El reciente aviso de Junts a Pedro Sánchez ha agitado la escena política española. En el núcleo de la advertencia está la posible detención de Carles Puigdemont. El partido soberanista ha dejado claro que si el expresidente catalán es arrestado, considerarán roto el acuerdo alcanzado con el PSOE. La estabilidad de la legislatura socialista podría estar en peligro, ya que los independentistas catalanes son fundamentales para su mayoría parlamentaria. Desde luego, el actual conflicto catalán está dejando en evidencia la fragilidad de las alianzas políticas del PSOE en un contexto de tensiones regionales persistentes. Parece que la ley de amnistía no va a ser suficiente…
El pacto entre Junts y el PSOE se estableció para asegurar la investidura de Pedro Sánchez como presidente. Sin embargo, este acuerdo siempre ha estado en una cuerda floja —desde el primer día— condicionado por la situación legal de Puigdemont. La promesa de la amnistía fue un punto crucial en las negociaciones. Sin embargo, a pesar de haber sido aprobada por el Ejecutivo, la detención del expresidente catalán alteraría dramáticamente este escenario, provocando una crisis de confianza entre los aliados.
Si detienen a Puigdemont, se rompe el acuerdo entre Junts y Sánchez
Jordi Turull, secretario general de Junts, ha sido muy claro a este respecto: la detención de Puigdemont sería vista como una traición al pacto. Esta postura se ha reforzado con declaraciones de otros líderes del partido, que ven la detención como una acción inaceptable que invalidaría cualquier compromiso previo. Turull ha subrayado que el acuerdo nunca fue concebido como un cheque en blanco y que las condiciones actuales requerirían una revaluación completa del pacto.
Carles Puigdemont, huido de la justicia española desde 2017, sigue siendo una figura central en la política catalana. Su situación legal, que incluye acusaciones de malversación, mantiene un estado de tensión constante entre el gobierno central y los independentistas catalanes. La posible detención de Puigdemont no solo afecta a Junts sino que también pone en riesgo la estabilidad del gobierno de Sánchez, quien depende del apoyo de los independentistas para mantener su mayoría.
¿Qué va a pasar con la legislatura en las próximas semanas?
El PSOE, consciente de la fragilidad de la situación, se encuentra en una posición complicada. Sánchez no puede intervenir directamente en el proceso judicial de Puigdemont sin violar la separación de poderes. O no debería, visto su historial. Eso, desde luego, limita sus opciones para apaciguar a Junts. El arresto de Puigdemont podría desatar una crisis política significativa. Potencialmente, nos llevaría a nuevas elecciones autonómicas en Cataluña y a una reorganización del apoyo parlamentario en Madrid. Tal vez a unas elecciones generales.
Si Junts decide romper el pacto, el panorama político español se volvería aún más incierto. El PSOE tendría que buscar nuevos aliados o enfrentarse a la posibilidad de un gobierno minoritario. La opción de nuevas elecciones sería una apuesta arriesgada para todos los partidos, dado el clima político polarizado y las crecientes tensiones regionales. Por otro lado, un acuerdo renovado con Junts requeriría concesiones significativas, y eso podría tener un nuevo coste político para Sánchez. En resumidas cuentas, está en la cuerda floja.