Pedro Sánchez anunció el pasado 24 de abril que pensaba en dimitir como presidente del Gobierno con estas palabras: “Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor”. No mencionó el presidente que en esos momentos ya conocía un auto del juez Peinado con fecha 16 de abril que señalaba a su mujer, Begoña Gómez, como “investigada“ por presunto delito de corrupción y tráfico de influencias.
En ese auto con fecha 16 de abril, al que ha accedido Artículo14, el juez comunica la apertura de diligencias y explica: “Se dirige la investigación contra la persona de Begoña Gómez Fernández como posible partícipe en los hechos investigados, que pudieron ser constitutivos de un delito de tráfico de influencias y de un delito de corrupción en los negocios, sin perjuicio de que el resultado de las investigaciones que se lleven a cabo resulten partícipes otras personas”.
Como primeras diligencias, el juez acuerda citar a declarar a un jefe de sección de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, al director de El Confidencial y al director de Esdiario. Y concluye: “Póngase en conocimiento de la persona investigada la incoación de las presentes diligencias previas a los efectos de que, si lo estima oportuno, designe abogado y procurador que puedan estar presentes en las diligencias testificales acordadas”.
Solo por ser mi esposa
Pero el presidente pasó por alto todo ello al comunicar a la ciudadanía que quizá no merecía la pena seguir en Moncloa. “No soy un ingenuo. Soy consciente de que denuncian a Begoña no porque haya hecho algo ilegal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa”, dijo Sánchez el 24 de abril.
Un día antes, el 23 de abril, el letrado de la Administración de Justicia comunicó a la Fiscalía el auto y las diligencias abiertas para posibilitar el recurso de apelación, cosa que así fue, puesto que el ministerio público no tardó en suplicar el sobreseimiento y archivo de la causa.
Y todavía antes, el 22 de abril, está fechado el oficio que debía notificar a Begoña Gómez el auto en el que el juez señala a “la investigada”. La defensa de la mujer del presidente la recibió y cursó personación ante el juzgado el día 24 de abril. “Habiendo recibido la señora Gómez Fernández testimonio de la parte dispositiva del auto dictado en las presentes diligencias previas, por el cual se acuerda incoar diligencias previas y atribuir a mi defendida la condición de investigada, vengo a poner en conocimiento de ese Juzgado que interesa al derecho de mi representado instar su personación en la presente causa”, decía el letrado, Antonio Camacho.
En su auto, el juez argumentó para llevar adelante la investigación que “con independencia de la fuente de conocimiento por parte del denunciante, que son medios de comunicación pública, esos hechos, que, merecen ser investigados, son hechos concretos, de actuaciones en las que ha podido tener participación directa la denunciada”.