Caso Begoña Gómez

“Visto lo visto debemos esperar cualquier cosa, incluso acabar en el Supremo”

No descartan que el juez eleve un escrito al Alto Tribunal pidiendo la imputación del presidente tras la declaración de hoy

“Nadie esperaba que Peinado llegara hasta aquí, así que visto lo visto debemos esperar cualquier cosa, incluso acabar en el Supremo”. En Ferraz ya no hacen cábalas de por dónde irá la instrucción del juez del 41 de Plaza de Castilla. Quisieron creer que la causa que tiene abierta contra Begoña Gómez se extinguiría antes de hacerle daño al Gobierno y ahora ya asumen que tendrán que convivir con ella y con su erosión al menos hasta finales de septiembre.

Al igual que no se hacen predicciones tampoco se dan pistas de por dónde puede ir la estrategia cuando Sánchez reciba este martes en Moncloa la incómoda visita del magistrado acompañado del resto de las partes del procedimiento; comitiva judicial, Fiscalía, letrados de los imputados y Vox, que representará a todas las acusaciones populares personadas en la causa.

Muchos socialistas creen que el presidente debería abrazarse a la LECRIM, en concreto a su artículo 416 que dispensa de declarar a los cónyuges de un investigado. Otros piensan que habría que aprovechar la oportunidad para salir al ataque, dar explicaciones únicamente al juez y evidenciar la fragilidad de la causa. Todos esperan que las imágenes que se graben de la cita inundarán con velocidad “los pseudomedios de comunicación afines a la ultraderecha”.

En la sede del PSOE siguen convencidos de que Juan Carlos Peinado no es más que la pieza útil de una maquinaria que busca conseguir por todos los medios “lo que la derecha no logró en las urnas” hace ahora un año. A pesar de ello, sostienen que tanto el presidente como su entorno no atacarán de forma directa al juez y tratarán de evitar el choque frontal con cómo está llevando la instrucción.

Eso sí, en el entorno del presidente recuerdan que con las imputaciones de Joaquín Goyache y Juan Carlos Barrabés se abre el abanico de afectados por la causa y que es posible que las defensas del rector de la Complutense o del empresario no se anden con remilgos a la hora de actuar contra lo que definen como una “prevaricación de manual”.

En esta pantalla y con los recursos a la Audiencia Provincial en la nevera hasta el comienzo del otoño los más pesimistas en el Ejecutivo no descartan que Peinado, ante el escaso margen que tiene para seguir sacándole jugo a la causa, tome la decisión drástica de mandarla al Supremo. Le supondría renunciar al procedimiento pero sería la última bomba del magistrado que, ante la imposibilidad de imputar a Sánchez por ser aforado, debería redactar una exposición razonada en la que detalle las evidencias que a su juicio justificarían que el Alto Tribunal investigara al jefe del Ejecutivo.

Ese movimiento colocaría la causa en un nuevo escenario dándole un nuevo punto de ebullición y añadiendo más desgaste para un Gobierno que busca que el verano añada sordina al caso. No obstante, vuelven a insistir: “Cada movimiento extraño o directamente injustificado del juzgado evidencia la naturaleza política de esta causa y nos granjea el apoyo de más gente, compactando a la izquierda”.

En el equipo directo de Sánchez manejan métricas de impacto en redes y medios de cada paso procesal en el caso Begoña Gómez y, según estas gráficas, el interés y la repercusión está cayendo en picado en las últimas semanas coincidiendo con el hastío que provoca el tema y sobre todo con el periodo vacacional. Algo que podría cambiar en el caso de que la causa salte de Plaza de Castilla a la Plaza de la Villa de París. En cualquier caso, y ya sea en el juzgado de Peinado o en las estancias del Supremo, la causa está amargándole el final de curso a Moncloa y amenaza con aguarle también el arranque de la próxima temporada.

TAGS DE ESTA NOTICIA