Marta Rovira, ya de vuelta a Cataluña, está decidida a protagonizar (con imágenes) la fase final de las conversaciones con los socialistas de cara a la investidura de Salvador Illa. Hasta ahora, el equipo negociador de ERC ha mantenido multitud de reuniones con el PSC e incluso dirigentes socialistas se han desplazado a Ginebra (Suiza) para intercambiar propuestas con la secretaria general de Esquerra, pero Rovira quiere ahora un cambio de ritmo e incluir a Pedro Sánchez en la escena para cerrar un acuerdo.
Hasta ahora, tanto ella como su equipo han ido desbrozando el pacto con el PSC, cuya piedra angular es lo que Esquerra llama “la financiación singular” de Cataluña, esto es, un sistema al margen del régimen común de las autonomías. Lo cierto es que han producido avances entre PSC y ERC en la línea de crear un consorcio paritario entre la Agencia Estatal de Administración Tributaria y la Agencia Tributaria de Cataluña (a esta última se le delegaría la recaudación de los impuestos), pero el esquema no está culminado.
Cita en Moncloa
Para Rovira es esencial que el pacto de investidura trascienda a los negociadores del PSC y se eleve a Moncloa porque solo así, entiende, puede presentar a las bases de ERC algo parecido a una negociación bilateral de máximo nivel (y no simplemente un acuerdo entre partidos catalanes). “Tenemos que pedir una reunión, con la presencialidad ganaremos y tengo muchas ganas de contar a Sánchez que todavía se tiene que mover más por Cataluña”, declaró Rovira a Nació Digital, que la acompañó en el coche que la llevó de vuelta de Ginebra (Suiza). La idea de la secretaria general es intensificar las conversaciones durante este mes de julio para clarificar las posibilidades de un pacto con el PSC para investir a Illa.
Según considera la secretaria general de ERC, no es ni realista ni creíble dar cuerda a la posibilidad de una investidura de Carles Puigdemont porque no se dan ni los números ni las circunstancias. Entre otras cosas, porque sería necesaria una inverosímil abstención del PSC en el Parlament. Así que toda su estrategia, hasta ahora, se basa en explorar un pacto con los socialistas y en dotarlo del mayor contenido posible, no solo con la financiación singular sino también plasmando acuerdos como el traspaso de Cercanías.
El expresidente de ERC Oriol Junqueras permanece al margen de todas estas conversaciones, pero no va a hacer nada por torpedearlas. La obsesión de Junqueras en estos momentos es centrarse en conectar con las bases de Esquerra, mientras que la prioridad de Rovira es culminar las negociaciones que hay en marcha de alguna manera e impedir el regreso de su ahora adversario (por muchos abrazos que escenificaran el viernes).
Insiste la secretaria general, que ahora mismo también ostenta funciones de presidenta del partido, en que ella piensa apartarse para dar paso a otra dirección en el congreso de ERC de otoño y reclama que Junqueras haga lo propio. Pero el líder saliente no piensa de esta manera. Cree que Rovira podría haber actuado con mayor lealtad y sigue convencido de que su tiempo no ha pasado.