Apenas duró tres minutos el interrogatorio del juez Peinado a Begoña Gómez. La mayor parte de la declaración fue un rifirrafe entre el magistrado y el abogado de la mujer del presidente, Antonio Camacho. “Es evidente que mi clienta no quiere esconderse y tampoco quiere evitar las explicaciones. No está claro lo que se está investigando. Por lo tanto, se acoge a su derecho a no declarar”, explicó Camacho al juez en el documento al que ha tenido acceso este periódico.
Según informa Carla Acuña, el abogado sostuvo que Gómez está siendo sometida a una investigación prospectiva y recordó que están a la espera de que la Audiencia Provincial de Madrid decida si archiva la causa el próximo 30 de septiembre. Sin embargo, Peinado se impuso a las interrupciones del abogado de Gómez e instó a la investigada que fuera ella la que se pronunciara: “No voy a declarar”, terminó diciendo la esposa de Pedro Sánchez.
Este martes también se filtró la primera declaración como investigado del empresario Juan Carlos Barrabés, compañero de master y amigo de Begoña Gómez. También está imputado por los mismos delitos. Presuntamente, Begoña Gómez redactó cartas de recomendación para que las empresas de Barrabés se beneficiaran de dinero público.
La primera vez que vio al juez Juan Carlos Peinado, Barrabés estaba citado como testigo y por tanto no pudo acogerse a su derecho a no declarar. En su testifical del pasado 15 de julio aseguró que se reunió una o dos veces con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en La Moncloa, y recordó que uno de esos encuentros tenía que ver con “una ronda” de contactos del jefe del Ejecutivo con empresas para recabar su opinión “sobre la innovación en España” de las pequeñas y medianas empresas.
Así lo explicó el empresario a preguntas del juez, que realizó el interrogatorio de manera telemática dado el delicado estado de salud del empresario. En la grabación de esa declaración, a la que ha tenido acceso Artículo 14, confirmó que con la esposa de Sánchez mantuvo en Moncloa también varios encuentros por su colaboración en un máster de la Universidad Complutense de Madrid. En este sentido, explicó al juez que en total serían unas cinco visitas a Moncloa -“tampoco muchísimas”- y que siempre fue “por invitación”. Además, recordó que en una que mantuvo con Gómez también estuvo presente “durante un rato” el presidente del Gobierno y “Alberto Barreiro, una persona del mundo del diseño”, y que la conversación giró en torno a la innovación.
Durante el interrogatorio, el empresario se excusó repetidas veces por si fallaba en algún dato y recordó al magistrado que estaba bajo los efectos de “muchas medicinas” debido a la enfermedad que padece y por la que ese mismo día iba a ser ingresado de nuevo.
Se vio “un par de veces con Sánchez”
Tras negar tener relación de amistad con ninguno de ellos, explicó que con el presidente del Gobierno ha coincidido “un par de veces” aunque luego matizó que quizá pudo encontrarse también “en algún evento”: “No tengo una relación profesional con él, ni de amistad, ni nada de ese tipo”.
Sobre el momento en el que le conoció, el empresario explicó que creía que fue en Benasque (Huesca) en 2015 -antes de que Sánchez llegara a Moncloa- porque citó a los empresarios para mantener una reunión. “Fuimos 40 empresarios o así, no sé si todos éramos empresarios (…), yo creo que fue donde le conocí”, recordó.
En el caso de Begoña Gómez, el empresario explicó al juez que la conoció en 2019 cuando participó en un evento denominado ‘Mañana’ y que la ha visto “en bastantes ocasiones” debido al máster en el que él impartió algunas clases.
Nueve veces con Gómez
Explicó que se vieron tanto en Moncloa como en otros lugares y que fueron “bastantes” veces, “como nueve”. A pesar de reconocer que sí tuvo participación activa en el máster que impartían, negó conocer nada sobre la cátedra de la Universidad Complutense de Madrid de Transformación Social Competitiva que codirigía Gómez. “Yo no sé nada de la cátedra, no tengo nada que ver con eso”, indicó, tal y como recoge Europa Press.
Sobre el máster, indicó que colabora con “muchísimos” y que fue Begoña Gómez quien le contactó para que le ayudara “desde la parte de estrategia”. “Me pareció que era una cosa seria, no sé cómo funcionaba eso, y bueno, llegué allí”, recordó, para luego afirmar que como todos los profesores obtuvo una compensación económica por las clases que impartió, y que fueron como “200 o 300 euros por clase”.