Sumar comienza una nueva etapa después de la celebración de su segunda asamblea estatal, donde Yolanda Díaz ha hecho un llamamiento a las fuerzas progresistas, ensalzando la unidad de las formaciones de izquierdas.
Este acto celebrado en Rivas-Vaciamadrid ha configurado la nueva dirección de Sumar, que va a marcar el nuevo rumbo político de confluencia y que será clave para la formación de un gobierno de coalición en las próximas elecciones.
Futuro de la confluencia
Uno de los principales debates de la asamblea ha girado en torno a la estrategia electoral de Sumar de cara a los próximos comicios generales, incluyendo la posibilidad de mantener la actual fórmula de confluencia.
Pablo Simón, politólogo y profesor de la Universidad Carlos III, ha descartado que una eventual fragmentación de la izquierda haya sido provocada por tensiones internas dentro de Sumar. En su opinión, los principales desencuentros han surgido de la difícil relación entre Sumar y Podemos: “Ambas formaciones han arrastrado una pésima relación”. En ese sentido, considera que la cuestión relevante también es la posición de otros partidos de la formación como “Izquierda Unida y de las otras confluencias al ser organizaciones separadas”
Otro punto clave ha sido la estructura de Sumar, que, según Simón, ha seguido siendo una coalición sin una organización consolidada: “Es importante recordar que Sumar no tiene una estructura propiamente dicha, sino que a día de hoy, más allá de los intentos de configurarse como partido, se trata de una coalición preelectoral de formaciones separadas con su propia personalidad jurídica como Izquierda Unida, Podemos, Compromis, Más Madrid, entre otros”.
Lluís Orriols, politólogo y profesor en la Universidad Carlos III, afirma que “la unidad alcanzada en las elecciones de 2023 ya fue una excepción, dado que la fragmentación de la izquierda se había hecho evidente desde antes de los comicios”.
Sumar vs Podemos
Lluís Orriols explica respecto a la pugna entre los de Díaz e Irene Belarra que “hace unos meses parecía que Sumar se iba a imponer en ese espacio porque demoscópicamente se veía que se iba a quedar con el grueso de ese colectivo”. Sin embargo, en la actualidad “una porción muy relevante” de los votantes que escogieron Sumar se pasarían a Podemos. “El proyecto de Sumar es un proyecto fallido, que está en un estado muy crítico”, ha aseverado.
“El reparto no es 50% – 50%, ya que sale favorecida Sumar y podemos decir que demoscópicamente parece una fuerza que podría tener mayor representación que Podemos, pero considero que es engañoso”. Orriols explica que “en términos orgánicos Sumar es un proyecto que intentó consolidarse y falló“, lo que supondría que “la organización puede colapsar de una manera muy fácil”.
Simón considera que, ante la incógnita sobre si Sumar tendría peores resultados que Podemos, “de momento ese espacio está más o menos estable” incluso después del escándalo del caso Errejón: “Ha tenido un impacto muy relevante y, sin embargo, no hemos visto que Sumar haya continuado cayendo más de lo que ya cayó”.
Orriols, afirma que, más allá de si sale la formación favorecida en las encuestas, “a Sumar lo que le tiene que preocupar más es consolidar su proyecto y la consolidación de su proyecto” y “consolidar un proyecto que nació mal y que ahora mismo está en una situación de colapso organizacional, no demoscópico”.
En contraste, Podemos, a pesar de su pérdida de apoyo electoral, ha mantenido una estructura más robusta: “Podemos es un partido que cada vez es más pequeño y que está escorado a unos perfiles ideológicos determinados”, pero que “en términos organizacionales está mucho mejor armado de lo que es Sumar. No es descabellado pensar que en un eventual colapso de Sumar y que Podemos sobreviva“, ha concluido Orriols.
Discrepancias en la coalición
Las tensiones dentro de Sumar no se han limitado a su relación con Podemos. El debate sobre el aumento del gasto militar y el rearme europeo ha generado divisiones internas, especialmente con Izquierda Unida y Podemos, que han adoptado una postura crítica frente a la política de defensa del Gobierno.
Simón ha enmarcado esta cuestión en un contexto más amplio de desencuentros dentro del espacio de Sumar: “El tema de la defensa no es más que otra enésima discrepancia entre Podemos y el espacio de confluencias conformado por Sumar y que está todavía por definir”. Además, afirma que en las próximas elecciones “Sumar propiamente no se va a reeditar, se buscará otra fórmula”. Orriols afirma que “va a ir sí o sí dividida en las próximas elecciones porque Podemos y Sumar es muy probable que no consigan un acuerdo”.
Escenario electoral incierto
Sobre el riesgo de una fragmentación de la izquierda de cara a las próximas elecciones, Simón avisa de la “severidad” del sistema electoral ante las formaciones pequeñas: “todas aquellas organizaciones que obtienen menos del 15% del voto a nivel nacional y ya empiezan a ser penalizados, pero si encima estás por debajo del 10%, aún más”.
Actualmente, explica Pablo Simón “los sondeos indican que este espacio electoral consigue en torno al 12% de manera conjunta. “Hoy estaría en su suma en torno al 9%, más o menos y esto podría hacer que la traslación de votos en escaños acabaran dejándoles en una situación pésima”.
En el caso de que se realizara esta fórmula, “acabarían ganando escaños Más Madrid, Comunes, Compromís, entre otros, a lo mejor acaban con un grupo de seis o siete diputados y Podemos entrando con tres o cuatro diputados”. Según el politólogo, ese resultado electoral sería insuficiente “y, por lo tanto, que la coalición de izquierdas no pudiera sumar”.
El papel de Yolanda Díaz
Respecto a la situación incierta de Yolanda Díaz, Simón ha señalado que su liderazgo ha carecido de un respaldo partidario claro: “es una incógnita ahora mismo porque ella es ministra y en una coalición normalmente lo que decimos es que hay un intercambio”.
“Yo te aporto mis diputados y, a cambio, tú me haces ministro”, explica Simón. Sin embargo, afirma que en el caso Díaz es diferente: “no está claro exactamente qué es lo que aporta. No lo hace en términos de escaños, porque no tiene partido y era la cabeza de una coalición preelectoral”, ha explicado Simón.
El politólogo ha explicado que la vicepresidenta segunda ha intentado reforzar su perfil dentro del Gobierno a través de discrepancias con el PSOE en cuestiones como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). “Yo creo que Sumar no se va a reeditar, pero se buscará otra fórmula”
“Yolanda Díaz tiene una situación en la que su futuro en política se acaba y por eso yo creo también que ella está intentando marcar perfil del Gobierno con estas discrepancias como el SMI las cuales ella entiende que es su principal fortaleza. Ella es más fuerte como ministra que como líder de partido”, ha afirmado.
PSOE sin socios de gobierno
Ante la posibilidad de que los partidos de izquierda vayan por separado, Simón ha explicado “no se sabe ahora mismo qué podría ocurrir”, pero, en el caso de que no se reeditara Sumar, que pondría en una situación delicada al PSOE a la hora de formar gobierno de coalición. En este caso, “el PSOE no podría reeditar un Gobierno porque tiene un resultado parecido al que sacó el 23 J”.
Orriols afirma que “si la izquierda del PSOE se presenta de forma segregada, no unificada y es penalizada por el sistema electoral”, tendrá consecuencias para la formación de un futuro gobierno de coalición de izquierdas: “Eso va en detrimento de la izquierda porque habrá muchos votos de la izquierda malgastados que pueden provocar que el PSOE no consiga mayorías de izquierdas con partidos nacionalistas y que se imponga el PP con Vox”.