Silencio. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no quiso referirse a su declaración como testigo producida este martes por la mañana ante el juez Juan Carlos Peinado ni a la querella que la Abogacía del Estado presentó contra el magistrado por “respeto” al despacho mantenido ya por la tarde con el rey Felipe VI en Palma de Mallorca. Sobre ello, dijo, se referirá este miércoles en su balance del curso político.
El jefe del Ejecutivo no quiso dar explicaciones sobre el caso de presunta corrupción que afecta a su mujer, Begoña Gómez, desde que estalla el escándalo. Siempre se ha limitado a afirmar que es “fango” y que no ha habido irregularidades en los vínculos laborales de su esposa.
Había una expectación enorme por las primeras palabras del líder del Gobierno, tras verse cara a cara ante el juez Peinado y su posterior querella. Pero, pese ser interrogado por la prensa tras su reunión con don Felipe VI, evitó pronunciarse: “En un despacho con el jefe del Estado, entenderán que no deba, ni pueda, ni quiera referirme a ello”, aseveró.
Este miércoles, el presidente comparece en una rueda de prensa para hacer balance del año político. Moncloa tenía prevista hacerla el lunes, pero decidió retrasarla al día después del trance judicial. “Ha estado muy tranquilo”, enfatizaron al respecto fuentes gubernamentales. Así lo transmitió el propio Sánchez durante el transcurso del Consejo de Ministros.
No se refiere a las críticas de Page
En la capital balear, tras verse con el monarca, otro de los temas que copó su comparecencia fue el del preacuerdo entre el PSOE y ERC para investir como presidente catalán al socialista Salvador Illa. Un tema del que sí quiso hablar, para reflejar satisfacción. Incluso quiso mostrar que este pacto es “positivo para Cataluña y España”, así como “su respecto” por la votación que las bases de la formación independentista tiene pendiente.
Preguntado sobre las críticas de Emiliano García-Page y Javier Lambán acerca de la creación de una financiación singular para Cataluña si se ejecutara el pacto, Sánchez las orilló indicando que “hay un respaldo unánime de la Ejecutiva socialista”.
Asimismo, el líder del PSOE añadió que no va a aceptar ninguna lección del PP, “un partido que promueve la privatización de la educación o la sanidad en las comunidades donde gobierna”. Cabe recordar que los populares se han mostrado radicalmente en contra de este preacuerdo por que creen que romperá la solidaridad entre autonomías. Pese a estas críticas y a las internas, Sánchez subrayó que dicha solidaridad “está garantizada”.
Debido a su presencia en Palma de Mallorca, el presidente hizo referencia a la “singularidad” fiscal balear. Poniéndola como ejemplo, pidió que se tenga la misma “empatía que se tiene con otros territorios” y que “no esté reñida” con la igualdad entre los españoles, “que está garantizada”.
Conferencia de presidentes
A su vez, Sánchez anunció que convocará una conferencia de presidentes autonómicos. Otra petición que los barones del PP venían reclamando con insistencia durante las últimas semanas con motivo de la financiación singular. Sobre la tardanza para su convocatoria, el jefe del Ejecutivo mencionó que ha esperado a que se conformaran los nuevos e “importantes” Ejecutivos autonómicos -tales como el gallego, vasco y el catalán-. Asimismo, avanzó que el principal tema que se pondrá sobre la mesa será el referente a la vivienda.
Sánchez también tuvo palabras para la migración de los menores no acompañados. Después de señalar que el PP “ha asimilado el discurso de la ultraderecha” -en referencia a Vox- pidió a la formación popular que reconsidere dicha postura.
Por otra parte, el líder socialista dijo que pese a ser “año difícil” desde el punto de vista internacional, “España se sitúa en la cabeza de las principales economías europeas”. “España va en una posición destacada en términos de empleo. Tenemos récords históricos”, agregó. Profundizando en su discurso económico, mencionó que el Ejecutivo quiere que estos datos macroeconómicos “tengan una traslación en el día a día de nuestros ciudadanos”.
Por ello, avanzó su intención de revalorizar las pensiones, así como hacer una “apuesta decidida” por la vivienda. Es más, expuso el principal compromiso de su Gobierno: hacer de esta legislatura “la de la vivienda”. En este sentido, se marcó el objetivo de haber construido 180.000 viviendas a precio asequible al finalizar este mandato.