Entre Moncloa y el PP

Reynders volverá a arbitrar la negociación del CGPJ con la exigencia de un pacto

El comisario de Justicia retomará la labor de mediador a partir del próximo miércoles tras la elección del secretario general del Consejo de Europa. Advierte de que tras el fin del ciclo electoral Sánchez y Feijóo no tienen "excusas" para no renovar

Didier Reynders

El comisario de Justicia de la Comisión Europea Didier Reynders. Artículo14

El tono bronco del debate ayer entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo deja poco margen para cerrar un acuerdo que permita renovar el Consejo del Poder Judicial (CGPJ). Si hubiese que apostar con la única información de los mensajes públicos, nada hace pensar que entre Gobierno y oposición haya la mínima opción de entendimiento. En privado, el discurso es igualmente duro, pero ni los emisarios de Sánchez ni los de Feijóo se atreven a descartar abiertamente un pacto.

La duda es si ambos juegan, una vez más, a ganar el relato o hay opciones reales de que tras años de bloqueo el máximo órgano de gobierno de los jueces sea renovado como dicta la Constitución. ¿Hay más opciones está vez que en ocasiones anteriores? sí. ¿Por qué? La respuesta está en Bruselas. A partir del miércoles 26 volverá a la escena un protagonista clave, el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, que dejó su papel de mediador en favor de la vicepresidenta de la Comisión Europea, Vera Jourová, para optar a presidir el Consejo de Europa.

¿Secretario general del Consejo de Europa?

Reynders solicitó a la presidenta Úrsula Von der Leyen una excedencia no remunerada desde el 25 de abril hasta el 25 de junio, fecha en la que se elegirá al secretario general del Consejo de Europa. Tanto si es nombrado como si no el comisario de Justicia retomará sus funciones tras la votación del martes.

En caso afirmativo no tomaría posesión hasta septiembre por lo que ostentaría su cargo hasta entonces y volvería al arbitraje entre Moncloa y el PP para actualizar el CGPJ. Si no es designado secretario general del Consejo de Europa, igualmente mantiene su actividad al frente de Justicia hasta que se configure una nueva Comisión.

La intención de Reynders es ponerse a trabajar desde el próximo miércoles para desencallar el CGPJ. Quiere sentar al ministro de Justicia, Félix Bolaños, y el vicesecretario de relaciones institucionales del PP, Esteban González Pons, hasta que haya fumata blanca. El responsable de Justicia considera, según ha podido saber Artículo14, que ahora no hay “excusas” para lograr una posición intermedia entre PSOE y PP dado que se ha acabado el ciclo electoral que arrancó con las municipales y autonómicas de mayo de 2023.

Ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, y vicesecretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons, con el comisario de Justicia europeo, Didier Reynders

La amenaza del informe de calidad democrática

En Bruselas hay preocupación por la imagen de España en relación a la imparcialidad de la Justicia. En los próximos días se dará a conocer el informe de calidad democrática de los países miembros donde en ocasiones anteriores se ha afeado a nuestro país la situación irregular del CGPJ.

Reynders siempre ha defendido la propuesta del PP de cambiar la ley para que los jueces sean elegidos por los jueces en aras de “despolitizar” la Justicia. En esto coincide con los populares que fueron quienes le propusieron como interlocutor. En Génova consideran que tras el buen resultado en las urnas el pasado 9 de junio, el viento sopla a su favor. El Grupo Popular Europeo ha ganado peso.

La buena relación del comisario con González Pons es pública. También su sintonía política, pero Reynders va a exigir cesiones a los populares en pro de un pacto que a día de hoy parece imposible desde la mirada de casa. El Congreso fue ayer un hervidero de corrillos de altos cargos del Gobierno y el PP tratando colocar a los periodistas su marco. Según Moncloa, “en quince minutos” se puede resolver la crisis institucional, ya que todo quedó diseñado en la anterior negociación. ¿El problema? Sánchez quiere pactar con las reglas actuales y Feijóo aspira a arrancar al presidente un compromiso de cambiar el modelo de elección para reforzar la independencia judicial.

Plan B de Moncloa

“Se puede solucionar ya. La cosa es si le dejan. Hay sectores dentro del PP que no quieren”, enfatizaron las fuentes gubernamentales. El “plan A” pasa por pactar con el PP, pero el ultimátum sigue vigente. “Una vez concluya junio, ya os contaremos el plan B”, avanzaron desde el entorno del presidente. Sánchez planteó una reforma para quitar al CGPJ la potestad de elegir a los magistrados del Supremo, pero sin dar más detalles.

Ha renunciado el presidente a reformar las mayorías parlamentarias después del intento fallido que supuso una alerta desde Bruselas. Desde el laboratorio monclovita se ha usado de coarta la propuesta que el presidente interino del CGPJ, Vicente Guilarte, hizo en el programa de Carlos Alsina.

El magistrado planteó que los nombramientos de los jueces del Tribunal Supremo se designen por una “comisión cualificada mayoritariamente compuesta por vocales y magistrados del propio tribunal”. La mesa estaría presidida por un vocal del CGPJ, o por un especialista con un nivel de cualificación similar a la de un magistrado del TS. En ningún caso habló en su carta remitida al Congreso y al Senado de usurpar esta función al CGPJ como pretende Sánchez.

Debate en el PP

En el PP hay un fuerte debate interno sobre si pactar o no con Sánchez. La dirección nacional del PP admite que “estamos dejando entrever que nos estamos moviendo” aunque auguran que Sánchez acabará “torpedeando” la negociación. Hasta tres altos cargos se pronunciaron en privado en términos parecidos. “Lo vamos a intentar”, aseguró el líder gallego en los pasillos de la Cámara Baja.

Artículo14 ya avanzó que un sector de la formación rechaza acuerdo alguno con Sánchez. “Quiere asaltar el Poder Judicial, nos va a engañar”, advirtieron las fuentes consultadas. José María Aznar e Isabel Díaz Ayuso se han pronunciado en los últimos días muy duros contra el Ejecutivo. “Dictadura”, ha verbalizado la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Ayuso puso los límites a la negociación, en un momento en el que se llevan a cabo los contactos discretos. “El cambio de método de elección de jueces es esencial”, dijo en declaraciones de los medios. “Si no se hace cambiando el método de elección, cometeremos un error que lamentamos todos”, avisó, en un mensaje directo a Génova. Feijóo está tranquilo. Siempre le quedará la baza de Reynders para acallar las críticas.

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