Tras los primeros pasos de Rovira en España: lágrimas, abrazos y gritos de “independencia”

El pequeño pueblo de Cantallops acogió un acto cargado de simbolismo. Rovira y Junqueras, los grandes protagonistas en plena crisis de ERC

La secretaria general de ERC, Marta Rovira (2i) a su llegada a la sede del partido acompañada del presidente de la Generalitat de Cataluña Pere Aragonès (2d) tras su regreso a Cataluña, procedente de Suiza. EFE/Quique Garcia

La secretaria de ERC, Marta Rovira, pisaba este viernes suelo español por primera vez en más de seis años en Ginebra, a donde se marchó para no rendir cuentas ante la Justicia. Cantallops fue el sitio elegido para retratar este evento histórico para el independentismo. Recibían a la primera líder en regresar a España tras la entrada en vigor de la amnistía y el archivo de la causa de Tsunami. Por tanto, durante una mañana, la tranquilidad de la pequeña localidad del Alt Empordà quedó perturbada por un acto cargado de simbolismo político, interés mediático y emociones a flor de piel. Tres ingredientes que estuvieron presentes desde las 8 de la mañana.

En una pequeña plaza en las márgenes de un río se desplegó una gran lona con la estelada. Reporteros gráficos y periodistas iban dejando su material en los aledaños. Pronto empezaron a llegar reconocidos dirigentes separatistas. Marta Vilalta, portavoz de ERC, de las primeras en llegar. También fue madrugador el consejero de Interior, Joan Ignasí.

Incluso el viceconsejero de la Generalitat, Sergi Sabrià, estaba allí pese a su reciente dimisión por el escándalo de los carteles de los hermanos Maragall que dejaba otro capítulo de la guerra interna en ERC entre partidarios de Marta Rovira y defensores de la permanencia de Oriol Junqueras al frente del partido. Sabrià se fue acusando a Junqueras de “enfangar” con acusaciones falsas.

Por eso sorprendió su llegada. La prensa que habitualmente cubre la política catalana al principio de la mañana ni se lo imaginaba. “No creo que venga Junqueras”, decían. “Están muy enfadados”. Pero este viernes era el día para demostrar unidad interna y sacar músculo.

También Junts participó en el recibimiento. Jordi Turull, su secretario general, saludaba a los republicanos con cariño apartando, por una mañana, las diferencias políticas. Querían dejar claro que era un día para mostrar un frente único ante ese “Estado opresor” culpable, a su juicio, de que hayan tenido que pasar años “en el exilio”.

Por otra parte, la más humana y emocional. Familiares y amigos habían hecho camisetas con la cara de Rovira en las que habían serigrafiado la palabra “bienvenida”. Llevaban un ramo de flores amarillas y habían hecho pancartas caseras con cartulinas de colores como si de un recibimiento en cualquier aeropuerto se tratara.

Pasadas las nueve de la mañana aparecía Marta Rovira junto al resto de investigados por la causa de Tsunami que residían hasta este jueves en el país helvético: el diputado republicano en el Parlament Ruben Wagensberg; el vicepresidente primero de Òmnium Cultural, Oleguer Serra; el empresario Josep Campmajó y el periodista Jesús Rodríguez.

Aplausos, vítores y gritos de independencia a una Marta Rovira visiblemente emocionada. Apenas habían avanzado 50 metros para que la prensa retratara la llegada, pero entre reencuentros, fotos y la marabunta de medios el trance duró casi un cuarto de hora.

Parte de ese tiempo lo ocupó el abrazo en el que se fundieron los dos líderes de ERC. En el rostro de Rovira, lágrimas. Imagen cargada de simbolismo para junqueristas y roviristas que veían el primer atisbo de paz después de meses de ataques. Reconciliar las dos facciones del partido es esencial para amainar las aguas en las filas republicanas. Se hará difícil que sus bases apoyen un pacto de investidura con el PSC si continúa el enfrentamiento en la cúpula del partido. Este viernes, al menos de cara a la galería, se escenificó que puede recuperarse el consenso.

El joven diputado Rubén Wagensberg también fue protagonista de la jornada. Huyó a Suiza  a principios de año cuando el juez García Castellón investigó como posible terrorismo las protestas de Tsunami Democràtic de 2019. Para Wagensberg, además, el lugar elegido significaba mucho. El político creció en ese pequeño pueblo de Alt Empordà, a pocos kilómetros de la frontera con Francia. Por eso, mientras la masa seguía los pasos de Rovira y Junqueras él se quedaba un poco más rezagado reencontrándose con su gente.

Breves intervenciones de los cinco fugados de la Justicia. Palabras de agradecimiento por la bienvenida y muy presentes el resto de dirigentes independentistas en Suiza sobre los que todavía no se ha aplicado la ley de amnistía. Mención especial a Carles Puigdemont e insistencia en la reivindicación de la independencia: “Estamos aquí para acabar lo que hemos empezado”, aseveró Rovira, en clara referencia a que su objetivo sigue siendo la autodeterminación de Cataluña. Al final de las intervenciones sonó el himno catalán ‘Els Segadors’ que cantaron de forma muy solemne, algunos con el puño en alto.

Menos de una hora de acto porque tenían agenda apretada. Òmniun Cultural había organizado un acto en Barcelona horas después y por la tarde tenían reunión con la ejecutiva de ERC. Al terminar muchas fotos de reencuentro. Y gran presencia femenina por la parte de ERC que dejaron reflejada en una instantánea que reunía a Marta Vilalta, Pilar Vallugera, Teresa Jordà y Dolors Bassa entre otras.

TAGS DE ESTA NOTICIA