¿Qué piensa que puede aportar en el proyecto europeo de Izquierda Española?
La experiencia, indudablemente, de haber trabajado en las instituciones europeas y la visión clara de una mujer socialdemócrata. Creo que es preciso que esa voz esté presente en el Parlamento Europeo, ya que en estos últimos años hemos visto que la defensa de nuestro país como proyecto colectivo ha quedado patrimonializado por el Partido Popular Europeo y Ciudadanos. Estar en contra de la amnistía no es una cuestión de ideología, es una cuestión de demócratas.
Y creo que es muy triste que los distintos grupos que conforman el arco parlamentario progresista están en un mismo discurso. Antes era Podemos o ERC y ahora, desgraciadamente, es el Partido Socialista, que se ha convertido en el portavoz mayoritario de una coalición de partidos de izquierdas y de otros más cercanos a la ultraderecha catalana, los cuales no tienen una visión diferente en estos momentos.
¿Cómo interpreta su incorporación de cara a la captación del voto popular?
La gente no sale por la mañana a trabajar con un decálogo de valores. Yo creo que en España hay un número muy importante de personas que se sienten progresistas y están absolutamente huérfanas. ¿Cómo es posible que no haya una opción progresista de izquierdas para la gente que está absolutamente en contra de la deriva del Partido Socialista?
Por lo tanto, me parece un paso muy valiente el que dio el presidente de El Jacobino. Hay gente muy joven y merecía la pena. Por eso desde el principio les dije que sí, que les apoyaría en lo que ellos estimaran. Y han estimado que les ayudo acompañándoles en las listas europeas.
Y a efectos de viabilidad, ¿cree que habrá espacio para que vuelva al Parlamento Europeo en la próxima legislatura?
Espacio político creo que hay. Vamos a intentar, dentro de un escenario complejo, contactar con la gente. Es una opción política que, desde luego, quiere también introducir la racionalidad en el debate político; que hablemos de ideas, que abandonemos esta confrontación personal en la que se ha convertido la política. Ahí nos enfrentamos a muchísimos problemas. Todos ellos son grandes y complejos. Nada es blanco, ni es negro y se necesita rigor, honestidad y un debate claro.
Se necesita también abrir espacios de diálogo entre los diferentes, pero sabiendo que hay que convivir con aquellos que están fuera de las normas del juego. Hay que efectivamente estar, dialogar y saber que el objetivo final es España y los españoles. No hay mayor aliciente para estar en política que defender la igualdad de los españoles.
¿Y este espacio que representa Izquierda Española ha sido el único motivo por el cual se ha adscrito o el descenso en las encuestas de Ciudadanos también fue una razón a la hora de unirse a este partido?
Yo creo que Ciudadanos fue un proyecto político muy ilusionante. Contó con el apoyo de muchísima gente de distintas orientaciones, pero tenía una base socialdemócrata clarísima en Cataluña, donde nació. Pero, lamentablemente, no la no concurrencia de Ciudadanos en las elecciones generales ha hecho que un espacio donde mucha gente podía también encontrarse representada desapareció. Y creo que esto pues al final coadyuvaba a esa opción a la que Pedro Sánchez somete a los españoles o a la opción para optar por una opción del Partido Popular con unos aliados de extrema derecha.
¿Qué respuesta le da a aquellos que le llaman tránsfuga?
Bueno, no respondo. Creo que lo importante es la honestidad con uno mismo. Yo me siento muy honesta conmigo misma puesto sigo defendiendo lo mismo. Lo he defendido cuando formaba parte del Partido Socialista y estuve enfrente de Pedro Sánchez y de lo que significaba el sanchismo desde el principio.
Yo sigo pensando lo mismo. Los que parece que se han movido son otros, aunque parezca que están en el mismo sitio. Para mi lo más importante siempre es España, el partido y luego tú. Desde ese punto de vista no respondo a las acusaciones porque sinceramente no me siento acusada. Cada uno, indudablemente, puede pensar lo que quiere. Ahora, ¿por qué no evoluciono? Yo qué sé. Eso sí, no me siento acusada.
¿Cree que algunas personas podrían tener la percepción de que al todavía existir Ciudadanos en las elecciones europeas ese cambio lo ha hecho usted?
Yo estoy en Ciudadanos como una persona independiente, nunca he sido militante. Era una persona socialista.
Cuando Albert Rivera me ofreció acompañarles, sabía perfectamente que él quería que en esa lista acudiera gente de distinta procedencia e ideología. He trabajado muy bien durante estos cinco años con la delegación de Renew Europe, que es un partido de liberales y demócratas. Algunos de los compañeros con los que he estado trabajando los conocíamos previamente porque yo provenía del Partido Socialista y ellos del Partido Socialista francés. Por lo tanto, la línea de coherencia para mí ha sido clara.