Sumar crea una comisión ‘antiacoso’ y aprueba su protocolo para evitar otro caso Errejón

La Ejecutiva del partido de Yolanda Díaz aprobó este lunes la versión definitiva de su protocolo antiacoso, según ha sabido Artículo14. Amanda Andrades dirigirá la comisión permanente

Movimiento Sumar intenta pasar página tras la crisis generada por el estallido del caso Íñigo Errejón. El partido de Yolanda Díaz aprobó el lunes el protocolo ‘antiacoso’ que debería haber entrado en funcionamiento hace meses, y cuya elaboración se aceleró tras la dimisión del exportavoz de esta alianza de partidos de izquierdas en el Congreso de los Diputados.

Su caída, traumática para el partido de Díaz y para el resto de fuerzas de la coalición Sumar, se precipitó cuando trascendió el testimonio anónimo de una mujer que le acusó de ejercer violencia sexual. Este jueves, el exdirigente deberá comparecer en el Juzgado de Instrucción 47 de Madrid como investigado por la denuncia de la actriz Elisa Mouliaá por supuesta agresión sexual.

Con el fin de establecer “canales para detectar y actuar con la mayor celeridad posible” ante cualquier posible caso futuro, la formación ha dado luz verde a un protocolo para facilitar la “prevención”, pero también la respuesta ante el acoso. Fuentes del partido magenta explican que el texto establece la creación de una comisión ‘antiacoso’ permanente, liderada por la secretaria de Feminismos y LGTBIQ+ del partido, Amanda Andrades.

Este órgano, nombrado por la dirección interina que pilota la formación desde la renuncia de Díaz como líder, debe reunirse al menos dos veces al año, pero también lo hará cuando haya indicios de acoso. La comisión, formada por ocho personas (tres de ellas suplentes), es quien tiene en su mano recopilar información, iniciar una investigación o emitir una propuesta de actuación ante hechos concretos. Fue constituida en la primera reunión de la dirección tras el caso Errejón, y hoy la integran las personas que han trabajado en la redacción del documento protocolo.

El texto es de obligado cumplimiento y aplicación para todos los que formen parte de “cualquier espacio” de Movimiento Sumar, tanto para los cargos públicos y orgánicos como para los trabajadores y la militancia: “Asumen la obligatoriedad del mismo como parte de su compromiso y responsabilidad al haber aceptado tanto los Estatutos como el Código Ético”, aseguran.

Este documento llegó a la mesa de la Ejecutiva a finales de diciembre, fue revisado antes de las vacaciones navideñas y se aprobó su redacción definitiva este lunes, aseguran desde el partido fundado por la vicepresidenta segunda.

Explican que, aunque los protocolos de acoso suelen tener como perímetro de actuación el espacio laboral u organizativo, en este caso han apostado por un “ámbito de actuación más amplio” que el que afecta únicamente a la actividad laboral. Todas las personas vinculadas a la organización podrán acogerse a estos cauces, pero también podrán hacerlo quienes no tengan relación con esta fuerza, si la persona denunciada pertenece a Movimiento Sumar.

La idea es que sólo regirá para las personas vinculadas a la formación fundada por Díaz, una más dentro de la alianza de partidos denominada Sumar. Sin embargo, cuando una situación de supuesto acoso involucre a personas de las diferentes organizaciones bajo este paraguas, se podrá crear una comisión mixta con representación de los partidos afectados

Cuatro tipos de medidas

El protocolo se articula sobre cuatro patas, cuatro tipos de medidas desde las que se puede actuar: preventivas, pensadas para ser desarrolladas transversalmente como mecanismos para eliminar “toda forma de discriminación” en el partido. Correctoras, “cuando se detecta riesgo de acoso” o ya se ha producido un caso, para evitar situaciones que sirvan de caldo de cultivo, pero también para combatir “su agravamiento o repetición”.

El tercer eje tiene que ver con las medidas de reparación y acompañamiento a las víctimas, y el cuarto desglosa algunas recetas en materia disciplinaria. Aquí se abre la opción de imponer sanciones, en función de la gravedad de los hechos según el criterio de la comisión ‘antiacoso’, con el Código Ético y los Estatutos de Movimiento Sumar como referencia. Los casos más graves, así como aquellos en los que se produzcan condenas judiciales, podrán conllevar la expulsión inmediata, explican fuentes del partido.

Por ejemplo, en materia de prevención, el texto contempla la realización de formaciones específicas para la comisión ‘antiacoso’; otras para la “sensibilización en prevención y abordaje del acoso”, en los distintos niveles de la organización, también en los territorios. Se prevé que se celebren formaciones sobre género, cuidados, violencias machistas o masculinidades, entre dirigentes, empleados del partido y militantes.

La idea es que el texto sea actualizado y ampliado “cuando se detecte la necesidad”, o cuando se produzcan cambios legislativos que puedan afectar a su contenido, sostienen. Apuestan por realizar distintas actividades para su difusión interna, y por servirse de las redes sociales para presentarlo de puertas hacia afuera.

Más allá del acoso sexual

El documento está enfocado a dar respuesta a las situaciones de acoso sexual, por razón de sexo, identidad o expresión de género y preferencia sexual. Además, aspira a cubrir situaciones de acoso y discriminación por la procedencia, religión, raza o diversidad funcional.

Fuentes del partido de Díaz explican que también prevé servir para enfocar situaciones de conflicto o conductas que, si bien no alcancen el grado o las características de los actos de acoso, sí tengan “un impacto negativo”, al generar o potenciar “dinámicas no igualitarias e irrespetuosas”. Dinámicas que “limitan o impiden la participación y el desarrollo de determinadas personas”, entre ellas las mujeres, personas LGTBIQ+, o las personas de mayor edad.

Las funciones de la comisión ‘antiacoso’

La composición de la comisión es paritaria (la mitad más uno son mujeres), y cuenta con expertas y expertos en el ámbito de la igualdad de género y el feminismo, la violencia de género, la diversidad sexual o el antirracismo.

Le corresponde recibir consultas, quejas y denuncias; encargarse del acompañamiento y asesoramiento de las afectadas por casos de acoso; realizar el seguimiento de los casos, la revisión semestral de la aplicación de las medidas del protocolo y elaborar informes anuales sobre los casos notificados.

Son estas mujeres y hombres quienes han elaborado el protocolo, para lo que han consultado los materiales desarrollados por otros partidos, sindicatos, el Ministerio de Igualdad y el Instituto de las mujeres. Y son ellos quienes tienen en su mano empezar a reconstruir la credibilidad perdida con el caso Errejón, otrora esperanza blanca de la izquierda a la izquierda del PSOE.