La izquierda a la izquierda del PSOE suele verse atrapada en la red de explicar sus problemas y sus coincidencias con el Partido Socialista. A venderse como el espacio político que empuja al Gobierno de coalición a ir más allá en materia de derechos civiles, en lo fiscal o en lo social. Ahora, y por una cuestión meramente estratégica, es la alianza que apela a votantes más a la izquierda de la formación de Pedro Sánchez la que pide a los socialistasque aflojen en sus críticas al Partido Popular.
Fuentes de la dirección de Sumar abanderan ante al Partido Socialista un cambio de prisma en lo que toca al supuesto “giro social” del PP. No porque confíen en que las propuestas de los conservadores servirán para “redistribuir la riqueza” o para rebajar la desigualdad, sino porque entienden que la decisión de Génova de presentar sus recetas en materia social, de permisos o de vivienda, sirve para abrir espacio en la agenda pública. Para situar como problemas cuestiones como la vivienda o los permisos, a menudo relegados en esta clasificación.
Que sirven para normalizar debates en los que, hasta ahora, se sentían solos. “Que sigan por esta senda es bueno para nosotros y para el país”, venden, aunque “al PSOE le descoloca”. Enmiendan la estrategia de Sánchez, que en el pleno de este miércoles fue duro con las posiciones del Partido Popular. “No tienes que golpearles”, explican. Apuestan por arrastrarles al debate.
Más, si cabe, tras una sesión en el Congreso de los Diputados en la que destacan que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, no hizo “una sola propuesta” en lo que toca a la demarcación del debate que estableció el presidente. En concreto se refieren al frente abierto con la migración, al giro del presidente, que combina sus apelaciones a la “humanidad” con el poso de que las llegadas a España deben servir para compensar la pirámide demográfica y para cubrir necesidades del mercado laboral.
También abanderan la ley de familias anunciada por Sánchez, una vieja reivindicación de Podemos; y laesperada extensión de los permisos que previsiblemente introducirá. “Tres veces ha citado la reducción de jornada” a 37,5 horas”, celebraban.
Sánchez llevaba sin comparecer ante el pleno desde julio, y en las filas de su socio de Gobierno sostienen que, aunque este formato se asemeje a una suerte de “pequeño debate del Estado de la nación”, en esta ocasión les permite poner cierto foco en la cuestión que hoy entienden prioritaria.
Manifestación del domingo
Esto es, la vivienda. Las expectativas ante la manifestación que el domingo 13 recorrerá las calles de Madrid para clamar por el derecho a una vivienda digna son evidentes, y nadie esconde que el resultado de esta protesta servirá para dibujar los márgenes del discurso con el que abran la semana, el próximo lunes.
Prevén que aglutine incluso a personas no tan politizadas y movilizadas, como ha ocurrido con las protestas de la marea blanca por la Sanidad, en 2023. “Que la calle se reactive es bueno”, sintetizan. Aunque se difundan consignas críticas con la coalición PSOE-Sumar.
Tras el vacío de poder provocado por la dimisión de su cargo como coordinadora de Sumar de Yolanda Díaz, y la decisión de la vicepresidenta segunda de centrarse en las tareas propias de su Ministerio para relanzar su perfil, en las últimas semanas Sumar ha recibido cierto aporte de oxígeno político.
Es en este contexto cuando su portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, que imprime su sello político desde el arranque del nuevo curso, apuesta públicamente por situar en el centro de los debates el retorno del PP a la arena propositiva, “incluyendo sus bandazos”.
En su formación sostienen, a diferencia del diagnóstico de los socialistas, que el giro del PP “es una cosa sostenida”, y por eso el principal blanco de sus críticas durante la comparecencia de Sánchez fue la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez. “Este debate iba de Begoña, de ETA y un poquito de la inmigración y el propio Sánchez ha tenido que entrar en permisos, en vivienda, aunque en esto estemos muy distantes”, resumen.
Malestar con la posición del PSOE
Las críticas al PSOE se extienden a su posición con polémica la reforma legal que permitirá contabilizar los periodos en prisión pasados en el extranjero a los reos que afronten condenas de prisión en España, entre ellos los presos de la banda terrorista ETA.
En este debate, más allá de los dardos del ala socialista del Gobierno al PP por “instrumentalizar” a las víctimas, en la defensa del contenido de esta reforma Sumar se ha visto aislado. Ya ocurrió durante las semanas previas al arranque de la tramitación de la ley de amnistía, y hoy sostienen que el PSOE “no ayuda” con esta materia.
“Ni el PSOE ni el PP están siendo valientes”, afirman, con lo que toca a la modificación que imptaca en la computación de las penas. Sostienen que los conservadores están “haciendo el ridículo” al afirmar que avalaron una reforma legal sin entender sus efectos. Y disparan contra los socialistas asegurando que “han dejado a Sumar” la labor de explicar lo aprobado. “Como pasó con la amnistía”. “No es honesto”, denuncian.