El Ministerio de la Seguridad Social ya ha puesto fecha para el inicio de la mesa de negociación de la reforma de las bajas laborales. El lunes 14 de octubre, a las 12:30 horas, se volverán a sentar los sindicatos con la patronal para tratar de llegar a un acuerdo sobre un asunto polémico de partida: dar flexibilidad a las bajas para que los empleados en algunos supuestos puedan trabajar parcialmente.
Es un asunto espinoso que ha provocado un enfrentamiento de origen, en el seno del Gobierno. Un pulso entre la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz y la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que ha insistido que con la salud no se juega y que esa variante no debería existir.
Ahora mismo, un empleado solo puede estar de baja o dado de alta. No hay zonas grises. Pero como en el caso de la jubilación, Seguridad Social ha abierto la puerta a otras opciones intermedias que permitan la reincorporación laboral voluntaria en el caso de ciertos tratamientos médicos si así lo desea el trabajador. “Dar más opciones a quien lo desea y dotarles de mayor flexibilidad, que no sea únicamente estar de baja o de alta”, decía la ministra Saiz. Y para ello, quiere otorgar mayor capacidad de decisión al empleado en un momento, por ejemplo, en el que una persona puede estar recuperándose de un cáncer y puede volver al trabajo sin estar al 100%.
Yolanda Díaz se ha situado en el lado opuesto y se ha apresurado a decir que en las empresas deben estar tranquilos porque la salud de los empleados está garantizada. “No se va a consentir ninguna variación ni desvirtuación en la incapacidad temporal tal y como la tenemos concebida”.
Pero lo cierto es que Elma Saiz no parece sentirse aludida y ya ha anunciado públicamente el inicio de las negociaciones con los agentes sociales para la semana que viene, a mediados del mes de octubre.
Y al contrario de lo que sucede en la mesa de negociación sobre la reducción de la jornada laboral, aquí la Patronal estaría de acuerdo con el ministerio. De hecho, se han cambiado los roles. En este caso el Gobierno tendría el apoyo de la Patronal y la oposición de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT. “Pensamos que podría ser un elemento útil para rebajar el absentismo laboral en España, que es uno de los peores adversarios que tenemos desde el planteamiento de la efectividad y productividad de nuestras empresas”, decía Josep Sánchez Llibre de la Patronal Catalana.
La tasa de absentismo laboral en nuestro país es enorme. Más de 1,2 millones de trabajadores se quedan en casa cada día por cuestiones de salud, esto es un 9% más que el año pasado según un informe del centro de estudios y divulgación de ‘’The Adecco Group’.
Y mientras que la Patronal se abre a esta opción, los sindicatos se niegan rotundamente. Han publicado una nota informativa en la que dejan claro que se sentarán en la mesa pero no negociarán asuntos que no consideran prioritarios. “CCOO insta al Ministerio de Seguridad Social a abordar la totalidad de materias comprometidas en la reciente reforma de Seguridad Social antes de abrir materias en las que no ha habido consenso. Cómo es lógico, el sindicato se abre a cualquier propuesta que pueda beneficiar la salud de las personas en baja. El objetivo principal de esta convocatoria tiene que ser introducir propuestas que contribuyan a la mejor recuperación de la salud de las personas que sufren un accidente o una enfermedad. La incapacidad temporal es una situación prevista en la Ley General de la Seguridad Social, donde desde el sistema de protección se plantea una asistencia sanitaria con el fin de reponer en salud a la persona trabajadora afectada, y se establecen una serie de garantías, entre las que están la percepción de una prestación económica. En todo caso, el trabajo genera riesgos para la salud y desde las Administraciones y las empresas hay que ser conscientes de poner en marcha todas las medidas de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que tienen que ser adecuadas al fin de la seguridad y salud en los centros de trabajo”, dice la nota informativa.
Pese al encontronazo, Seguridad Social se verá las caras con los agentes sociales el lunes, cuando además en paralelo se está negociando la reducción de la jornada laboral. Podría ser un gesto de acercamiento por parte del Gobierno para ganarse el favor de la CEOE. Pero en este caso la complejidad es doble. Se espera el acuerdo de los agentes sociales pero también cierto consenso entre miembros del Gobierno y no parece, a priori, posible.