En un movimiento que ha generado considerable controversia, PSOE ha mostrado su apoyo a una serie de iniciativas promovidas por socios de extrema izquierda, como Bildu, que cuestionan abiertamente la monarquía en España. Estas acciones han reavivado el debate sobre una posible Tercera República y han suscitado fuertes críticas de la oposición, en particular del Partido Popular.
La moción en Navarra junto a sus socios de Bildu
El primero de estos gestos polémicos tuvo lugar en Navarra, donde el PSOE se unió a Bildu para aprobar una moción que defiende los valores republicanos. Esta moción, aunque puede parecer simbólica, supone un desafío directo a la monarquía y a la figura del rey Felipe VI, además de su heredera, la princesa Leonor. La aprobación de esta moción se ha percibido como una declaración política significativa. Especialmente, considerando la histórica tensión entre el nacionalismo vasco y la monarquía española.
La moción en Navarra ha sido interpretada por muchos como un intento de erosionar la legitimidad de la monarquía y abrir el camino hacia un debate más amplio sobre la instauración de una Tercera República en España. El apoyo del PSOE a esta moción ha sorprendido a muchos, ya que tradicionalmente el partido ha defendido una postura más centrista y moderada en cuestiones de Estado.
¿Qué ha sucedido en Baleares?
Al mismo tiempo, en Baleares el PSOE optó por abstenerse en una votación crucial que habría otorgado a la princesa Leonor el título de Hija Adoptiva de Mallorca. Esta abstención fue suficiente para bloquear la iniciativa, dado que no se alcanzó la mayoría necesaria para su aprobación. La decisión de abstenerse ha sido interpretada como una falta de respaldo a la monarquía y ha alimentado aún más las sospechas de una posible alineación del PSOE con fuerzas republicanas.
El Partido Popular ha sido uno de los críticos más vehementes de estas acciones. Ha acusado al PSOE de atacar la monarquía constitucional y de instrumentalizar la figura de la Corona con fines políticos. Según los líderes del PP, estos gestos representan una peligrosa deriva hacia posiciones extremistas y ponen en riesgo la estabilidad institucional de España.
Además, los críticos argumentan que estas decisiones del PSOE pueden estar motivadas por la necesidad de mantener el apoyo de socios de gobierno como Bildu. Lo que podría estar empujando al partido hacia posturas más radicales. La relación del PSOE con Bildu ha sido siempre un tema delicado, dada la historia y el contexto político en el País Vasco y Navarra.