Ante la escalada de ataques en el Líbano y la apertura hacia una guerra que ni Irán ni Israel querían abrir inicialmente, la ministra de Defensa, Margarita Robles, busca transmitir un mensaje de tranquilidad dentro de que la situación, como ella misma dijera en la tarde del lunes desde el ministerio de Defensa, durante el acto con los militares españoles que han obtenido medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024, “Dramática y preocupante“.
Fuentes de Defensa informan de que no está previsto incrementar el número de efectivos desplegados en Líbano, en la Operación Libre Hidalgo. Una misión que se enmarca en la llevada a cabo por la ONU, FINUL, desde 2006, precisamente para evitar lo que no se ha podido: una escalada hacia la guerra. Según los datos proporcionados, en la actualidad hay hay 683 militares: 622 de España, 52 de El Salvador, 9 de Brasil y 2 de Argentina; de los cuales, 57 son mujeres.
Robles informó ayer de que no hay bajas ni heridos dentro del Ejército español. No obstante, sí se han implantado medidas de seguridad: “Se han suprimido las patrullas y se hacen los actos indispensables”, afirmó la titular de Defensa. “Cada vez que hay un intercambio de disparos se toman las medidas de seguridad pertinentes”.
Nuestro país, al estar dentro de una misión que comanda la ONU, no puede tomar decisiones de manera unilateral, sino que tanto un incremento de cascos azules como una retirada de nuestra presencia allí tendría que desarrollarse en un proceso consensuado. La propia ministra explicó que “Precisamente he hablado hace con el general Lázaro, que estaba en videoconferencia con el secretario adjunto de Naciones Unidas, y siempre me transmite un mensaje de tranquilidad”.
Las tropas, en dos búnkeres
Durante el día de ayer, que se saldó con 200 muertos en la zona, Robles explicó que los militares españoles habían sido avisados de que se efectuarían los bombardeos, por lo que se refugiaron en dos búnkeres. “Están tomando medidas de precaución y seguridad”.
Las tropas han eliminado las patrullas dentro de su rutina diaria. Este medio contactó con la capitán de Blas, quien fuera Jefa de la compañía de Plana Mayor y Servicios de Batallón de Zapadores VI de Paracaidistas, quien estuvo en dos misiones en el Líbano: en 2020 como teniente de zapadores, y en 2023 como jefa de la unidad de ingenieros, en la Base Miguel de Cervantes. “Un sargento, por ejemplo, coge a su pelotón y se va al puesto de trabajo donde está efectuando un trabajo de protección de la fuerza y está con el pico, la pala, clavando piquetas, moviendo alambrada y removiendo tierra desde las 8.00 hasta las 18.00”, explicó.
La ministra no tiene intención de visitar a las tropas de momento
Según informan desde Defensa, la ministra no tiene intención de visitar las tropas, al menos de momento. “La situación no está para ir porque nuestra gente tiene mucho trabajo”, informan desde el ministerio. No obstante, afirman, “Está en contacto permanente con ellos”. Como cada año, está previsto que la ministra dirija un mensaje de aliento a las tropas el 12 de octubre, con motivo del día de la hispanidad.
“La población libanesa tiene un gran aprecio por los soldados españoles”
Robles también lanzó un mensaje positivo, desde la perspectiva de la acogida a nuestras tropas por parte de la población libanesa. “Tienen un gran aprecio por los soldados españoles, pero nadie está a salvo”, aseguró.
Este medio pulsó el ánimo de las tropas españolas allí antes de esta situación a través de la cabo Almudena Llerena Macarro, destinada en la Unidad de Ingenieros de la Brigada Líbano XL (BRILIB XL) dentro del Pelotón de Máquinas de Ingenieros como conductora/operadora de retroexcavadora mixta.“Es mi cuarta vez aquí, y sí que ha habido un cambio en la situación de seguridad en comparación con mis otros despliegues. Ahora mismo y debido a los últimos acontecimientos hemos incrementado nuestras medidas de protección en los movimientos, que son más restrictivos que anteriormente”, ya contaba a este medio antes del aumento de la escalada.
En Tel Aviv, a punto de cumplirse seis meses desde los atentados del 7 de octubre, Artículo14 tuvo acceso a la información transmitida por la cúpula del Ejército israelí. En aquel momento retener a Hizbulá en el río Lítani en una guerra de desgaste era el objetivo del presidente Netanyahu, sin calibrar una ofensiva más agresiva por varios motivos. El principal, explicaron, porque no interesa una guerra en mayúsculas contra Irán. Reducir a Hamás y controlar la frontera en el norte era la principal línea de actuación. “Israel puede hacer desaparecer Líbano, pero nadie quiere esa guerra”, afirmaban.