Teresa Ribera Rodríguez, nacida en Madrid en 1969, es una figura central en la política ambiental española y europea. Su trayectoria combina una sólida formación académica, experiencia en la administración pública y un compromiso firme con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático. Ahora, como la actual líder del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Ribera se encuentra en el centro de la polémica tras la catástrofe climática de la DANA en la Comunidad Valenciana. Por eso merece la pena repasar su perfil.
Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid en 1992, Teresa Ribera complementó su formación con un diploma en Derecho Constitucional y Ciencia Política del Centro de Estudios Constitucionales en 1993. Su ingreso al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado marcó el inicio de una carrera dedicada al servicio público. Desempeñó diversos roles en los Ministerios de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente entre 1996 y 2004, adquiriendo una comprensión profunda de las políticas ambientales y de infraestructura.
En 2004, Teresa Ribera fue nombrada directora general de la Oficina Española de Cambio Climático. Una posición que ocupó hasta 2008. Su liderazgo en esta oficina la llevó a ser designada Secretaria de Estado de Cambio Climático, cargo que desempeñó hasta 2011. Durante este período, fue responsable de las políticas medioambientales y climáticas de España, así como de la Agencia Estatal de Meteorología. Su gestión se caracterizó por la promoción de iniciativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la implementación de estrategias de adaptación al cambio climático. Todo ello la ha conducido de manera inexorable hacia el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
El ascenso hacia el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Tras su paso por la administración pública española, Teresa Ribera asumió la dirección del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) en París entre 2014 y 2018. En este rol, contribuyó significativamente a las negociaciones del Acuerdo de París de 2015, aportando su experiencia en políticas climáticas y sostenibilidad. Su trabajo en el IDDRI reforzó su perfil internacional y consolidó su reputación como experta en cambio climático.
En junio de 2018, con la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno, Teresa Ribera fue nombrada ministra para la Transición Ecológica. En este cargo, lideró la eliminación del denominado “impuesto al sol”, facilitando el autoconsumo energético y promoviendo las energías renovables. Además, impulsó el cierre de minas de carbón y centrales térmicas, alineando a España con los objetivos europeos de descarbonización.
En enero de 2020, Teresa Ribera asumió la Vicepresidencia Cuarta del Gobierno, manteniendo su cartera ministerial, y en julio de 2021 fue promovida a Vicepresidenta Tercera. Desde estas posiciones, ha coordinado políticas ambientales y energéticas, enfatizando la necesidad de una transición justa que considere el impacto social y económico de las medidas ecológicas. A día de hoy sigue en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Sin embargo, ahora tiene el ojo puesto en la política continental.
El pasado mes, Teresa Ribera fue nominada como Vicepresidenta Ejecutiva de la Comisión Europea, encargada de una transición limpia, justa y competitiva. Su nombramiento refleja el reconocimiento de su trayectoria y compromiso con la agenda verde en Europa. Sin embargo, su designación ha generado debates en el Parlamento Europeo, donde algunos grupos políticos han expresado reservas sobre su gestión y enfoque en políticas climáticas. De hecho, como adelanta Artículo 14, el Partido Popular está negociando in extremis el veto a la ministra para no permitirle su ascenso en Bruselas.