Cumbre en Moncloa

Sánchez no pacta nada con Feijóo y se da hasta junio para aumentar el gasto en defensa

Desconfianza total entre Sánchez y Feijóo en su reencuentro tras quince meses sin hablarse. El líder del PP se abre a apoyar a Sánchez si decide llevar su plan de Defensa al Congreso

Pedro Sánchez recibe este jueves al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Palacio de la Moncloa para abordar la seguridad en Europa y el gasto en defensa. EFE/Javier Lizón

Nueve reuniones con distintos partidos para poder atar un solo apoyo, el del PNV. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vendió este jueves en La Moncloa algunas de las ideas con las que trabaja en su incipiente plan para incrementar el gasto en defensa. Sus propios aliados parlamentarios rechazaron destinar más recursos a estas partidas, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, le criticó duramente por “no tener un plan”.

Sin embargo, fuentes del partido conservador aseguraron a posteriori que Feijóo sí se sentaría a negociar si el jefe del Ejecutivo somete sus planes al escrutinio, debate y votación en el Congreso de los Diputados. Si no suma al PP a un hipotético frente en el que el PNV se reconocería “cómodo”, en palabras de Aitor Esteban, el respaldo de Sumar será insuficiente, y Sánchez deja ver que actuará sin el concurso del legislativo.

Como le prometió a Yolanda Díaz, el jefe del Ejecutivo afirma que no tocará “un céntimo de euro” de las partidas destinadas al gasto social, y que el incremento del gasto en defensa y seguridad servirá para propiciar “un salto tecnológico”. “Creemos tecnología, industria y economía en Europa”; “Tenemos que involucrar a todo el tejido empresarial, fundamentalmente a las startups”, apostilló.

El objetivo es que esta inversión, que aspira a absorber recursos de cinco potenciales mecanismos europeos, sirva para desplegar capacidades ante las amenazas más probables. En el caso de España, el riesgo no es “que Rusia lleve sus tropas” a través de los Pirineos, sino los ciberataques -que paralizan infraestructuras-, ataques híbridos o atentados terroristas. Es hora, dijo, de que “Europa dé un paso al frente y aumente sus capacidades en seguridad y defensa”.

Por el momento, dispensa los datos con cuentagotas: las negociaciones se suceden entre los 27, y Sánchez apuesta abiertamente porque sea la UE, y no los estados a título individual, quien diseñe la respuesta y corra con buena parte de la cuenta. Sí avanza que la primera meta es llegar a invertir el 2% del PIB cuanto antes (no concreta cuándo), y que se da de plazo hasta junio. “El objetivo es invertir mejor, y juntos”.

Será entonces, dentro de tres meses, cuando la OTAN celebrará una cumbre en La Haya (Países Bajos) que el jefe del Ejecutivo sitúa como un horizonte al que anticiparse aterrizando una hoja de ruta común. Hasta entonces, sin embargo, fuentes de Moncloa sostienen que toca revisar las necesidades y prioridades, e inmediatamente después llegará el debate sobre cómo repartir el gasto. “Ningún país está tomando decisiones”; “certezas hay muy pocas”, apostillan. El envío de tropas sigue sin contemplarse hoy, pero las incógnitas en torno a muchas otras cuestiones abundan.

El presidente apenas dio algunas pistas este jueves: considera que el porcentaje de gasto con respecto al PIB que se toma como referencia hoy (1,28%), que corresponde al año 2023, está desfasado; introduciendo nuevas partidas en este cómputo la cifra se incrementaría, y previsiblemente lo hará también cuando tengan los números de 2024. “Admiten que hicieron trampas”, reaccinó un aliado del Ejecutivo, tras una jornada en la que cuatro de sus socios habituales (ERC, Bildu, Podemos y BNG) rechazaron destinar más gasto a defensa.

“No voy a entrar en un discurso belicista”, apostilló. El grueso de sus aliados creen que, aunque sea implícitamente, ya lo ha hecho. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, directamente le avisó de que está “cavando la tumba” de la coalición, poniendo una “alfombra roja a la derecha y a la ultraderecha”. También le dijo que esta decisión “marca profundamente el rumbo” de la legislatura, deslizando que dificultará los acuerdos con su formación.

Partidos como Junts le requirieron concreción. Y todos ellos coincidieron en una impresión a la que puso palabras el diputado Néstor Rego (BNG), citando a Sánchez:  “probablemente” no contará con el Congreso para decidir sobre estas partidas.

“No hay feeling” con Feijóo

Sánchez y Feijóo llevaban 15 meses sin reunirse a solas, y éste era el principal reclamo de la jornada. El presidente del PP compareció en el Congreso después de este encuentro, para criticar que el jefe del Ejecutivo le diera “cero cantidad de información” sobre el gasto en defensa, y hasta sobre el calendario.

“Me preocupa que esté dispuesto a gobernar prescindiendo del Parlamento. En una democracia no puede haber un incremento de gasto, un presupuesto o un compromiso internacional sin que previamente esté autorizado por el Congreso. Lo contrario conduce a algo muy peligroso, que es la autocracia”, incidió.

Desde la cúpula del PP insistían, poco después, en su disposición a una negociación “limpia y seria”, si el presidente les pide sus votos, pero siempre con la Cámara Baja como escenario. La cuestión es demasiado compleja y sensible, afirman, como para volar todos los puentes, aunque dejan claro que no confían en Sánchez.

“Otros Gobiernos metieron a España en guerras ilegales, injustas, sin pasar por el Parlamento”, arremetía el presidente del Gobierno en su comparecencia, en referencia a la Guerra de Irak. Entre ambos, como reconocían en Moncloa, “no hay feeling”. “Mucho interés el PP no ha demostrado en los últimos años por estas materias”, apostillaron.

Fuentes del Ejecutivo también criticaron la “inconsciencia” del líder del PP, su apuesta por la “oposición de desgaste”, y no “por la de Estado”. El deseo que evocó  Esteban (PNV), un entendimiento a nivel europeo entre los liberales (su grupo), los socialistas y los conservadores, para afrontar juntos una crisis de esta magnitud, se quedó en eso. En un deseo. Y él fue el único que impidió que el presidente quedara en soledad total.