Más de dos horas después de la reunión en la que el grupo parlamentario de Sumar trató las consecuencias políticas del caso Errejón, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, saltó al ruedo. Sin hacer mención alguna de dicho encuentro, Díaz entró en el escritorio del Congreso de los Diputados para tratar únicamente el asunto que convertía este lunes en un día negro para su plataforma política.
En un “ejercicio de transparencia”, y pidiendo perdón por haber “llegado tarde” al caso, la también ministra de Trabajo y Economía Social admitió en la comparecencia de este lunes haber conocido, a través de su equipo, la denuncia que una mujer publicó en redes sociales en junio de 2023, y con la que acusaba a Íñigo Errejón de haber cometido un delito contra la libertad sexual.
Sobre ello, Díaz reiteró en varias ocasiones que, tras ser informada de ello por su equipo en un ambiente de precampaña electoral, habló con la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, y con Más Madrid. Aunque sin detallar lo que trató con ellas. Tiempo más tarde, fue también su equipo quien la comunicó que Más Madrid había cerrado la investigación interna.
De vuelta a 2024, y con Errejón en el ojo del huracán, la vicepresidenta segunda reiteró en su comparecencia que tuvo conocimiento el pasado martes 22 por la noche de la denuncia anónima que publicó la periodista Cristina Fallarás -que provocó la caída del exdiputado-. Un “hecho que ha roto la confianza de mucha gente”, admitió. Fue ya al día siguiente cuando pudo hablar con él, en “una de las conversaciones más difíciles de mi vida”. Entonces, el exportavoz en la Cámara Baja de Sumar reconoció haber tenido comportamientos “machistas y vejatorios”. Por ello, un día más tarde, el jueves, Díaz le comunicó que debía dimitir. Fue ahí cuando Errejón publicó la carta, indicando que dejaba sus responsabilidades públicas y orgánicas. Sobre el escrito, la ministra de Trabajo y Economía Social intentó dejar clara una idea: “La carta es su responsabilidad. Decidió publicarla unilateralmente”.
Cabe recordar que el desarrollo de los hechos pilló a Díaz en Portugal y Colombia. Algo sobre lo que los periodistas la preguntaron este lunes. Y es que en un ejercicio de defensa, la vicepresidenta segunda indicó que “no he dejado de desatender este asunto. Atendí mi agenda internacional y gestioné personalmente esta crisis”. A lo que apostilló: “Y los resultados están a la vista”.
Sobre las acciones que el grupo parlamentario tomó contra Errejón, la componente del Gobierno dijo que “están a la altura de las circunstancias”. En este sentido destacó que dicho movimiento político iba a suponer una crisis, pero “lo volvería a hacer una y otra vez”. “Errejón nunca debió ser diputado ni portavoz”, agregó.
Preguntada sobre los mecanismos internos de prevención, los cuales deben ser “mejorados”, Díaz señaló que para que los protocolos funcionen “tiene que haber una denuncia o que alguien presencie los hechos”. Asimismo, la ministra de Trabajo y Economía Social habló personalmente sobre Errejón. Confirmó que el exportavoz estaba yendo a terapia, sin aclarar el motivo de esas consultas, pero que este año “iba mejor”.
En un día en el que se conoció que el magistrado titular del Juzgado n°47 es competente para investigar a Errejón, la componente del Ejecutivo se reafirmó al indicar que lo que tiene que hacer ahora su formación es “defender a las víctimas”. Por ello declaró que si ellas quieren que se personen en sede judicial, si es que la denuncia presentada por Elisa Mouliaá es investigada por un juzgado, “lo haremos”.
Elección de portavoz
Finalmente no se conoció el nombre del nuevo portavoz de Sumar. Si bien estaba previsto que este lunes se eligiera al sustituto de Errejón, la decisión fue postergada. Una línea que coincidió con la propuesta por el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo -miembro de Sumar-, quién subrayó que este lunes no se daban las condiciones de nombrar al sustituto de Errejón en la reunión del grupo.
Por el contrario, Maíllo detalló que sí era el momento de consensuar un método de funcionamiento “colectivo” y “democrático” del grupo y de los criterios políticos que va a desarrollar la dirección del mismo. De hecho, indicó que la crisis de la dimisión del exportavoz debe ser la oportunidad para darle la “vuelta como un calcetín” a la organización del grupo en el Congreso.