En eso de “Hacer de la necesidad virtud”, Sánchez presenta un “plan de regeneración democrática” justo la semana en que su mujer se enfrenta a la declaración en el juzgado de Plaza Castilla. Trata de construir el relato de que su mujer está siendo “atacada” por la “máquina del fango” y eso le motiva para intentar frenar en las Cortes lo que, a su juicio, está erosionando la democracia.
De ahí ese nuevo plan de control de medios que tratará de dotar a la prensa “de independencia y pluralidad” y combatir “las fake news”. Un plan de regeneración que no incluye la regulación del cónyuge del presidente a pesar de que Sánchez se abrió a estudiarlo. “En los apartados que se han puesto sobre la mesa no tendría lugar”, sentencian fuentes autorizadas socialistas consultadas por Artículo14.
Pero más allá del relato político hay incomodidad. Fue evidente que en su viaje a Reino Unido, a menos de 24 horas de la declaración de su mujer, Sánchez rehuyó las preguntas de los periodistas acerca de la citación de este viernes. Las rehúye deliberadamente. Otra prueba de esa preocupación es que vuelve a dejar limpia su agenda, al igual que lo hizo el 5 de julio.
En las filas socialistas empiezan a inquietarse. Sobre todo, por lo acontecido esta última semana que pone aún más contra las cuerdas a Begoña Gómez. Para empezar, su amigo y compañero de máster, Juan Carlos Barrabés, admitió en su declaración ante el juez reuniones en el Palacio de la Moncloa con Begoña Gómez y hasta en dos ocasiones con la presencia de su marido, Pedro Sánchez.
Y otro de los asuntos que complicará a Gómez su cara a cara con Peinado es el informe enviado al juez por la Universidad Complutense. El software creado por Indra, Telefónica y Google de manera gratuita para el máster que instruían Gómez y Barrabés en la universidad pública fue objeto de investigación en el seno del organismo académico para dilucidar si había apropiación indebida por parte de la mujer del presidente.
Resulta que Begoña Gómez controla el 100% de la empresa que ofrece el software. Habría registrado la aplicación informática en la Oficina Española de Patentes y Marcas a su nombre. En el informe se apunta que se solicitó información a Begoña Gómez por el software, pero nunca la aportó. El documento reconoce que un organismo académico no puede ir más allá con la investigación y por eso solita al juez “Que se tengan por hechas las manifestaciones contenidas en el presente escrito (…) con el fin de procurar averiguar si en la conducta de los órganos de dirección de la Cátedra han existido conductas no ajustadas a Derecho”.
Esos dos elementos también molestan a los socios de gobierno. Aitor Esteban del PNV dijo este miércoles en el Congreso: “Señor presidente, le voy a ser muy sincero; a mí lo que me sorprende es que nadie diga que hay cosas simplemente que no se deben hacer, no porque las prohíba la ley, sino que no se deben hacer; que nadie hable de ética y estética en vez de ordenamiento jurídico”. Y Gabriel Rufián de ERC le preguntó a Sánchez: ¿Qué ha venido a hacer hoy aquí después de tres meses y cinco días de reflexión? Pareciera una tomadura de pelo”, refiriéndose al oportunismo del presidente para presentar un plan de regenración democrática poco concreto.
Si bien, su núcleo duro sigue defendiendo la inocencia de la mujer del presidente. “Se le está haciendo una auténtica labor de inspección a la vida de Begoña Gómez -mujer del presidente Pedro Sánchez- a ver si se encuentra algo, y esto desde la óptica penal es inconcebible, porque esto es una investigación prospectiva en toda regla, prohibida por la ley”, sentenció Oscar Puente este jueves.