A diferencia de Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo no tiene prisa por convocar un congreso. De hecho, fuentes de Génova aseguran que podría demorarse hasta 2026. El último cónclave del PP se celebró en Sevilla en abril de 2022 y tuvo carácter extraordinario. Fue cuando el líder gallego se hizo con las riendas de la formación, tras la defenestración de Pablo Casado. El último congreso ordinario fue en 2017, todavía en época de Mariano Rajoy.
La diferencia entre un cónclave extraordinario y otro ordinario es relevante. En el primero, básicamente se elige al presidente y a la nueva dirección de la formación. En el segundo, se profundiza en el debate ideológico, con la presentación de ponencias. Es una “puesta a punto del partido” con “un trabajo de fondo”, explican las fuentes consultadas en el PP.
La celebración del congreso siempre es un tema tabú para los populares hasta que la dirección nacional pone encima de la mesa una fecha. En público, nadie lo reclama, aunque en privado sí hay sectores de la formación que apoyan convocarlo. “Estamos fuera de plazo desde hace años”, recuerda un alto cargo del PP, que explica: “Lo lógico es hacerlo antes de unas elecciones generales, con el ciclo electoral, que es lo que marcan los estatutos”.
El jefe de la oposición ha pedido a los suyos estar en alerta. “La legislatura está en el aire”, argumentan en Génova, ante la falta de apoyos parlamentarios del Gobierno. Tal y como avanzó Artículo14, Moncloa ya trabaja con el escenario de volver a prorrogar las cuentas públicas. “El PSOE tiene más expedientes abiertos por corrupción que leyes aprobadas en el Congreso”, resumió Feijóo este lunes, en una entrevista con Carlos Alsina en Onda Cero.
En la estrategia de oposición total a Sánchez, el líder popular excluye la celebración de un congreso, según fuentes de la dirección nacional. “Los resultados electorales han avalado la acción del PP. No es el momento de hacer cambios ni plantear ningún tipo de estrategia alternativa”, afirmó Carmen Fúnez, la vicesecretaria de Organización, ante posibles cónclaves internos. Lo corroboran fuentes de su equipo: “Al igual que el congreso en el que ganó Casado, al tener número, el de Feijóo también se considera ordinario, así que quedan dos años más”.
“Volver a una normalidad congresual”
Para una parte del PP, “nunca está de más” armar ideológicamente al partido. “El partido tiene que volver a la normalidad congresual. Esto no significa que se vaya a poner en discusión a Feijóo ni nada por el estilo”, explica un líder territorial. En este sentido, diputados consultados por también consideran positivo “debatir ponencias” y “reunir al partido”.
En este sentido, hay en la formación quienes opinan que se ha de recuperar “el sistema anterior” de elección del presidente. Esto es, volver a dar el poder a los compromisarios, lo que daría más fuerza a las estructuras y no a los afiliados. “Las primarias fueron un error”, en opinión de un cargo próximo a Rajoy.
“Hay que trabajar en la estrategia, pero no solo en la ideológica. También en la económica”, destaca también otro de los parlamentarios consultados. “No sé si el congreso es o no el órgano adecuado, pero hemos estado completamente desaparecidos este verano. Los españoles nos tienen que vernos como una alternativa sólida a Sánchez”, según su diagnóstico.
“No es una prioridad”, replica otro barón territorial, en conversación con este periódico. “Habría que celebrarlo, pero un congreso trae más quebraderos de cabeza que otra cosa. Mira lo que le pasó a Cospedal, que casi le quitan la secretaría general”, rememora, en relación al ya lejano cónclave de 2017.
¿Qué dicen los estatutos?
Los estatutos de la principal formación de la oposición indican que sus congresos ordinarios, aquellos en los que la formación fija sus ponencias, se celebrarán cada cuatro años. Cabe mencionar que, en casos extraordinarios, la Junta Directiva Nacional puede alterar la convocatoria de dicho congreso ordinario cuando coincida con procesos electorales, celebrándose como máximo 12 meses después de la fecha en la que hubiera correspondido.
A su vez, en los congresos extraordinarios -así han sido los dos últimos del PP- no es obligatorio el debate de dichas ponencias. Estas afirman y actualizan los principios, valores, ideario y prioridades del partido que inspiran sus programas electorales y de gobierno. También ofrecen un código político y ético a los cargos públicos de la formación y sus líneas generales de actuación en las distintas instituciones.
Tras el congreso nacional, en teoría, llegaría el momento de los cónclaves autonómicos y, después, los provinciales.