“Quedó muy mal”. En estas tres palabras resume un ministro la última intervención Pilar Alegría en la rueda de prensa posterior a la reunión del gabinete de Pedro Sánchez. En el núcleo duro del presidente tampoco gustó. Una gota más en el vaso de agua casi lleno que coloca en el disparadero a la portavoz del Gobierno, según trasladan a Artículo14 fuentes cercanas al socialista.
La cita con los medios de comunicación el pasado martes no era fácil. La Audiencia Provincial de Madrid había avalado la investigación del juez Peinado a Begoña Gómez y El Confidencial desvelaba que el Gobierno aprobó vía enmienda, con los votos del PP y Vox, la modificación de la ley orgánica 7/2014 que permitirá la excarcelación de históricos presos de ETA al conmutarles las penas cumplidas en Francia.
Ante las preguntas de los periodistas, la portavoz sorprendió al tergiversar el sentido del fallo de los magistrados de la Sala 23 y afirmar que habían hecho una “sonora enmienda” al juez por llevar a cabo una investigación “prospectiva” que estaba “próxima al archivo”. El escrito dejaba claro lo contrario y citaba que las pesquisas sobre la esposa del presidente parten de “una conducta racionalmente sospechosa”. “Una investigación prospectiva es aquella que se inicia sin una base concreta y en busca de posibles conductas delictivas sin sospechas fundadas”, argumentaba la Audiencia Provincial de Madrid para desestimar el recurso de la defensa de Begoña Gómez que pedía archivar la causa.
“Le empiezan a meter párrafos de argumentario y la matan”, lamenta un compañero de partido de Alegría que defiende que “ella es mucho mejor de lo que parece”. Pese a lo benévolo del análisis de este barón socialista, la intervención del martes de la portavoz estuvo trufada de inexactitudes también en lo referente a la conmutación de penas a los terroristas.
Alegría defendió que la ley que permitirá aliviar las penas a etarras contó con la aprobación del Consejo de Estado cuando en realidad lo que este órgano validó era el texto anterior a la enmienda de Sumar. Tampoco era el “idéntica” a la que aprobó Mariano Rajoy-como sostuvo la portavoz-. En aquel caso el sentido era el contrario puesto que se quiso evitar que se descontaran las penas en España de aquellos etarras que ya habían sido sentenciados en Francia por otros delitos.
El mal día de la portavoz va con el cargo siempre y cuando se cuente con el apoyo del “jefe”. Este no es el caso de la portavoz según confirman fuentes cercanas a Sánchez. En el equipo de comunicación de La Moncloa hay “descontento” con el papel de la portavoz en las ruedas de prensa posteriores al Consejo de ministros.
“Hay mucha lengua de madera”, explican en alusión a la expresión francesa langue de bois que hace referencia al abuso de un lenguaje vago e impreciso para maquillar la realidad y desviar la atención pública. En jerga más coloquial el diagnóstico es que Alegría está “quemada” y las fuentes consultadas dan por hecho que será relevada en el cargo cuando el presidente acometa la remodelación de su gabinete.
Está por ver si los cambios se hacen antes del Congreso Federal del PSOE que se celebrará del 15 al 17 de noviembre en Sevilla. Alegría siempre ha estado en las quinielas para sustituir Javier Lambán en Aragón, pero el barón díscolo está dando la batalla para evitar el “asalto” de Ferraz a la dirección del partido. Está por ver como acaba el pulso.
La “desilusión” de Sánchez con la portavoz del Gobierno se remonta a sus cinco días de reflexión. Cuando en el PSOE empezó a barajarse que el presidente renunciara al cargo tras la imputación de su esposa, Alegría sonó como recambio en el partido. En los mentideros socialistas corrió como la pólvora que fue “demasiado proactiva” y eso no gustó al líder.
En Moncloa sólo hablan de que Sánchez trabaja en “relanzar” una vez más su proyecto con nuevas caras que simbolicen una “nueva etapa”. El único que siempre repite es él.