Desde Génova 13

Sectores de VOX temen un “efecto boomerang” por su defensa a Trump

Gobierno y PP se conjuran contra los aranceles aislando a VOX mientras Abascal hace equilibrios para justificar las políticas del presidente estadounidense

Montaje de Santiago Abascal y Donald Trump.
KiloyCuarto

“Ojalá no lleguen”, fue la escueta frase que el líder de VOX, Santiago Abascal, verbalizó sobre los aranceles en la cumbre de la CPAC que se celebró en Washington hace un mes. Lo hizo en presencia del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Desde entonces, tanto Abascal como el resto de portavoces de VOX se han limitado a reconocer que, evidentemente, los aranceles serán negativos para nuestra economía. En la sede de la calle Bambú deseaban que la amenaza arancelaria de Trump no se llegase a materializar, pero esta semana ha cambiado todo: ya son una realidad.

Así, aunque la batalla comercial emprendida por Donald Trump golpeará directamente a la Unión Europea, y por tanto, a España, VOX se mantiene al lado de su aliado al otro lado del Atlántico. Incapaz de responsabilizar a Trump por sus propios aranceles, Santiago Abascal ha optado por señalar a socialistas, populares y a las instituciones comunitarias en general. A todo el mundo, prácticamente, menos al presidente de Estados Unidos. Todos son culpables menos quien, precisamente, impone estas medidas.

En el Congreso, hemos visto como el diputado José María Figaredo -encargado de la rama económica del partido- tuvo que comerse el ‘papelón’ de intentar justificar lo injustificable: “Es que la Unión Europea es la que tiene que lanzarse (a negociar)”, argumentó, a pesar de que Bruselas ha tendido la mano una y otra vez a Washington para no llegar a esta situación y, de hecho, ha vuelto a insistir en que todavía se puede dialogar. Figaredo afirmó que “los aranceles de Trump son la forma de negociar” elegida por EEUU.

El diputado de VOX José María Figaredo
Europa Press

Inquietud por el “voto del campo”

Existe temor en sectores de VOX a que esta posición de silencio y complicidad hacia Trump se les pueda volver en contra: “Es pronto y hay que ver el impacto de las tasas, pero nos puede salir mal”, explica un miembro de VOX. “Podría haber un “efecto boomerang” que “nos repercuta en los sondeos”, explica otro, aunque recalca que no hay comicios en el horizonte.

Además, en la formación reconocen que se equivocaron al decir que la italiana Georgia Meloni no sufriría este castigo arancelario “porque caía bien a Trump”. “Dijimos que Meloni no tendría y finalmente tiene aranceles. También Milei”, admiten ahora.

Existe especial inquietud ante el impacto en sectores del campo, un nicho vital para los de Abascal. “A la gente lo que le importa es su bolsillo y, cuando se toca eso, afecta al voto”, reflexionan en un territorio. El líder de VOX lleva varias semanas recorriendo distintas provincias intentando hacer “pedagogía” sobre los aranceles. Ha estado en Murcia, Valladolid y este domingo está en Valencia.

Especialmente llamativa ha sido la reacción del que fuera portavoz económico del partido, Iván Espinosa de los Monteros, que criticaba la imposición arancelaria en la red social X. “No es buena idea, para nadie. Ningún aliado se ha librado y no hay reciprocidad”, señaló el ex dirigente de VOX, añadiendo una última reflexión: “Se puede defender todo lo que Trump hace bien sin justificar lo que hace mal. De hecho, es la forma correcta de proceder en general, pero más cuando una iniciativa perjudica los intereses de nuestra propia nación, y hasta de la suya”. Así, evidenció una distancia infinita con su antigua formación, de la que se fue tremendamente decepcionado.

Feijóo trata de desgastar a VOX

Por su parte, los populares han aprovechado para meter el dedo en el ojo a Abascal por su incoherencia con el speech arancelario. Alberto Núñez Feijóo lanzaba este dardo a VOX tras conocerse el anuncio de Trump: “Nadie que diga ser patriota puede respaldar esta decisión ni tampoco minimizarla (…)He dicho desde hace tiempo que no comparto el silencio connivente de VOX respecto a los giros de la administracion estadounidense. Ningún patriota puede defender a quien perjudica a los intereses de nuestros ciudadanos”, afirmó.

Esas declaraciones tuvieron respuesta inmediata de Abascal a través de las redes sociales: “¿Silencio connivente? ¡Hay que ser mentiroso! Feijoó sigue apoyando el Pacto Verde y toda la basura ideológica que está arruinando nuestra economía y nuestras libertades. Sigue asociado al socialismo en Bruselas. Sigue cooperando con el Partido Comunista Chino. Yo he hablado de los aranceles en Washington. Que es donde hay que hablar”, se intentaba defender.

Desde las filas populares no van a parar de incidir en esta grieta discursiva de sus competidores en el lado derecho del tablero. En la dirección nacional creen que pueden desgastar a VOX y pescar en sus votantes. Hay un factor que quizá no estén teniendo en cuenta en la sala de máquinas de Génova 13: puede que los votos que VOX pueda perder -si es que ocurre- no se vayan al PP y acaben en la abstención. Una desmovilización que haría más difícil echar a Sánchez.

Además -entre dardo y dardo a VOX– los populares están a punto de sacar adelante los presupuestos en la Región de Murcia y Aragón con el apoyo de los de Abascal. Hay quien ve cierta incoherencia ante esta situación.

No sabemos si los populares conseguirán que Sánchez abandone la Moncloa. Pero, de momento, esta semana lo que ha sucedido es un milagro: el frente común de Gobierno y Partido Popular contra los aranceles. Hacia mucho tiempo que no tenía lugar un acercamiento así entre ambas fuerzas de Estado.

Así, Feijóo ha reconocido que el presidente del Gobierno ha actuado correctamente manteniendo contactos con los agentes sociales y con los sectores afectados. “Es un paso acertado”, indicaba el líder popular. Además, pidió que el Gobierno contase con las comunidades autónomas y así lo hará el Ejecutivo central. En este punto, el PP mantiene la mano tendida al Gobierno para acordar una respuesta común a los aranceles de Trump: “Vamos a estar ahí”, indicó el vicesecretario económico del PP, Juan Bravo, tras reunirse con el Ministro de Economía y Comercio, Carlos Cuerpo. Cordialidad y buena sintonía que, habitualmente, brillan por su ausencia. Ha tenido que venir Trump para hacerlo realidad .

Lo cierto es que el líder popular tampoco quiere quedarse atrás y mañana ha convocado a una reunión a las asociaciones más afectadas por la nueva política de aranceles de Trump. También mantendrá un encuentro con los consejeros autonómicos del PP que tienen competencias en la reducción del impacto de los aranceles. Feijóo busca reivindicar así el poder territorial que tiene su partido.

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