Ninguna formación ha registrado iniciativa alguna para regular la figura de la pareja del presidente del Gobierno. Si bien, algo parece moverse a tenor de las declaraciones públicas de los dos principales líderes de este país, después del terremoto político provocado por el movimiento judicial contra Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez.
El debate lo abrió Artículo14 el pasado 14 de abril, antes de que Sánchez se tomara sus famosos cinco días de reflexión que se han saldado con su continuidad al frente del gabinete gubernamental. Entonces, solo el PP se mostró proclive a estudiarlo, aunque sin detallar propuestas al respecto.
Politólogos y analistas expusieron su posición. “El caso aconseja, quizá, rellenar ese vacío normativo para evitar las zonas grises y borrar cualquier duda ética sobre las actividades de la consorte”, abogó la columnista de este periódico María Dabán. Se sumó a esta tesis el escritor Daniel Gascón: “A la vista de los acontecimientos, sería lo mejor”. Y aún la Justicia no había ni entrado en el caso de Gómez. Más reacio se mostró Pablo Simón, para quien la discusión “debe ser más ética y moral que legal”.
Ahora, en la resaca del anuncio del presidente, el asunto ha llegado a la arena política. ¿La pareja del jefe del Gobierno ha de tener actividad pública y una Oficina específica como ocurre en otros países? En sendas entrevistas, han preguntado tanto a Sánchez como a Alberto Núñez Feijóo si se debe regular su figura, y ambos no cerraron la puerta a ello, aunque no entraron en ningún tipo de concreción.
En la Cadena Ser, Ángels Barceló preguntó específicamente por la cuestión al jefe del Gobierno. “Yo puedo estar de acuerdo en eso y es un debate que a lo mejor podemos abrir”, destacó Sánchez, aunque a renglón seguido añadió: “Pero me parece injusto que se abra en base a bulos y a desinformación”. Esto es, no rechaza estudiar una fórmula aunque se niega a que se vincule a la polémica que está rodeando a su mujer.
Al líder del PP también le abordaron por la misma cuestión solo unos días antes. Fue Rafael Latorre en Onda Cero. “¿Le va a pedir usted a su pareja que deje de trabajar si es presidente?”, le interrogó. “No, evidentemente. Ahora bien, lo que sí que le voy a pedir es que no tenga contratos con la empresa pública (…) y si tiene un espónsor para hacer su trabajo y resulta que son posteriormente adjudicatarios de la empresa pública, eso no se lo voy a consentir (…) Pero sabe lo que pasa, que ella jamás lo haría. Ella no lo haría”, contestó Feijóo.
Para el jefe de la oposición, la clave pasa por “reforzar las condiciones de transparencia que se aplican al entorno familiar más próximo del presidente para prevenir cualquier tipo de intereses”, y en ello trabajará su partido en el marco de un plan de regeneración democrática. Así lo anunció ante sus diputados y senadores este martes en el Congreso.
Si bien, siempre precisando, en boca de un portavoz autorizado: “Más allá de que haya una regulación específica, a lo que no nos oponemos, lo cierto es que hay cuestiones jurídicas y también éticas que ya están vigentes” y que “chocan” con los vínculos labores de Gómez. “La actual normativa y también el uso responsable de las instituciones ya habrían desaconsejado algunas de las decisiones que han tomado Sánchez y su mujer”, remataron las fuentes consultadas en el PP.
Así pues, aunque en esencia PSOE y PP parecen estar de acuerdo en la necesidad de abrir el melón, en la práctica su enfrentamiento es tal que nada apunta a que vayan a trabajar en ello. Y menos conjuntamente. De hecho, Sánchez se quejó de que quieren a su mujer “en casa con una mano encima de la otra” y Feijóo replicó que él “jamás” ha dicho “que ninguna mujer se quede en casa, tampoco la suya”.
Génova no cree que Sánchez haya dado las explicaciones oportunas sobre su mujer, y por ello el partido da por descontado que acabará sentado en la comisión de investigación en el Senado. De momento, han registrado una petición de comparecencia en el Congreso. “Me tendrán que decir de qué se acusa a mi mujer”, se revolvió el presidente en la SER, negándose a hablar de lo que califica como “bulos”.
Además, tal y como avanzó Artículo14, aumenta la presión interna en el PP para que también se llame a la propia Gómez en la Cámara Alta. “Paso a paso, pero no está descartado”, reconocen fuentes del grupo parlamentario en el Senado.