Crisis en el PSOE

Sánchez tensiona todavía más a los barones antes de su reunión: “Amenazar es lo último”

Además del runrún sobre posibles cambios, Gobierno y PSOE se enredan en la comparación de la fiscalidad de Teruel, Soria y Cuenca con la catalana

Pedro Sánchez en la sede del PSOE en Madrid. EFE

La situación en el PSOE no es “nada normal”, a la espera del Comité Federal que se celebrará el sábado, y en el que Ferraz ha retado a las federaciones críticas a pronunciarse sobre el acuerdo con ERC que instaurará la llamada “financiación singular” catalana. Fuentes de distintos territorios reconocen la tensión que alberga el partido a las puertas del Comité Federal que dará oficialmente el pistoletazo de salida para el 41 Congreso Federal, que prevén celebrar a mitad de noviembre, y en el que el secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, espera blindarse ante los escasos barones aún críticos.

Después de mostrar su enfado y de optar por la discreción durante el mes de agosto, los barones socialistas miden hoy sus pasos con especial cautela. Algunos muestran su malestar abiertamente ante los mensajes de Ferraz para que den la batalla argumental el sábado: “Amenazar es lo último”, advierten en uno de ellos. En Aragón, la Ejecutiva de Javier Lambán ya ha expresado que considera “lesivo” este pacto, y por tanto no han dejado matices a la interpretación.

Otros territorios inciden en que su postura “es la misma” que la manifestada en agosto, y esperan al momento oportuno para mover ficha, intentando no levantar una nueva polvareda hoy. El lunes, en rueda de prensa, el secretario general extremeño, Miguel Ángel Gallardo, tuvo que afrontar varias preguntas por el sentido de voto de los socialistas de la región cuando el acuerdo llegue al Congreso, previsiblemente como una reforma de la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades Autónomas (LOFCA). Incidió en que el concierto catalán “no está en la Constitución”, sin dar más detalles.

Y hay un tercer grupo en el que se sienten directamente interpelados por la llamada de la portavoz del PSOE, Esther Peña, a abordar esta materia ante el Comité Federal. El lunes, Peña también reclamó a los presidentes autonómicos (la mayoría son del PP) que planteasen abiertamente el modelo de financiación al que aspiran. Teniendo en cuenta que en territorios como Navarra o Asturias gobiernan socialistas más alineados con la dirección federal (María Chivite y Adrián Barbón), la fórmula alude al castellanomanchego Emiliano García Page, entre los más críticos con el pacto catalán.

En su entorno recuerdan que en diciembre de 2021 el Ministerio de Hacienda ya remitió a las CCAA una propuesta para “iniciar el debate” sobre la reforma de la financiación autonómica. Desde Castilla La-Mancha respondieron en enero de 2022, reclamando un fondo específico contra la despoblación, si bien dicen no haber vuelto a abrir este debate. Entienden que su modelo está más que explicado, y cuestionan por qué, hasta ahora, esta materia no había retornado a la agenda.

Incluso creen que, cuando compareció en rueda de prensa el lunes, mientras seguía reunida la Ejecutiva Federal, Peña lo hizo “sin mucha información” sobre esta cuestión. Su intervención levantó ampollas cuando señaló como casos de financiación diferenciada, “la primera fiscalidad diferencial y singular”, los de provincias como Teruel, Cuenca y Soria, en riesgo de despoblación. Lambán reaccionó afirmando que comparar la situación de Cataluña con la fiscalidad de estas provincias es “un insulto a la inteligencia”, como recogió el Heraldo de Aragón.

“Nos quieren tomar por tontos”, afirmó el martes el consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina. “Decir que Soria, Teruel y Cuenca tienen un sistema singular de financiación, desde luego es insultar no solamente a esas tres provincias, sino a todos aquellos que estamos peleando por tener un sistema de financiación que permita la igualdad”, apostilló.

Patxi López corrige, Pilar Alegría secunda

El Gobierno, poco después, se enredaba con estas declaraciones. Mientras el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, reconocía que la situación de estas provincias “no es comparable” con la de Cataluña, la ministra Pilar Alegría, portavoz del Ejecutivo, iba a más, en su comparecencia posterior al Consejo de Ministros. “Siempre hemos trabajado manteniendo el respeto y teniendo en cuenta las singularidades de todos los territorios, como Cataluña, pero también Baleares, Canarias o esas tres provincias”, afirmó.

La situación es particularmente tensa para los secretarios generales de los territorios que han sido abiertamente críticos -con excepción de Page, que gobierna-, o que Ferraz no considera lo suficientemente cercanos a sus posiciones. Después del Congreso Federal tendrán que celebrarse nuevos cónclaves en los respectivos territorios. Los barones son plenamente conscientes, y por eso miden sus pasos.

Por lo pronto, el Gobierno y Ferraz rebajan la gravedad de la situación. Fuentes del Ejecutivo insistían en señalar este martes que es el PP quien tiene “un problema” con la financiación autonómica. Afirmaron que Génova ha ordenado a los barones no hablar sobre esta materia, no detallar qué criterios creen que deben pesar más en un futurible nuevo modelo.

En el cuartel general socialista, antes del incendio por las palabras de la portavoz, incidían en que el sábado será “un buen momento” para abordar las “disensiones” sobre el pacto catalán y la reforma del modelo de financiación. También dieron a entender que esperaban un Comité Federal tranquilo. En los territorios no tienen la misma percepción, pero aún no precisan hasta dónde subirán los decibelios.

Las miradas están puestas en la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, que este miércoles comparece en el Senado. El PP, con mayoría absoluta en la Cámara Alta, forzó su comparecencia después de no lograr hacer lo propio en la Diputación Permanente del Congreso. La número dos del Gobierno y del partido será interpelada por cómo rechazaba hasta hace poco más de un mes cualquier “cupo” o “concierto” para Cataluña. Le preguntará por qué entiende que no puede usarse ninguna de estas palabras para aludir a este pacto, como ha afirmado a posteriori. La reacción contraria de la oposición se da por descontada; la de ERC o Junts está por calibrar. La de los barones se verá este sábado, si no hay una mecha que la detone antes.

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