La hemeroteca recoge innumerables crónicas que documentan la promesa de Pedro Sánchez de que “ésta va a ser la legislatura de la vivienda”. Volvió a pronunciar esta misma frase el viernes, ante la Ejecutiva Federal de su partido, a la que reclamó que se vuelque en defender el nuevo paquete de medidas que prevé detallar este lunes, en un foro convocado expresamente para abordar esta materia.
Ante empresarios del sector y patronales, Sánchez escenificará un anuncio “importante”, según fuentes de La Moncloa. Aunque en público defienden su labor, en privado desde el Gobierno reconocen desde hace meses que apenas han logrado avancespara favorecer el acceso a la vivienda. Sus socios de coalición, así como sus aliados parlamentarios, son mucho más duros.
Desde Sumar, que no esconde su enfado con la ministra del ramo, Isabel Rodríguez, a los partidos que sustentan al Ejecutivo con sus votos en el Congreso. No confían en que el PSOE tenga voluntad real de atajar este problema, y critican que Sánchez haya dejado pasar más de año y medio desde la campaña electoral a las municipales y autonómicas, en mayo de 2023, sin que apenas se perciban novedades en lo que toca a la construcción de vivienda pública. Toda su campaña se cimentó sobre la promesa de construir 180.000 viviendas públicas.
En las filas de Yolanda Díaz sostienen que el Ministerio de Rodríguez, a día de hoy, “no sirve para nada”. Iniciativas como la regulación de los alquileres temporales han llegado después de meses de presiones, de manifestaciones multitudinarias por el derecho a la vivienda, y entre declaraciones de la ministra que han logrado encenderles. Es, junto con la reducción de la jornada laboral que hoy les enfrenta con el PSOE, el principal reto de la legislatura. Y Rodríguez, su bestia negra. La propia ministra asumió el viernes que éste es uno de los principales problemas para la ciudadanía.
Si no dan respuestas que contribuyan a aliviar la situación, entienden que no tendrán la menor opción de reeditar el Gobierno. Las encuestas, a día de hoy, apuntan a que no les darán los números para un nuevo mandato, pero ellos insisten: no podrá ser si no aportan soluciones a esta problemática.
Sánchez y Rodríguez intentarán este lunes recuperar la iniciativa política, disputar la bandera de la lucha por la vivienda y tratar de reconstruir la confianza perdida. Para ello, desde el Ejecutivo afirman que intentarán vender la responsabilidad del PP. Por ejemplo, poniendo el foco en su rechazo a la ley de suelo, presionándoles para pactar una modificación que tenga los votos necesarios para lograr el aval del Congreso.
La ministra hará balance de las políticas desarrolladas hasta la fecha, y volverá a apostar por impulsar actuaciones desde la colaboración público-privada, con el ejemplo de la operación Campamento sobre la mesa. También recordará el uso de suelos dotacionales para favorecer el alojamiento de los alumnos de las universidades públicas, y apostará por fórmulas como los derechos de superficie para el alquiler asequible.
Habrá dos mesas de debate: “Ampliación del parque de vivienda asequible” y “Regulación y movilización del alquiler residencial”. Será Sánchez quien clausure el foro.
Otras fuentes del Ejecutivo apuntan también a que el presidente y la ministra podrían abordar el aumento de la tributación de las sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria (Socimis). Sumar planteó que estas sociedades anónimas, pensadas para la inversión en activos inmobiliarios, tengan que afrontar una tributación del 25% en el Impuesto de Sociedades.
Esta iniciativa ya fue aceptada por el Ministerio de Hacienda cuando ambos socios negociaron el paquete fiscal del Ejecutivo, que logró luz verde en el Parlamento a finales de diciembre. El PSOE, que había anunciado un acuerdo fiscal con Sumar cuando el texto aún no había llegado a pleno -ni siquiera había superado el filtro de la comisión-, votó en contra de la enmienda introducida por sus socios para establecer esta tributación.
Previsiblemente, también habrá novedades sobre la empresa pública con capacidad de construir vivienda, comprometida por Sánchez como broche de oro al 41 Congreso Federal del PSOE, el 1 de diciembre.
Incluso se contempla que haya menciones al impulso del modelo de vivienda cooperativa en cesión de uso. El PSOE registró una proposición no de ley (PNL) para su debate en la comisión de vivienda. Persigue “reconocer y popularizar este tipo de vivienda”, toda vez que “no es especulativo y no tiene ánimo de lucro”. Esta fórmula supone un ahorro a los inversores, porque crean una sociedad que ejerce como promotora, y los socios se distribuyen los inmuebles a precio de coste de construcción.
Y, vistos los precedentes, en las filas socialistas hay quienes aventuran que Sánchez saque otro conejo de la chistera, comprometiéndose a abrir una línea de actuación inédita hasta la fecha. Por lo pronto, después de año y medio de legislatura, el Ejecutivo está lejos del objetivo que se marcaron PSOE y Sumar en el acuerdo de coalición: aumentar el parque público de vivienda para alquiler asequible, “para elevar su peso hasta el 20% del parque total de vivienda”.
El PP disputa la bandera
Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se reunió durante el fin de semana con los barones conservadores, en Asturias. Escenificaron la búsqueda de nuevas recetas para aplicar en los ayuntamientos y comunidades autónomas en las que gobiernan, con el foco puesto en la rehabilitación de viviendas.
Como colofón, Feijóo anunció que las comunidades del PP reducirán el impuesto de la vivienda usada al 4%, para facilitar que los jóvenes puedan comprar. También acordaron que estas comunidades avalen las hipotecas para que no tengan que pagar entrada.
“Feijoo improvisa un ramillete de ocurrencias vacías y medidas que ya existen y las presenta como su gran plan de vivienda”, aseguraron desde el Ministerio de Vivienda poco después. El lunes les servirá para intentar arrebatarle el foco al PP, pero sus socios en el Consejo de Ministros y en el Congreso de los Diputados no esperan grandes sorpresas.