El PSOE retrocede a antes de la ley trans en su ideario sobre Igualdad. La negociación de esta norma y su configuración final se saldaron con un duro enfrentamiento entre las mujeres que se identifican con el feminismo clásico, tradicionalmente considerado en la órbita del PSOE, y las que compartían tesis con la entonces ministra de Igualdad, Irene Montero (Podemos).
En el 41 Congreso Federal, celebrado este fin de semana en Sevilla, los socialistas han aprobado una enmienda que apuesta por impedir que “ninguna persona de sexo masculino pueda participar en las categorías destinadas a mujeres”. Esto es, por evitar que las mujeres trans compitan en estas categorías. También se ha aprobado una modificación para establecer la expulsión del partido de los puteros, según distintas fuentes presentes en el cónclave. No han concretado cuál es la redacción final, más allá de establecer que se les retire el carnet socialista.
La enmienda aprobada (44.976) en lo que afecta a las competiciones deportivas, presentada por la representación del partido en Guadalajara, incorpora esta redacción al apartado de la ponencia marco en el que se apuesta por auspiciar “el liderazgo femenino en el deporte y la creación artística”. Han celebrado esta victoria de sus tesis, como también han festejado la supresión de las siglas ‘Q’ y ‘+’ de la definición del colectivo de identidades sexuales. “¡Qué viva la lucha de las mujeres!”, corearon, entre aplausos.
La exministra Montero se ha pronunciado a través de un mensaje en la red social X, antes Twitter, para defender que lo aprobado por el PSOE no puede ser considerado “feminismo clásico”. “Es transfobia. Haz frente a los prejuicios y a la desinformación: las mujeres trans son mujeres y los derechos trans son derechos humanos”, reza su mensaje.
Sumar, socio minoritario en el Gobierno de coalición, también ha usado esta red social para acusar al PSOE de abanderar “ideas de la extrema derecha”. “La lucha por los derechos no puede dejar a nadie atrás. No se lucha contra la extrema derecha con las ideas de la extrema derecha”, reza su mensaje.
La hoja de ruta política del Partido Socialista ya no hará alusión a las personas LGTBIQ+, sino únicamente a las personas LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales). Quedarán fuera todas las personas ‘queer’, que rechazan las clasificaciones hegemónicas del sistema binario varón/mujer, así como las que se encuadran dentro de ‘+’ (no binarios, pansexuales, bisexuales y otras).
Entre las figuras vinculadas a estas tesis se incluyen feministas históricas como Ángeles Álvarez, Elena Valenciano o Carmen Calvo, entre otras. Calvo mantuvo un duro enfrentamiento con Montero a cuenta de esta ley, especialmente criticada por todo lo que tiene que ver con la autodeterminación de género.
La exvicepresidenta primera del Gobierno, hoy presidenta del Consejo de Estado, se abstuvo en la votación de esta norma en el Congreso de los Diputados y tuvo que afrontar una sanción de 600 euros.
La enmienda en cuestión es parte de una larga lista de modificaciones que aluden a cuestiones como la prostitución –también se ha debatido sobre la expulsión de los dirigentes puteros-, y a otras materias que tienen que ver con la ley trans, incluso en sentidos contrarios.