Tensión en Sumar: IU fuerza el reequilibrio de poder y pide un cambio de nombre

El grupo parlamentario confirma a Verónica Martínez Barbero como relevo de Íñigo Errejón. La coalición de Antonio Maíllo describe como “devastador” el momento político para la izquierda

La vicepresidenta del Gobierno y fundadora de Sumar, Yolanda Díaz, ofrece una rueda de prensa tras la reunión del grupo parlamentario Sumar. EFE/ Juanjo Martín

Un cambio de ciclo político evidenciado con la dimisión de una de las principales figuras de la izquierda durante los últimos diez años; una alianza de partidos que afronta un momento “devastador”, y una organización que reconoce la “debilidad” de los partidos, también en su espectro político, ante las “prácticas machistas”. Tanto “individuales” como “colectivas”.

Izquierda Unida ha diagnosticado con crudeza la situación de la izquierda a la izquierda del PSOE tras el escándalo que precipitó la salida de Íñigo Errejón, y ha forzado a Yolanda Díaz a aceptar un reequilibrio de fuerzas, una nueva forma de tomar las decisiones en el grupo parlamentario. Su reclamo va en la línea de lo que piden fuerzas como Más Madrid o Compromís. Y el desenlace, la asunción de estas exigencias se conoció casi en paralelo a que Artículo14 desvelara que una quincena de mujeres estudian formalizar nuevas denuncias contra Errejón. 

“En un momento devastador para la coalición en la que nos presentamos a las elecciones, toca cambiar y darle la vuelta como un calcetín”. La cita es del comunicado aprobado por el Consejo Federal de IU el martes, y difundido por la coalición de izquierdas este miércoles, tras dos jornadas de reuniones y silencio, que vuelven a evidenciar el estado de desconcierto en el que sigue sumido el socio minoritario del Gobierno de coalición.

Sumar anunció el lunes que designaría a una nueva portavoz parlamentaria ya el mismo martes, para toparse con las exigencias de la coalición de izquierdas en lo que toca a los equilibrios de poder en el grupo. Como adelantó Artículo14, la sucesora de Errejón, que dimitió hace dos semanas empujado por las acusaciones de supuesta violencia sexual contra distintas mujeres, es Verónica Martínez Barbero. Fue directora general de Trabajo en el Ministerio de Díaz (2020-2023), y ofrece un perfil mucho más técnico y menos político que el fundador de Más Madrid y cofundador de Podemos.

La organización de Maíllo lleva meses dejando recados a Díaz, pero entre el resto de fuerzas del grupo parlamentario nadie contemplaba que su malestar obligara a retrasar la designación de la portavoz, que en el círculo de Díaz era conocida desde el lunes. Ni que reabriese ya el debate sobre el reparto de cargos en el grupo parlamentario, o de la distribución de recursos, que el lunes fuentes de la dirección posponían hasta otras citas.

El grupo ha despachado en un breve comunicado el desenlace de la reunión, remitido más de cuatro horas y media después de que comenzara. Y tras el comunicado en el que IU exige más voz -y voto- para las organizaciones que integran la alianza de Díaz; para que la mesa de partidos sea “la que acuerda los métodos de decisión multilateral y democráticos, así como las reestructuraciones en los espacios institucionales, y no al revés”.

También reclama que sea esta mesa el foro en que se traten cuestiones como la portavocía, el nombre del grupo, la jerarquización de la agenda política o la gestión comunicativa. “La coalición Sumar debe resolver ya los déficits en los repartos de recursos y garantizar el reconocimiento de las partes en su capacidad y representación”; “El nombre del Grupo Parlamentario y el de la organización Movimiento Sumar no pueden ser el mismo, pues en la confusión del todo con la parte tenemos un problema político. Es por ello que debemos cambiar el nombre del espacio común”, añade el texto.

Fuentes del grupo apuntan que otras formaciones también estarían dispuestas a estudiar un cambio de nombre, para diferenciar entre el grupo que engloba a todas las partes y la formación de Díaz. Esta es una vieja pretensión de IU, expresada de forma particularmente clara este miércoles. Como también lo ha sido su exigencia de situar en el centro de la coordinación política a la mesa de partidos.

El breve comunicado de Sumar reconoce el cambio asumido este miércoles, pero sin aportar detalles: “Se ha acordado la constitución con método y calendario de trabajo de un espacio de coordinación en el que todas las fuerzas participen en igualdad de condiciones”, reza el texto. Los cambios en el grupo aún están por cerrar, pero también se encuentran comprometidos, en abstracto, en el texto. “La reestructuración es un proceso largo”, justifican en el partido de Díaz.

Fuentes de otras organizaciones de este espacio político avalan las decisiones adoptadas esta jornada, y tratan de naturalizarlas: “Esta mesa se tendría que haber reunido con más asiduidad”; “Necesitamos un espacio para que los partidos podamos hablar y acordar”, pactar “las prioridades, cómo nos relacionamos” y hasta “la visibilidad de los partidos” que vertebran la alianza, pero que quieren seguir luciendo sus propias siglas.

Y, entre otras cuestiones que resultan espinosas para Díaz, IU recuerda su apuesta por sellar acuerdos más amplios en la izquierda, lo que de facto supone volver a incluir a Podemos en la ecuación. Desde que los morados abandonaron unilateralmente el grupo parlamentario, al arranque de la legislatura, y especialmente desde que en enero tumbaron un real decreto del Ejecutivo, las vías de comunicación con el partido de Díaz han estado prácticamente clausuradas.

“Hoy, la fragmentación en la unidad de acción de la izquierda transformadora es un problema de primer orden en el proceso de acumulación de fuerzas para enfrentarnos al neoliberalismo autoritario y de la guerra, que en España tiene su peor cara en el PP y VOX. Entendemos que los procesos unitarios son posibles porque hay base programática común para poder construirlos. El programa, como siempre, debe ser la centralidad”, abunda el texto, apoyado por el 85% de los miembros del Consejo Federal de la coalición de izquierdas.

Martínez tomará posesión dos días después de que declare Errejón

En un mensaje posterior, IU ha celebrado la designación de Martínez, que según el grupo parlamentario se ha tomado “de manera unánime” entre las fuerzas que lo componen. Lo cierto es que la diputada asturiana (gallega de adopción) era, junto con la catalana Aina Vidal (Comunes), la principal apuesta de la mayoría de fuerzas que vertebran esta alianza.

De la esfera de confianza de Díaz, Barbero es inspectora de Trabajo y Seguridad Social en excedencia. Como la primera portavoz de Sumar en la Cámara Baja, Marta Lois, presenta un perfil más técnico y mucho menos político y mediático que Errejón. Ha jugado un rol destacado, que reconocen propios y extraños, en las negociaciones que cristalizaron en la aprobación de la ley ELA, y Sumar la presenta como “una de las arquitectas de medidas tan notables como los ERTEs durante la pandemia y la reforma laboral”.

La nueva portavoz no gozará oficialmente de esta condición hasta el jueves 14 de noviembre. Normalmente, la Junta de Portavoces se reúne los martes, y de seguirse este guion la próxima semana esta convocatoria y las posteriores ruedas de prensa coincidirían con la declaración de Errejón como investigado ante el magistrado Adolfo Carretero, del Juzgado de Instrucción 47 de Madrid. Es el encargado de investigar la denuncia presentada por la actriz Elisa Mouliaá por la supuesta agresión sexual por parte del exportavoz de Sumar.

La formación de la vicepresidenta segunda ansía abrir una nueva etapa con el nombramiento de Martínez, marcar distancias y taponar la herida causada por Errejón, hasta empezar a revertir el descontento en sus filas. Hay figuras de peso en este espacio que consideran necesaria una reflexión más profunda, más allá de la designación de la nueva portavoz, para poder enterrar un caso que amenaza con destruirles.