El Gobierno espera presentar los Presupuestos Generales del Estado para 2025 al arranque del próximo año, y prevé que las cuentas públicas salgan adelante en el primer trimestre, antes de que concluya marzo. Son los escenarios que han trasladado los propios Pedro Sánchez y María Jesús Montero este viernes, en conversaciones informales con los medios de comunicación, en los corrillos posteriores a la celebración institucional del día de la Constitución, en el Congreso de los Diputados.
El jefe del Ejecutivo ha reconocido que las negociaciones con Junts per Catalunya avanzan de forma discreta, y ya ultiman el pacto para transferir las competencias en materia de inmigración a la Generalitat de Cataluña. El partido de Carles Puigdemont arrancó este compromiso al Gobierno en enero, y hoy reclaman su cumplimiento antes de permitir el avance de las cuentas públicas. “Vamos a ver si podemos culminar [esa negociación]”, “necesitamos discreción”, explicó.
Por su flanco izquierdo, Sánchez aún aguarda que ERC renueve su liderazgo en la segunda vuelta de su congreso, el 14 de diciembre. Una vez se despeje la incógnita sobre el liderazgo de Esquerra, la intención de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda es redoblar la frecuencia de los contactos -prefiere hablar de “conversaciones”, no de “negociaciones”-. Planea presentar la nueva senda de déficit inmediatamente antes de llevar las cuentas a la Cámara.
En este punto, Montero presiona a sus aliados parlamentarios, y afirma que el Consejo de Ministros sólo aprobará una nueva senda si logran un pacto que garantice su aprobación. Si no hay acuerdo, sostiene que llevarán los mismos números que ya tumbó Junts per Catalunya en julio, y que después volvieron a presentar en el Congreso para luego retirarlos, ante la certeza de que volverían a naufragar.
Por otro lado, el presidente ha presumido de la situación política y económica: “España vive uno de los mejores momentos de las últimas décadas”, “España está en un momento envidiable”. Sostiene que existe un “vínculo fuerte” entre el votante progresista y la acción de gobierno, y carga contra los partidos de la oposición: “La oposición que tenemos no es política”, porque “no hay política detrás del insulto, del ruido y de la descalificación”.
También ha considerado “débil” al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, así como a su “proyecto” político, “porque no tiene”. Su “desplome” como líder en las encuestas “no tiene precedentes”, “la valoración de sus votantes es paupérrima”, criticó. En contraposición, vende que los suyos sí tienen “proyecto, liderazgo y partido”, que son un “Gobierno limpio” peleando contra quienes han dejado a un lado “el debate legítimo de ideas”, y hoy están “en la destrucción del adversario”.
“El acoso se volverá en contra de los acosadores”
En línea con su intervención de cierre en el 41 Congreso Federal del PSOE, hace una semana, Sánchez ha vendido dos ideas fuerza: su promesa de que el PSOE recuperará “poder municipal, territorial” y “va a ganar las elecciones” en 2027. También que aguantarán “el ruido”, y el acoso”.
Los frentes judiciales que tiene abiertos el Gobierno han estado presentes en casi todas las conversaciones en la sala de los Pasos Perdidos del palacio de la Carrera de San Jerónimo. Preguntado por si el Ejecutivo se considera víctima de acoso judicial, Sánchez ha respondido que el “acoso al que someten al Gobierno”, “se va a volver en contra de los acosadores”. “El tiempo pone las cosas en su sitio”.
La denuncia de este “acoso”, considerada “victimismo” por parte de algunas figuras de peso en el PSOE, es la piedra angular de la estrategia de Moncloa. Tras la citación como investigado de su hermano, David Sánchez, o de las acusaciones del empresario Víctor de Aldama en sede judicial a dirigentes socialistas como su secretario de Organización, Santos Cerdán, Sánchez ha negado que este haya sido un mes “complicado”. “Tenemos tranquilidad, el acoso hace mucho ruido pero el tiempo pone las cosas en su sitio, y el acoso está condenado al fracaso”. “No nos van a quebrar”, prometió.
Feijóo: “La ansiedad habita en La Moncloa”
Por su parte, el líder del PP ha negado la versión del Ejecutivo sobre su supuesta “tranquilidad” ante los escándalos. “La ansiedad habita en La Moncloa”; “Esto no da más de sí”, aseguró. Él sí concede credibilidad a las acusaciones de Aldama, y abre la puerta a su citación en la comisión de investigación sobre el caso Koldo, en el Senado.
Además, Feijóo ha cargado contra el Gobierno por no aportar “ningún documento” ni “propuesta por escrito” en la reunión del jueves con el PP y el Gobierno de Canarias. Espera en vía muerta la frustrada reforma de la ley de extranjería de Sánchez, para establecer cupos obligatorios de repartos de menores migrantes entre las distintas comunidades autónomas. Aquí, tanto el jefe del Ejecutivo como el líder del PP sí piensan lo mismo: el acuerdo se antoja “muy difícil”.