En el Partido Popular lo tienen más que asumido: la legislatura va para largo. Cargos medios, territoriales y cúpula coinciden en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no va a convocar elecciones: “Sumar está hundido y no le darían los números para seguir en Moncloa”, aseguran fuentes de la dirección nacional del PP. Además, en los últimos días, han puesto el foco y aumentado la presión sobre los socios de Gobierno: “Son ellos los que sostienen a Sánchez entre tantos escándalos que estamos conociendo a diario”, insisten desde Génova 13.
A pesar de esos escándalos de presunta corrupción que rodean al Ejecutivo central, en las filas populares creen que los socios “no dejarán caer” a Sánchez porque “pueden sacarle todo lo que quieran” en este momento. Aprobada la senda de estabilidad, el próximo escalón serán los Presupuestos Generales del Estado. En la cúpula popular también creen que Sánchez logrará sacarlos adelante. Lo dicen abiertamente ahora, pero ya hace dos meses que el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Elías Bendodo, daba la primera pista. A puerta cerrada y sin saber que estaba siendo grabado y escuchado, Bendodo reconocía que “es muy posible” que el Gobierno de Sánchez consiga sacar adelante PGE previstos para el año 2025.
Del ‘déjelo ya’ al ‘aguanta, Pedro’
La realidad es que “mantener la tensión” -ante un posible adelanto electoral que no llega- es agotador. Y así lo reconocen fuentes populares: “No tiene sentido pedir la dimisión de Sánchez cada día, cuando no lo va a hacer. Los votantes se agotan y desesperan”, cree un barón territorial.
Algo parecido ha debido pensar el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que ha pasado de pedir a Sánchez que se marche a ironizar con su continuidad. Del “déjelo ya. Usted no gobierna nada (…) Los españoles merecen una alternativa que esté solo a su servicio” al “aguanta, Pedro, no te mereces irte con honor, te vamos a echar los españoles libre y democráticamente”. Ambas son afirmaciones de Feijóo con menos de una semana de diferencia.
Por otra parte, la moción de censura vuelve a estar en un cajón: “No dan los números, es inviable”, explican fuentes de la dirección. Feijóo recuperó la idea hace dos semanas simplemente para meter presión a los partidos que sostienen a Sánchez, pero sin ninguna intención de presentar un moción sin los apoyos previos. De hecho, según fuentes de Génova 13, no han iniciado ningún contacto con ninguna formación en este sentido.
Dificultad para meter mensaje propio
Lo cierto es que la agenda judicial del Gobierno central está haciendo muy complicado a Feijóo meter un mensaje propio que no sea la simple reacción a los escándalos varios del Ejecutivo de Sánchez. Koldo, Aldama, Ábalos, Begoña Gómez, Fiscal General del Estado…se llevan todos los titulares y, aunque sean escándalos “del otro bando”, también desespera a los populares
El líder del PP comenzó este trimestre vendiendo una agenda de avances en materia de conciliación, la reducción de la jornada laboral o ley de vivienda y, a pesar de que realmente sea de lo que Feijóo pretende hablar, lo tiene muy complicado. Según fuentes de la cúpula del PP intentarán buscar “titulares” y meter mensajes y contenido propio en las comunidades autónomas. En medios de comunicación autonómicos es más sencillo poder “colar” un titular sobre “problemas reales”. Para ello, deben incrementar las visitas a territorios: “Allí si hay sitio para información sobre lo que preocupa en el día a día a los ciudadanos y que, en los medios nacionales, se ve eclipsado por los grandes titulares de los escándalos del Gobierno”, explican estas fuentes.
VOX bloquea los presupuesto
Esta semana hemos asistido a la segunda fase de la ruptura entre PP y VOX. Tras la quiebra de los cinco gobiernos autonómicos en los que gobernaban en coalición hasta el mes de julio, ahora toca la amenaza con los presupuestos en dichos territorios. La excusa es la misma que originó el “divorcio” entre los de VOX y los populares: la inmigración ilegal.
Desde VOX insisten en que, mientras el PP este negociando con el PSOE la acogida de menores inmigrantes y la reforma de la Ley de Extranjería, no aprobará los presupuestos en las autonomías en las que sean decisivos. Esta semana hubo una nueva reunión entre PP y Gobierno que acabó sin acuerdo de nuevo.
Desde la autonomías populares tampoco se muestran muy preocupados: “Siempre se puede prorrogar los presupuestos”, asegura un líder territorial. “Es un farol. Saben que no va a ver acuerdo con el Gobierno y quieren dar la imagen de que pintan algo. Cuando salgamos sin acuerdo dirán que es por ellos”, explica otro barón popular. Ninguno baraja, por el momento, un adelanto electoral.
En este sentido, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, aseguraba (ante las cámaras) que pretendía llegar hasta 2026: “Mi intención es acabar la legislatura (…) Ya he hablado en innumerables ocasiones de los presupuestos. Se pensaban que no íbamos a aprobar techo de gasto y se hizo, que no se iban a presentar presupuestos y lo hicimos. La oposición niega una enmienda a la totalidad. Pero VOX hace meses que no se quiere sentar con nosotros. Tranquilidad. Mi intención es acabar la legislatura”, explicaba Mañueco esta semana. Fuentes cercanas al presidente ven factible un “adelanto técnico”. Podría haber elecciones en Castilla y León después del verano de 2025.
Una estrategia para evitar ser fagocitados
Así, el líder del PP se mostraba molesto con los de Abascal tras conocer la postura en las negociaciones presupuestarias de las autonomías: “El PP va a seguir defendiendo sus principios y sus convicciones, sin someterse a chantajes de ningún tipo. Ni de un lado ni de otro”, dijo Feijóo.
Abascal respondía al presidente popular a los pocos minutos: “Si el PP está dispuesto a rectificar podremos sentarnos a negociar presupuestos. Pero el PP habla de chantaje…para nosotros defender nuestros principios no es un chantaje. No es una estrategia”.
Pero la realidad es que si hay parte de estrategia a largo plazo. La inmigración es la excusa perfecta para ellos. VOX tenía encuestas que mostraban claramente la bajada de apoyos al estar dentro de los gobiernos de la autonomías y decidieron salirse. En la oposición pueden marcar distancias y mantener su discurso firme. Ahora, intentan continuar con una línea discursiva propia para evitar ser fagocitados. Ya han aprendido la lección tras ver como el PP acabó ahorcando a Ciudadanos.