Jésica Rodríguez, expareja del exministro José Luis Ábalos, sostenía en el currículum que envió a la empresa pública Tragsatec que había desempeñado labores de auxiliar administrativa en INECO llevando la agenda, tramitando y enviando documentación y conservando archivos, mientras que ante el juez del Tribunal Supremo que instruye el caso Koldo sostuvo que cobró de esa empresa, pero nunca fue a trabajar.
Ese currículum consta en la documentación aportada por la empresa Tragsatec al instructor Leopoldo Puente, y en el mismo explica además que entre su experiencia laboral está también la de haber sido dependienta de dos tiendas de bolsos, Misako y Urbaks, y azafata para diversas campañas, entre las que nombra una de la marca de cerveza Heineken.
Además de todos sus datos de contacto, la expareja de Ábalos indicaba que su domicilio era el ubicado en Plaza de España, y que presuntamente pagaba la trama, que cursaba el cuarto grado de Odontología, que había realizado varios cursos de inglés -uno de ellos “de la Universidad de Delaware EEUU”- y que disponía de carné de conducir y coche propio, algo que se valoraba en la oferta de Tragsatec.
En la documentación aportada también consta la oferta laboral de Tragsatec, que era para incorporar 10 administrativos a tiempo completo, y los requisitos para optar a la misma era tener bachillerato o FP II, un año de experiencia previa y nivel alto de Word y Excel.
Se da la circunstancia de que la joven testificó el pasado 27 de febrero ante el instructor y contó que “no tenía ningún interés en el trabajo” que consiguió en esas dos empresas públicas, pero que lo cogió por indicación del exdirigente socialista, reconociendo en el caso de Ineco que, aunque sí fichó y cobró -unos mil euros mensuales-, no llegó a trabajar. En Tragsatec tampoco realizó trabajo alguno, ni siquiera sabía donde estaba la oficina, confesó.
Casi 1000 candidatos
Asimismo, la empresa pública dependiente de la SEPI ha informado al Supremo de que contrató a Jésica Rodríguez en el marco de un proceso de selección al que concurrieron un total de 929 candidatos y que finalizó con su contratación y la de otros seis aspirantes. Además, ha aclarado que estaba “adscrita” a la Presidencia de ADIF y que esta segunda empresa avaló su trabajo.
En la información remitida al Alto Tribunal Tragsatec indica que “las funciones básicas a desempeñar en el puesto eran el análisis, control y tramitación de documentación administrativa, así como el manejo de aplicaciones de gestión documental y gestión contable, encontrándose la trabajadora adscrita a la Presidencia de ADIF”, que en ese momento ostentaba Isabel Pardo de Vera.
En la misma línea, señala que “las instrucciones sobre los concretos trabajos a desarrollar las recibía la trabajadora del correspondiente personal de ADIF, atendiendo el objeto del encargo, puesto que la prestación de los servicios se efectuaba en las respectivas dependencias de esa entidad”.
“Respecto de la rendición de cuentas por el desarrollo de los trabajos, aunque al día de la fecha se desconoce la identidad de dicho concreto personal de ADIF, se aportan las respectivas relaciones valoradas y certificaciones emitidas por esa entidad (…), indicativas de su conformidad con los trabajos prestados por Tragsatec y, en particular, por dicha trabajadora”, expone.