El empresario Juan Carlos Barrabés y el rector de la Universidad Complutense de Madrid Joaquín Goyache son los dos nuevos imputados en la instrucción de juan Carlos Peinado. Ambos están citados a declarar este lunes, víspera de la declaración del presidente del gobierno como testigo. En el primer encuentro con el juez Juan Carlos Peinado, Barrabés y Goyache eran solamente testigos en la instrucción abierta a Begoña Gómez por un presunto delito de tráfico de influencias y corrupción. Tras ese primer encuentro, el juez decidió cambiar su condición e imputarlos por los mismos delitos que Begoña Gómez.
Juan Carlos Barrabés es el compañero de la Cátedra que dirigía Begoña Gómez en la Universidad Complutense. El juez investiga si Gómez, beneficiándose de su condición de mujer del presidente del gobierno, firmó unas cartas de recomendación para que Barrabés obtuviera unas adjudicaciones públicas para su empresa. Es decir, para conseguir que la empresa pública Red.es diera dinero público a los negocios de Barrabés. Por eso se investiga a la mujer del presidente del gobierno por un delito de tráfico de influencias.
En principio, Peinado citó a Barrabés como testigo en la causa. Una decisión que generó controversia. La condición de testigo impedía que se acogiera a su derecho a no declarar y tampoco le permitía acudir con un abogado a la declaración. Algo que dejó perpleja a la Fiscalía porque para el ministerio público la instrucción de Peinado había ido dirigida a dilucidar la relación entre Gómez y Barrabés y esas supuestas adjudicaciones públicas. Por eso, la Fiscalía consideraba que la investigación de Peinado “transmitía la sensación de que Barrabés era desde el principio el investigado, aunque no se supiera bien de qué”. También su abogado se quejó de esta citación. No entendía por qué si el juez consideraba que los informes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil lo incriminaban desde el inicio, lo citó en calidad de testigo.
En esa primera testifical, Barrabés reconoció encuentros en el Palacio de la Moncloa con Begoña Gómez y la presencia del presidente del gobierno en dos de ellos. Si bien, apuntó que en la primera ocasión el presidente del gobierno se “pasó a saludar y después le llamaron por teléfono” y el segundo encuentro tuvo lugar con más empresarios para hablar sobre innovación.
La acusación particular de Vox denunció inconcreciones en su declaración y pidió la imputación de Barrabés a la que Peinado accedió pese al recurso de su abogado que subrayó el mal estado de salud del empresario: “A pesar de su enfermedad y la alta dosis de medicamentos a la que estaba sometido (y que hizo constar en el acto de la declaración), contestó a todas las preguntas que se le formularon desde luego sin eludir respuesta alguna y ofreciendo consultar en lo posible, aquello que no conocía o recordaba”, reza el recurso. Pese a todo, Barrabés declarará por videoconferencia este lunes ante el juez Peinado.
El caso del rector de la Complutense es diferente. Según avanza la instrucción, la causa se va haciendo más amplía. También se investiga ahora si Begoña Gómez pudo incurrir en una apropiación indebida por registrar a su nombre un software valorado en 150.000 euros que desarrollaron gratis Google, Indra y Telefónica para su cátedra. Otra de las patas de la instrucción es si se dio un trato de favor a Begoña Gómez y se le asignó la dirección de esa Cátedra pese a no tener ninguna titulación.
De ahí que el rector de la Complutense fuera llamado a declarar como testigo. En esa testifical, Goyache reconoció que la cátedra de Gómez se gestó en el Palacio de la Moncloa y que es la única dirigida por una persona que no tiene título oficial. Afirmó que “se tuvo en cuenta su experiencia profesional y su relación en los temas asociados a la cátedra”. También se le preguntó sobre el desarrollo de ese software por entidades externas a la universidad. Las respuestas de Goyache fueron incriminatorias para Peinado y por eso acabó imputándole, algo que el rector no entiende. En un correo electrónico enviado a sus compañeros sostiene que toda su actuación fue “conforme a la legalidad vigente” y que “desconoce la presunta conducta delictiva que se le atribuye”. En todo caso, al igual que Barrabés, este lunes también se enfrentará al interrogatorio de Peinado.
El martes, Sánchez como testigo
Muy atento a lo que pase este lunes en los Juzgados de Plaza Castilla estará el presidente del gobierno. El siguiente en el calendario del juez Peinado que, fruto de las visitas a la Moncloa que Barrabés y Goyache reconocieron, considera “conveniente, útil y pertinente” recoger la declaración del “esposo” de Begoña Gómez.
Al estar citado como testigo, Pedro Sánchez tendrá que responder las preguntas del juez, pero la condición de “marido” en la que le cita el juez Peinado podría hacer que Sánchez esquive el interrogatorio, ya que la ley dispensa a los familiares directos a declarar en contra de sus parientes.
Por lo que Sánchez podría negarse a declarar en algo que pudiera afectar a su mujer. Las acusaciones apuntaron que no será así con las preguntas relacionadas con los otros dos imputados, ya que ellos no guardan ninguna conexión directa con el presidente. Sin embargo, el magistrado Joaquim Bosch aclara a Artículo 14 que “el testigo tiene derecho a no declarar en nada que pueda perjudicar a su esposa”. “Lo que diga Sánchez sobre Goyache y Barrabés podría perjudicar a Begoña Gómez. Y por eso Sánchez puede también acogerse a su derecho a no contestar a esas preguntas”, explica el juez.