociedad; tiene consecuencias negativas para la salud y el bienestar y en consecuencia conlleva unos costes sociales y económicos muy importantes. A su vez, el informe concluye que las personas que se sienten solas se manejan peor ante la discapacidad o tras un alta hospitalaria, acuden más a los servicios sanitarios y consumen más medicamentos.

Además, el aislamiento social y la soledad aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, problemas de salud mental e incluso el riesgo de mortalidad si no se mantienen conexiones con los amigos y familiares más cercanos de manera periódica. Esta falta de conexiones sociales conlleva un riesgo para la salud, que en algunos casos supera al de otros factores como fumar, la obesidad, la falta de actividad física o la contaminación del aire.

Cuidado de nuestros mayores

La importancia del cuidado de nuestros mayores

Las ONGs, las más implicadas

Según el barómetro de La soledad no deseada, presentado en el pasado mes de junio por la Fundación Once, las ONG son la institución más valorada de cara a la lucha contra la soledad. Caritas y Cruz Roja llevan a cabo diferentes programas para aliviar esta dolencia, que nos desangra como sociedad por los cimientos.

El 60% de personas mayores que viven en residencias no reciben visitas.

Otras iniciativas como Fundación Adopta a un abuelo, hacen mucho por entender sus miedos, sus problemas y ofrecerles una ilusión de vivir, un nuevo camino, una mano tendida. Según esta fundación, hay 2 millones de mayores en España que viven solos y no reciben visitas, y cada día, 3 personas mayores de 70 años se quitan la vida. Son datos importantes dado que el 60% de personas mayores que viven en residencias no reciben visitas. Importantes y dramáticos. Por esta razón, Adopta a un abuelo colabora con más de 250 residencias y grandes grupos como ORPEA, Amavir, Colisée y el Ayuntamiento de Madrid y su objetivo principal es acabar con la soledad no deseada en personas mayores ofreciéndoles acompañamiento para que se sientan escuchadas y sobre todo, importantes y queridas.

El factor económico también es fundamental para su bienestar. Según el analista Andrés Medina, el 23% de las personas que viven solas dice llegar a final de mes con dificultad, a los que hay que añadir otro 22% que declara cierta dificultad, haciendo un total de 45%. Mientras que el 34% no puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año y cuatro de cada diez no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos y dificultades para tener una dieta en la que incluya carne, pollo o pescado al menos cada dos días o tener climatizada la vivienda.

La soledad no deseada afecta a muchos de nuestros mayores

Desgranando el factor psicológico

Hablamos con Juan G. Castilla Rilo, Psicólogo General Sanitario, experto en Inteligencia Emocional, Gerontología y portavoz del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, que nos ayuda a comprender mejor esta situación, sus causas y sus posibles soluciones.

La falta de socialización que produce la soledad afecta directamente a las condiciones y el estado físico de las personas mayores, pero ante la ausencia de vida social, la solución para la mayoría suele ser ir a centros de día y hay muchos casos en los que no quieren. ¿Desde el punto de vista psicológico, qué posibles soluciones podrían plantearse?

Somos seres sociales, y nos necesitamos los unos a los otros, así que hay que crear puentes para que esa “soledad no deseada” se reduzca de forma prioritaria como una emergencia sanitaria e incrementar programas de prevención e intervención psicosocial y campañas de sensibilización. Se ha creado el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada (SoledadES) y otras iniciativas municipales que ayudan, pero se necesita más.

En algunos países, como Reino Unido o Japón se ha creado un ministerio de la soledad. ¿Teniendo en cuenta que cada día la población está más envejecida, qué medidas deberíamos adoptar? ¿Cree usted que se está ignorando este problema?

Somos una sociedad demasiado proteccionista, que indirectamente debilita a sus miembros, y hay que poner el foco en dar herramientas que empoderen a las personas mayores para que satisfaga sus necesidades psicológicas con las diferentes alternativas que tiene a su alrededor. La sociedad puede que esté ignorando esa problemática, si no lo vive de forma cercana, pero las medidas deben tomarse a nivel político y económico ya que los datos los tenemos y se van a ir incrementando cada año.

Sería interesante un Ministerio de la Soledad, aunque creo que no es necesario, ya que creo que ayudaría incrementar el ratio de psicólogos que hay en España (de los más bajos de Europa), porque hay veces que esa “soledad no deseada” es debido al vacío por una pérdida (fallecimiento de pareja reciente, perder el trabajo o jubilación, pérdida de salud, miedo a otras alternativas sociales o de ocio…) y se puede tratar de forma eficaz y de forma eficiente por un psicólogo general sanitario o un psicólogo clínico), y una buena comunicación directa de recursos sociales para personas mayores solitarias que no se encuentran bien.

Las relaciones y conexiones sociales en la cuarta edad son fundamentales para un buen estado anímico y de salud

¿Qué consejo le darías a los hijos o familiares de personas mayores que pasan mucho tiempo solas? ¿Cómo se podría afrontar este sentimiento de culpa y problema inevitable?

Primero es saber si sufren por estar solas, porque muchas personas mayores no se encuentran mal por estar solas, además los abuelos son muy “utilizados” por sus hijos para que ayuden con los nietos. Si hay ese malestar y a la persona mayor le cuesta encontrar recursos, pues puede informarse para acercar recursos psicosociales a nuestros mayores (centros de mayores de ocio, talleres o formación gratuitos o a bajo coste, aprender lo que siempre quisieron desde una carrera hasta un idioma o un baile, centros de día, voluntariado, conocer las nuevas tecnologías, retomar amistades o conocer nuevas amistades…).

Los sentimientos de culpa están asociados a una historia vital de relación entre padres e hijos previa a esta situación de soledad no deseada. Se minimiza desde la acción en la búsqueda de alternativas o en buscar espacios para compartir con nuestros familiares que sufren.

La soledad afecta en mucha mayor medida a las mujeres que a los hombres, en su mayor parte se explica por la viudedad. ¿Qué herramientas tiene la mujer en este caso? ¿Cómo se comporta y qué la hace superar la soledad o caer en depresión?

La esperanza de vida de la mujer es mayor (85,7 años) que la del hombre (80,4 años), y eso incide en que existan más viudas que viudos. Hay que tener en cuenta que los hombres y las mujeres se comportan de diferente manera para expresar sentimientos o manejar la soledad, ya que mientras ellas buscan más un apoyo social y emocional de su entorno y lo expresan mejor, el hombre es más reacio a expresarlos y a pedir ayuda.

Las herramientas que tiene la mujer es la que tiene a cualquier edad, más resiliencia, más adaptabilidad a los cambios y por ende busca más y mejores recursos para su situación y necesidades, pero como sociedad debemos de dotar más recursos y apoyos para intervenir y prevenir esa “soledad no deseada” que tanto nos preocupa, ya que esta sociedad debe mucho a nuestros mayores.

Casi 400.000 personas mayores que viven sin compañía en el hogar se sienten solos siempre o casi siempre

En un documento de trabajo publicado por Cáritas sobre la soledad en personas mayores se analizan algunas de las causas más comunes que producen soledad. En los momentos de nuestra vida en los que se rompe el equilibrio entre las relaciones que deseamos y las que tenemos, en el sentido de que estas últimas queden por debajo, sentiremos soledad. Así, a medida que van pasando los años es más fácil que nos encontremos en circunstancias que, si bien por sí mismas no producen automáticamente soledad, nos ponen en una situación de mayor fragilidad ante ella.

El fallecimiento de la pareja u otros familiares, además de la pérdida de una serie de apoyos afectivos e instrumentales muy importantes, implica con frecuencia tener que aprender a vivir sin compañía. Ante esta situación hay personas que se deprimen, pierden la ilusión e incluso reducen sus relaciones con el exterior (“es que van todo matrimonios”, “no tengo ganas de nada” …), lo que aumenta su riesgo de soledad. La jubilación, que implica un cambio de rol social a la vez que un cambio, o incluso pérdida, de las relaciones con las personas con las que se trabajaba, con las que se mantenía un contacto diario.

En este sentido, no hay que olvidar los problemas de depresión que pueden llevarnos a aislarnos y a perder relaciones, ni la sordera, que nos aísla y dificulta la comunicación.

Estar lejos de la familia más cercana o no tener buena o ninguna relación con ella puede favorecer el sentimiento de soledad, especialmente en una generación de personas mayores como la actual, que ha cuidado a sus progenitores y que podía esperar lo mismo de sus hijos e hijas que, sin embargo, en muchos casos no pueden y/o no quieren, responder a sus expectativas.

Cómo se puede combatir la soledad

Ante esta realidad, el personal experto sugiere preguntar por la soledad de manera sistemática en las consultas médicas. Para abordar este problema, tanto Reino Unido como en su día Japón crearon Ministerios para la Soledad. El primero cuenta con una estrategia contra la soledad desde 2018 y una campaña para acabar con ella. En Francia, la iniciativa Mona Lisa (Movilización Nacional contra el Aislamiento de los Mayores) implica a distintas capas sociales con este objetivo. En España, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 trabaja desde 2021 en una Estrategia Nacional contra la Soledad No Deseada y por su parte, la Fundación ONCE ha puesto en marcha el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada. También existen estrategias a nivel autonómico y planes municipales para luchar contra este fenómeno, pero sin duda es un tema complicado de asimilar y resolver.

Envejecer es difícil. Asumir que el camino es finito, duro de asimilar. Ver que ya no somos independientes, que volvemos a ser vulnerables, como niños, otra vez…inmensamente complicado. Complicado para nuestros mayores, pero también para los hijos, que dejamos de ser niños para siempre, para ponernos en primera línea a cuidar de nuestros padres con cariño, con agradecimiento, con amor, pero muchas veces, sin tiempo y sin saber cómo afrontar esta etapa de la vida. La sociedad debe arroparles para que no se sientan solos, y los gobiernos buscar una solución para un problema que no para de crecer.

TAGS DE ESTA NOTICIA