Primero fueron los congresos de ERC y Junts per Catalunya (octubre y noviembre de 2024); después la congelación de las negociaciones con Junts. Pero, cuando se produjo el deshielo, tras la delegación de competencias en materia de inmigración a la Generalitat de Cataluña, el Gobierno volvió a toparse con las dificultades para negociar los Presupuestos Generales del Estado para 2025. Hoy repiten que la pelota está en el tejado de los grupos, y mandan el balón hacia adelante, de nuevo.
Pedro Sánchez comparece este miércoles en el Congreso de los Diputados, y podrá escuchar de primera mano las críticas de la oposición, de sus aliados, y hasta de sus socios de coalición, a propósito de la decisión del ala socialista de no presentar las cuentas públicas ante el la Cámara Baja. Hacerlo sin tener atados los apoyos supondría “hacer perder el tiempo” al Parlamento y a los ciudadanos, afirmó el martes Pilar Alegría, ministra portavoz.
El jefe del Ejecutivo acude a la Cámara Baja para trasladar las conclusiones de los últimos dos Consejos Europeos, y para abordar su diagnóstico y sus planes sobre el aumento del gasto en Defensa ya comprometido con la Unión Europea. En esta materia, como en lo que toca a los Presupuestos, se ha topado con el rechazo de sus aliados, a los que dio algunas pistas en La Moncloa. Aunque sin aterrizar el rumbo que aspira a seguir, que hoy no le lleva a requerir los votos del Congreso.
Más allá de la amenaza del PP, que amaga con acudir al Tribunal Constitucional porque el Gobierno obvie desde hace seis meses el imperativo de presentar las cuentas, las presiones de sus socios se dejan notar.
Empezando por Yolanda Díaz, que le recuerda hace días que es “su obligación” presentarlas. Lo repitieron este martes, en el Congreso, varios dirigentes del grupo parlamentario: los Comunes se comprometieron a seguir empujando al PSOE en este sentido, IU las reclamó, y la portavoz del grupo, Verónica Barbero, replicó directamente a la ministra portavoz que este trámite “nunca” es “una pérdida de tiempo”. Sólo Compromís priorizó las ayudas a las víctimas de la Dana a esas nuevas cuentas.
El PNV advierte desde hace meses de que sin Presupuestos el Gobierno puede continuar actuando, aunque “de mala manera”. Y los exige Podemos. Javier Sánchez Serna, diputado morado, acusa al PSOE de haber “renunciado” a presentar las cuentas para “aumentar el gasto militar de tapadillo”.
Los suyos están convencidos de que el motivo real por el que el Ejecutivo no intenta recabar apoyos es, precisamente, la división entre todas las fuerzas sobre el incremento de la inversión en Defensa. Parte de este debate se materializará en el Congreso este miércoles, donde no se vota nada: los grupos responderán al presidente, pero no se aprobará resolución alguna.
En las últimas semanas, tanto ERC como Junts han dejado ver que no se dan las condiciones para esta negociación. Y, mientras el Gobierno mantiene que hay contactos, el grueso de partidos rebajan peso a estas conversaciones exploratorias.
Sánchez ha vuelto a notar el fuego amigo. El presidente de Castilla-La Mancha, el barón crítico Emiliano García-Page, afirmó el lunes que si los nuevos Presupuestos salen “con peajes de Puigdemont, es mejor que no salgan”. El martes, insistió en que el PSOE debe romper el pacto “antinatura” con Junts, y afirmó que puede llevarles “a la ruina”, “como proyecto y como partido”.
El Gobierno señala a los barones del PP: “Hemos incumplido todos”
El ala socialista del Ejecutivo mantiene que no están dispuestos a “dar posibilidad” de llevar a la Cámara unas cuentas públicas destinadas a un naufragio seguro. Preguntados por si este escenario debilitaría a la coalición en su conjunto, una mayoría de voces de Sumar rebajan el hipotético daño, pero otra reconoce que sería un problema. Constataría, de forma palmaria, que no tienen apoyos. Y podrían desembocar en una convocatoria electoral.
Por lo pronto, la posición del socio mayoritario en el Gobierno es tratar de naturalizar la “presión” que hacen los grupos para “mandar mensajes”. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se reserva -con Sánchez- la decisión de pulsar el botón de la tramitación parlamentaria cuando tenga claro “si merece más la pena” apostar por unas cuentas este mismo año, o intentarlo ya de cara a 2026. Ya no quieren hablar de plazos, e inciden en que las prórrogas presupuestarias se han venido produciendo “toda la vida”.
“Hemos incumplido todos”, abundan, señalando a los Ejecutivos de las comunidades autónomas. “Los barones del PP incumplen”, “que nos lleven a todos a la cárcel”, ironizan. Otra voz de Moncloa critica que “hay comunidades que tienen Presupuestos de Gobiernos anteriores”. “Y eso sí es un problema”, sentencia.
El Ejecutivo asume que desde Sumar “saldrán duros” con el gasto en Defensa
Por otro lado, desde las filas de Sánchez asumen que sus aliados de Sumar “saldrán duros” en sus críticas por el aumento del gasto en Defensa, pero no esperan ninguna “barbaridad”. Le restan hierro, porque explican que Sumar necesita “su propia postura”, y hoy “la construyen desde la discrepancia”, “maximizando” estas diferencias.
De cara al discurso de Sánchez, anticipan que hará “mucha pedagogía” para “concienciar” de la situación que hoy se vive en Europa. “No es un debate de anuncios. Es de pedagogía y filosofía”, afirman fuentes de Moncloa. Sostienen que le servirá para explicar “qué se juega la UE”, además de la “oportunidad de país” que aprecian para España en este contexto. No se prevé que el presidente facilite cifras ni plazos concretos sobre cuándo espera alcanzar la inversión del 2% del PIB en estas materias.
Además, dan por hecho que el Congreso volverá a vivir un pleno crispado”, porque pronostican que la oposición no se centrará en los temas a tratar. Y que el PP aprovechará para montar “un pollo”.
Y, pese a las reiteradas advertencias de sus socios de izquierdas sobre el incremento en Defensa, de ERC a Bildu, pasando por Podemos -más Sumar-, sostienen que no se verán “solos”, “tan en desacuerdo” como se han visto retratados hasta la fecha. “Se tiene que visualizar que todos estamos en contra de la guerra en Ucrania”, que el momento es “difícil y requiere de “altura de miras”, argumentan.
También se venden como “alineados” con Sumar “en la importancia de no reducir el gasto social”, y apuntan a que el presidente intentará ceñirse al término “seguridad”. El lunes, la vicepresidenta segunda arremetió contra el plan de la Comisión Europea para movilizar 800.000 millones para incrementar el gasto en defensa y seguridad, y advirtió de que sus discrepancias son de rumbo, no semánticas.
En Moncloa repiten que el pleno servirá para mostrar que las distintas posiciones no están tan alejadas. Hasta la fecha, buena parte de sus aliados han recriminado a Sánchez que comprometiera este incremento. Y, más aún, que no haya previsto contar con el Congreso antes de dar estos pasos.