El panorama político dentro del PSOE ha vuelto a agitarse tras las recientes declaraciones de Susana Díaz, expresidenta de la Junta de Andalucía y exsecretaria general del PSOE andaluz, quien ha lanzado un mensaje indirecto a Pedro Sánchez y a la cúpula del partido. Díaz ha cuestionado públicamente la decisión de no incluirla entre los delegados que participarán en el congreso federal del PSOE que se celebrará en Sevilla a finales de noviembre. Una exclusión que, según la política andaluza, “duele”.
Durante una entrevista en el programa Espejo Público de Antena 3, Susana Díaz no ocultó su malestar por no haber sido convocada al evento que se celebrará en su propia tierra, Sevilla. Una ciudad con la que mantiene una estrecha relación política y personal. “El congreso es en mi tierra y a mí ni me han preguntado”, destacó, visiblemente sorprendida. “Quien ha tomado la decisión será quien tenga que explicarlo”, añadió, refiriéndose de manera implícita a la cúpula del partido y dejando claro que ella no ha sido consultada ni informada sobre su exclusión de la lista de delegados.
El congreso federal del PSOE, que se celebrará entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre, es un evento clave para la reconfiguración interna del partido. El hecho de que una figura como Susana Díaz no esté presente ha generado una ola de especulaciones y comentarios dentro de la esfera política. Díaz, que fue la última presidenta socialista de la Junta de Andalucía, no dudó en recordar que también fue la última secretaria general del PSOE andaluz en ganar unas elecciones en la región. “No cabría yo entre los 52 que van por Sevilla o no cumpliría sus requisitos”, ironizó, dejando entrever que la decisión pudo haber sido motivada por cuestiones políticas internas.
¿Existe tensión en el PSOE andaluz?
La exclusión de Susana Díaz del congreso federal no solo ha provocado malestar entre sus seguidores, sino que también ha avivado el debate sobre la situación del PSOE andaluz. Desde que Juan Espadas asumió el liderazgo regional tras vencer a Díaz en unas primarias, la relación entre ambos ha sido tensa. Y las diferencias internas del partido no han pasado desapercibidas. Díaz evitó pronunciarse directamente sobre Espadas, pero sí dejó entrever que el descontento dentro del partido es palpable. “La gente tiene ganas de volver a ganar unas elecciones y no se resigna”, comentó en la entrevista. Muchos interpretaron esto como un dardo hacia el actual liderazgo del PSOE en Andalucía.
El líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, durante su intervención en la sesión de control al Ejecutivo en el Parlamento de Andalucía | EFE/ José Manuel Vidal
Las palabras de Susana Díaz han alimentado las especulaciones sobre la existencia de una corriente “susanista” que podría estar fraguando una crítica interna contra Espadas y el actual rumbo del partido en Andalucía. Aunque Díaz no confirmó la existencia de tal facción, su comentario sobre la “normalidad” de que existan “alternativas” en política ha sido interpretado como una señal de que el sector más cercano a ella no está conforme con la gestión de Espadas. Todo ello en medio de la tormenta política que sacude a Pedro Sánchez con el ‘caso Koldo‘.
El ‘caso Koldo’ y la regeneración del PSOE de Pedro Sánchez
El malestar dentro del PSOE no se limita a Andalucía. La entrevista de Susana Díaz coincidió con una nueva polémica en el partido, esta vez relacionada con el ‘caso Koldo’, que ha generado tensiones entre algunos de los principales líderes socialistas. El caso, que involucra a José Luis Ábalos, exministro de Transportes y una figura clave durante la primera etapa del gobierno de Pedro Sánchez, ha provocado que algunas voces dentro del PSOE pidan una “regeneración” del partido.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el Alto Representante de la UE, Josep Borrell | Kilo y Cuarto
Sin embargo, Susana Díaz ha evitado entrar en una confrontación directa con Ábalos. Sin embargo, no dejó pasar la oportunidad de señalar que su salida de la Junta de Andalucía fue un golpe duro para el partido en la región. Y que desde entonces el PSOE no ha conseguido recuperar la fuerza que tenía cuando ella estaba al frente. Además, sacó pecho de su gestión: “No tuvimos ni una denuncia y mi partido es limpio”.