Los pronósticos se han cumplido. Aliança Catalana, con Silvia Orriols a la cabeza, ha conseguido dos escaños en el Parlament. Como correctamente señalaron las encuestas realizadas por el CIS o el Centre d’Estudis d’Opinió, las cuales la otorgaban entre 0 y 3 diputados, la política independentista entra como revelación en la cámara autonómica con un fuerte discurso antiinmigración y con unas exigencias más radicales en torno a la independencia que las fuerzas procesistas.
En lo que respecta a las cifras, Orriols ha conseguido algo más de 26.000 votos en la provincia de Girona, los cuales la han permitido obtener un escaño. El otro lo ha cosechado en Lleida, donde unos pocos más de 12.900 sufragios han sido suficientes para que Ramon Abad acompañe a la política en el Parlament. Cabe destacar que en el municipio donde es alcaldesa, Ripoll (Girona), el partido liderado por Orriols ha ganado con cierta ventaja a Junts, que han sido segundos. Mientras que el primero ha conseguido 1.559 votos, un 33,1%, la formación de Carles Puigdemont ha obtenido 1.060 votos, un 22,5%.
Y aunque finalmente Aliança Catalana haya perdido el duelo contra la CUP a la hora de captar el voto más radicalmente independista, la fuerza que lidera la regidora ripollés ha obtenido algo más de 118.000 sufragios, un 3,8% del total. Una cifra que solo se ha distanciado en 9.000 votos de los obtenidos por la decreciente CUP en estos comicios. Curiosamente, ambos partidos formarán parte del grupo mixto, pues ninguno ha llegado a los cinco diputados requeridos para optar a ese grupo propio.
Cordón sanitario en el Parlament
Cabe recordar que aunque Aliança Catalana haya entrado en el Parlament, no formará parte de ninguna fórmula de gobierno. Pues el pasado miércoles, Junts, PSC, ERC, la CUP y Sumar firmaron un pacto en el que se acordaba que la formación de Orriols no podría obtener ningún papel a la hora de conformar el Ejecutivo.
Además de ello, su notable lejanía ideológica de PP y Vox, los otros partidos que no firmaron este pacto, hace que estén y no estén el Parlament. Es decir, en principio serán obviados por todas las formaciones que hay en la cámara.
Fuerte discurso antinimigración
Si algo ha caracterizado a la formación de Orriols ha sido su dependencia estratégica de la cuestión de seguridad y migratoria. Una táctica que la ha situado de manera cercana a las corrientes europeas de la AFD alemana, a Marine Le Pen en Francia o a Giorgia Meloni en Italia. En este sentido, Aliança Catalana ha señalado la promoción de “aquellas políticas inmigratorias que beneficien a los catalanes, no a los extranjeros” y de “tolerancia cero con la inseguridad ciudadana, el radicalismo islámico y el terrorismo”.
Incluso, en determinados momentos de la campaña electoral ha parecido que sus líderes han antepuesto esta cuestión a la independentista. Es decir, su fuerte discurso separatista, priorizando el Catalunya First ha sido ensombrecido por la fuerte crítica que este partido ha hecho de la inmigración, sobre todo islámica, y su posterior vinculación de esta con los problemas de seguridad que se viven en la autonomía.