Decía Emily Dickinson que «ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos de pie». Teniendo en cuenta que la poeta estadounidense desafió durante toda su vida los roles tradicionales de género y el papel más que secundario que tenía la mujer durante su época, es fácil encontrar el subtexto de la frase. No hay que ser un analista literario para llegar a esa conclusión, las cosas como son.
Ahora, los tiempos han cambiado. Las mujeres viven más de pie que sentadas, y en gran medida han dejado las sillas guardadas en el cajón del pasado, donde algunos quieren volver a recluirlas para no ver su «verdadera estatura». Lo van a tener complicado. Y eso que algunos políticos de España no son precisamente la talla más inspiradora para la sociedad, visto lo visto en los últimos años.
Se suele decir que el poder y el dinero van de la mano. Hay debate sobre cuál conduce a qué, y viceversa. Cabe preguntarse si el poder y el dinero, cuando se han dado la mano, conducen a la prostitución. En los últimos años, han trascendido al escenario público y mediático no pocos casos de corrupción política en los que la prostitución ha hecho acto de presencia.
Con la sombra del «caso Koldo» acechando sobre el PSOE y el gobierno de Pedro Sánchez, donde la prostitución también ha jugado un papel relevante, nos viene a la cabeza el recuerdo de todos esos casos de putas y corrupción que han sacudido el escenario político nacional en los últimos años. Y, como decimos, no han sido pocos.
El «caso Mediador» o el caso del Tito Berni
Juan Bernardo Fuentes en una reunión del PSOE (EFE)
Uno de los casos de prostitución y corrupción que hemos vivido en los últimos años ha sido el «caso Mediador», también conocido como el caso del Tito Berni. El cabecilla era Juan Bernardo Fuentes ―al que apodaban «Tito Berni»―, el diputado del Partido Socialista de las Islas Canarias que lideró esta trama de chantajes, sobornos y fiestas.
El caso del Tito Berni consistió en ofrecer a empresarios una serie de ventajas a la hora de agendar contrataciones públicas. ¿El precio? Sobornos. También hubo muchas cuestiones relacionadas con la extorsión a cambio de favores en inspecciones y hasta ayudas de la Unión Europea. Para colmo, se descubrió que, por un ingreso adicional de entre 3.000 y 3.500 euros, los empresarios podían disfrutar de noches de fiesta, hoteles de cuatro estrellas y prostitutas pagadas por los integrantes de la trama. Casi nada.
Los ERE de Andalucía y su relación con la prostitución
Fernando Villén saliendo de los juzgados (EFE)
A estas alturas, a nadie le pilla de sorpresa que la prostitución jugará un papel esencial en el mayor caso de corrupción de la historia de nuestro país. Hablamos, efectivamente, del caso de los ERE andaluces. El dinero de las personas desempleadas en la comunidad andaluza se usó para muchísimas cosas, y ninguna legal. Entre esas cosas ilegales, efectivamente, estaba la prostitución.
Es allí donde entra Joselito, dueño de un prostíbulo conocido como «Don Angelo». Aquel era el lugar preferido de Fernando Villén, director de FAFFE (Fundación Fondo Andaluz de Formación y Empleo) y cabecilla de todo este turbio asunto. Fueron miles, y miles, y miles de euros del erario andaluz los que dilapidó en «Don Angelo». Se dice que llegó a gastarse en una sola noche cerca de 15.000 euros.
La Fundación Fondo Andaluz de Formación y Empleo terminó convirtiéndose en el organismo oficial de la trama de corrupción. A través de ella, Fernando Villén orquestó bacanales por toda Andalucía. Unas bacanales pagadas con ‘tarjetas black’ que terminaron de derrochar los fondos públicos de la FAFFE.
El «volquete de putas» de Alejandro Halffter
Alejandro Halffter habla con dos agentes de la Policía Nacional (EFE)
El binomio de prostitución y poder no es exclusivo del PSOE. El Partido Popular también ha protagonizado sus propios casos. En concreto, uno tuvo un gran impacto mediático. Es el caso de Alejandro Halffter, antiguo viceconsejero de Esperanza Aguirre.
Durante el mandato de Esperanza Aguirre en la comunidad madrileña, el político del PP copó todas las portadas y titulares cuando el periódico El Mundo publicó en 2015 un reportaje en el que un guardia civil aseguraba que Halffter le dijo «habéis declarado muy bien, hay que celebrarlo con un volquete de putas».
El caso de Luis Roldán
Luis Roldán acompañado por la policía (EFE)
Miembro del PSOE y director de la Guardia Civil (1986-1993), Luis Roldán fue uno de los personajes más polémicos de la política española durante los primeros compases de la democracia. Más concretamente, durante la década de los noventa. El extinto Diario 16 destapó la verdad en 1993, sacando a la luz un caso de corrupción de lucro con fondos reservados y comisiones ilegales por parte de Roldán.
La historia no había hecho más que empezar. Un año después, en mayo de 1994, Interviú publicó una serie de fotografías en la que Luis Roldán aparecía acompañado de prostitutos. El caso de Roldán terminó trascendiendo más allá de aquellas imágenes del político en paños menores, y acabó desvelando una trama de putas y corrupción, fiestas privadas, cocaína y muchísimo dinero público estafado.
El «caso Astapa», otra mancha del PSOE
El ex alcalde Barrientos junto a su abogada (EFE)
Entre el caso de Luis Roldán y los ERE andaluces, el Partido Socialista tuvo que lidiar con otro caso de putas y corrupción. Es lo que con el tiempo se conoció como el «caso Astapa». Este caso fue una operación de corrupción urbanística que tuvo lugar en Estepona, entre los años 2003 y 2007. ¿El protagonista? José Flores, jefe del gabinete de la alcaldía.
El papel político de José Flores no se limitó a ese gabinete, sino que terminó siendo el responsable de las cajas B y C del consistorio andaluz. Unas cajas que, por otro lado, acabaron siendo las que suministraban regalos a empresarios de la zona. Regalos que, en gran medida, consistían en fiestas, bacanales y… Sí, mucha prostitución.
Según la Fiscalía Anticorrupción, José Flores despilfarró 28 millones de euros del Ayuntamiento de Estepona durante los cuatro años que duró el «caso Astapa». Uno más de los muchos que han protagonizado algunos políticos socialistas por todo el territorio nacional.
El caso Koldo que golpea a Pedro Sánchez
Koldo a la salida de la Audiencia Nacional (EFE)
Oficialmente, se conoce como «Operación Delorme», pero lo cierto es que todo el mundo lo llama «el caso Koldo». Estamos delante, en efecto, del último caso de corrupción que se vincula con el PSOE y está ligado con la prostitución.
«No, no ha sido alcohol, han sido putas, sobre todo, que no… yo pagué, o sea lo que yo tenía, que tenía tres mil y pico, pagué… pagué los dos mil y pico de ‘R’ o dos mil, más Piedad, o sea, no, a mí no. Vamos, no me quedaba hace tiempo, ya lo dije». Ese fue el audio que César Moreno mandó a Víctor Gonzalo de Aldama, dos de los investigados en la Operación Delorme. Una vez más, la corrupción política va de la mano con el consumo de la prostitución, como si fueran dos entes inseparables.