Sánchez avanza ayudas por 10.600 millones y pide ahora auxilio a la UE tras la DANA

El presidente comparece en la Moncloa para detallar el plan en tres fases que ha aprobado el Consejo de Ministros. Ciudadanos y empresas de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía podrán reclamarlas

Pedro Sánchez - Política
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia ante los medios EFE

El Gobierno no arrebatará el timón de la gestión de la catástrofe provocada por la DANA al Ejecutivo valenciano, pero anuncia un plan en tres fases que regará con una lluvia de 10.600 millones de euros. Movilizará esta cantidad para aprobar ayudas directas, beneficios fiscales y líneas de crédito (5.000 millones a través del ICO),  para las empresas y particulares ubicados en los lugares más afectados. Fundamentalmente en Valencia, pero también en Andalucía y Castilla-La Mancha, como ha detallado este martes el presidente del Gobierno.

Pedro Sánchez ha comparecido desde la Moncloa tras el Consejo de Ministros que ha oficializado la declaración de zona catastrófica en las áreas más afectadas, y que ha aprobado pedir ayuda a la UE para paliar las consecuencias de esta catástrofe.

“España siempre ha ayudado a la UE cuando ha hecho falta. Ahora es el momento de que la UE nos ayude a nosotros”, ha afirmado el presidente. Esa petición de ayuda se vehiculizará a través de la reclamación de acceso al fondo europeo de solidaridad, siempre según sus palabras.

El plan, cuya aplicación se prolongará “el tiempo que sea necesario”, se vertebrará en tres fases (respuesta urgente, reconstrucción y relanzamiento y transformación para adaptar el territorio a la emergencia climática). El jefe del Ejecutivo ha garantizado que su ámbito de aplicación geográfica puede ampliarse “a otros municipios y comunidades autónomas”.

Como hitos de esta primera fase se incluye esa declaración de zona catastrófica que les habilita “desplegar todas las acciones con rango de ley o de órdenes”, así como “el primer” real decreto ley que incluirá medidas directas. La previsión es que la totalidad de las recetas aplicadas se vean publicadas en la web de Moncloa durante la tarde.
No es habitual que el presidente del Gobierno sea quien comparezca tras el Consejo de Ministros, y el hecho de que Sánchez haya optado por ponerse ante las cámaras evidencia que le concede la mayor relevancia política a la gestión de esta crisis. El paralelismo con la puesta en escena durante la pandemia ha sido evidente, y el propio jefe del Ejecutivo ha comparado la activación de ayudas directas a ciudadanos y empresas con las que ya se dispusieron para paliar los efectos del Covid-19.
La intención es “cuadruplicar” las ayudas públicas previstas en el real decreto 307/2005, por el que se regulan las subvenciones en atención a determinadas necesidades derivadas de situaciones de emergencia o de naturaleza catastrófica, y se establece el procedimiento para su concesión.

El Ejecutivo asumirá el gasto de los ayuntamientos

El real decreto ley aprobado deberá ser convalidado en el plazo de un mes en el Congreso, algo para lo que en principio el Ejecutivo tendría fácil atar los apoyos parlamentarios necesarios, también del PP, como se constató el lunes tras las reuniones entre el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y todos los grupos políticos, excepto Vox.

Entre las novedades se incluye la creación de una nueva figura, la de “incapacidad temporal extraordinaria”, para personas que se hayan visto “dañadas física o psicológicamente” por el impacto de esta catástrofe, según el presidente. Supondrá que puedan cobrar el 75% de su salario desde el primer día de incapacidad. O las ayudas por hasta 60.000 euros para reconstruir viviendas.
También se contempla el pago del “100% de los gastos de los ayuntamientos” afectados para afrontar las labores necesarias, desde la retirada del lodos al suministro de agua potable, o a la cobertura de las necesidades de alojamiento y manutención de los vecinos afectados. Incluso se considera “compensar” a los consistorios por los impuestos municipales que dejarán de percibir por esta crisis.
Entre estas medidas se incluirá, además, la creación de una comisión interministerial para supervisar el desarrollo de la segunda y tercera fase del plan, con “espacios de interlocución” con la ciudadanía y con otras administraciones afectadas, así como la apertura de canales de comunicación con las instituciones afectadas. Oficialmente, la gestión sigue correspondiendo a la Generalitat Valenciana, con la que Sánchez ha evitado este martes el enfrentamiento: “Lo que quiere la ciudadanía es ver a sus instituciones no peleadas, sino trabajando codo con codo”.
Sí ha señalado la lentitud del Gobierno de Mazón, que contrapone con la actuación del Ejecutivo central. “El Gobierno estuvo desde el primer minuto, desde el primer segundo e incluso antes, preparado para dar una respuesta proporcionada a la magnitud de esta DANA”, ha puntualizado, contraponiendo indirectamente las dos formas de responder a la emergencia.
Y, aunque Sánchez ha rechazado la petición del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para que el Ejecutivo tome el timón –“sustituir a la Generalitat restaría eficacia”-, el Gobierno central ha dado un paso de gigante, desplegando buena parte de sus capacidades para paliar los efectos de esta catástrofe.
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