Polarización judicial

Tensión en el CGPJ por la Sala Segunda del TS: “No se quieren designar a los mejores, sino a amigos”

El Poder Judicial se muestra incapaz de consensuar los nombramientos de las salas Segunda y Tercera del Supremo, que afecta de lleno al poder político

En la Sala Tercera, la pugna está entre Pilar Teso (en la imagen) y Pablo Lucas EFE/Mariscal

La Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo es clave porque en ella se juzgan a los cargos del Estado aforados y, por tanto, se resuelven los grandes casos de corrupción como el del fiscal general, Álvaro García Ortiz, o el del exministro José Luis Ábalos. Por tanto, la posible tendencia o afinidad política de quién la presida no es una cuestión a desdeñar.

Y en esa disputa se encuentra el Consejo General del Poder Judicial, que tiene pendiente renovar tanto su presidencia como la de la sala Tercera de lo Contencioso Administrativo. Esta última también con gran relevancia política porque dirime los asuntos que afectan a decisiones del Gobierno.

La negociación en el seno del Poder Judicial no está siendo fácil, según desvelan las fuentes consultadas por Artículo14, que descartan fumata blanca al menos esta semana. “En el orden del día no se ha incluido”, confirman fuentes del órgano.

Ferrer vs Martínez Arrieta

En la Sala Segunda, los progresistas tienen como favorita a Ana Ferrer, primera mujer en acceder a la Sala que emitió un voto particular discrepante cuando se decidió no amnistiar a Carles Puigdemont, promotor del procés y hoy fugado de la Justicia. Sin embargo, los conservadores prefieren a Andrés Martínez Arrieta, magistrado que ocupa ahora la presidencia en funciones desde que en diciembre caducara el mandato de Manuel Marchena.

Es decir, ahora mismo la Sala Segunda está presidida por un magistrado calificado como conservador y por eso “a ellos no les urge” la renovación, se quejan desde el lado progresista.

Teso vs Lucas

En la Sala Tercera, la pugna está entre Pilar Teso y Pablo Lucas. Dos magistrados que ya compitieron por ser presidentes del Poder Judicial en verano. Los conservadores no quieren a Teso porque dicen es “próxima al Gobierno”, mientras que los progresistas descartan a Pablo Lucas.

“Ellos dejarían caer a Ana Ferrer si apoyamos a Teso”, explica a este periódico un vocal del sector conservador. Es decir, los progresistas admitirían un togado de corte conservadora en la Sala de lo Penal a cambio de que Teso se quedara al frente de la Sala de lo Contencioso Administrativo. Pero esto no está previsto que suceda, según las fuentes consultadas: “Pablo Lucas es el mejor, no vamos a renunciar a él”. “No se quiere designar a los mejores, sino a los más amigos”, lamenta otra fuente del bloque progresista.

Así las cosas, la decisión se antoja difícil. Necesitan que cuando se convoque el pleno haya trece votos a favor de uno de los aspirantes, de los 21 totales para sacar adelante el nombramiento. Ahora mismo hay diez vocales en cada bloque e Isabel Perelló, la presidenta del Poder Judicial, en principio, es de corte progresista. Pero en este caso, no valdría con que Perelló se incline a uno de los lados en cada votación.

El factor de la ley de paridad

En la disputa, además, entra también la ley de paridad que entró en vigor en agosto pasado y que establece que ningún sexo puede tener una representación inferior del 40% “en los puestos de representación y decisión”. Pese a que el Consejo y el alto tribunal están por primera vez presididos por una mujer, no hay ninguna magistrada al frente de una Sala en estos momentos. Argumento que alegan los progresistas para imponer sus candidatas.

Se esperaba, así lo decían sus propios integrantes, que a este Consejo le costara menos llegar a consensos, después de los más de cinco años de bloqueo del anterior. Sin embargo, cada decisión es más complicada. Pese a que las fuentes aseguran que las conservaciones entre ambos bandos nunca cesan, los bloques están muy delimitados y cuesta mucho ceder.

TAGS DE ESTA NOTICIA