POLÉMICA JUDICIAL

Una de las juezas que absuelve a Alves envió una carta de apoyo a la víctima de La Manada

Àngels Vivas, de la asociación progresista Jueces por la Democracia, afirmó que la pena debió ser mayor porque debió calificarse como violación. Ha dado cursos de justicia con perspectiva de género

Dani Alves durante el juicio. EFE

La magistrada Àngels Vivas, ponente de la sentencia que ha revocado por unanimidad el fallo que condenó al futbolista Dani Alves a 4 años y 6 meses de cárcel por agresión sexual, es también una de las tres juezas que remitió en mayo de 2018 una carta de solidaridad a la víctima del caso de violencia sexual de La Manada en los Sanfermines de Pamplona pidiendo disculpas por la sentencia que recibieron los acusados.

En aquella sentencia, cabe recordar, la Audiencia Provincial de Navarra no entendió que existiera violencia ni intimidación —por lo que no lo consideró violación— e interpretó lo sucedido como “abuso sexual continuado” imponiendo a los cinco acusados nueve años de cárcel. Colectivos de mujeres convocaron protestas en toda España por la falta de contundencia de la sentencia.

Una de las reacciones fue la de Àngels Vivas —miembro de la asociación progresista Jueces para la Democracia—, que remitió la mencionada carta pidiendo disculpas junto a otras dos juezas (Dalila Dopazo y Nekane San Miguel). En esa misiva lamentaban el “sistema penal androcéntrico y con graves sesgos sexistas” que existía en España.

“Dice la gente que la violación les ha salido gratis: nueve años de cárcel no es ninguna tontería, pero sí creemos que la pena debió ser mayor porque (ya lo hemos dicho) debió calificarse y castigarse como violación. Además, en la sentencia se declaran probados otros ingredientes que hacen más grave el delito, y por ello, la respuesta del sistema penal debió ser más elevada”, escribieron las tres juezas en esa carta.

Una jueza feminista

Más chocante todavía es que Àngels Vivas es una de las juezas que, según personas conocedoras de su perfil, “hace años ya hablaba de perspectiva de género cuando no se sabía muy bien ni lo que era“. “Daba cursos de perspectiva de género, de justicia en clave feminista”, describen las fuentes consultadas.

Con todo, la sección de Apelaciones del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña estimó ayer, viernes, por unanimidad el recurso de Dani Alves al considerar que la Audiencia Provincial de Barcelona dictó una sentencia condenatoria que “no ha contrastado el relato de la denunciante”.

“La valoración conjunta del cuadro probatorio no nos permite compartir la valoración del Tribunal de instancia ni la conclusión que alcanza“, exponen las magistradas Àngels Vivas (ponente), Roser Bach, María Jesús Manzano y Manuel Álvarez en su sentencia revocatoria.

En concreto, el TSJC consideró que la Audiencia Provincial de Barcelona no superó el estándar que exige la presunción de inocencia y cuestionó la consistencia del relato de la denunciante momentos anteriores a la entrada en el baño de la discoteca Sutton (donde tuvieron lugar los hechos), la negación de una felación (a la vista de las pruebas análisis del hisopo bucal, que determinó la presencia de esmegma tomado tres horas después de los hechos) y la falta de trascendencia de las lesiones que presentaba en las rodillas al existir contradicciones.

“Falta un contraste riguroso, que necesariamente exigía una valoración del conjunto de evidencias (así no valora la prueba lofoscópica de huellas dactilares) y la constatación de la existencia de elementos que lo corroboren. Los elementos que se señalan en la sentencia no tienen la significación acreditativa que la sala les atribuye”, argumenta el TSJC.

No obstante, el TSJC hace una precisión importante: la absolución de Dani Alves no implica que la versión de la defensa sea asumida como verdadera. “Lo que establece es que la acusación no ha podido probar de manera fehaciente que la agresión sexual sucediera tal y como se describe en la denuncia”, concluye.

La noche de los hechos

Tras conocer el fallo revocatorio de la condena, la abogada de la víctima de Alves expuso su contrariedad. “Está triste, ha sentido como si volviera al cuarto de baño donde se produjeron los hechos”, dijo.

Fuentes consultadas que tuvieron conocimiento de los hechos sucedidos esa misma noche confirmaron a este periódico que la víctima presentaba hematomas, un estado de gran angustia y una negativa en un primer momento a querer desvelar la identidad del agresor “porque era muy conocido” y la denunciante no quería meterse en líos. Nada de todo ello ha resultado determinante a la hora de revocar la condena.

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