Aitor Esteban tomará oficialmente las riendas del PNV el 30 de marzo, sólo 3 días antes de cumplir 21 años como diputado en el Congreso. El paso atrás de Andoni Ortuzar, actual presidente del partido jetzale, para evitar divisiones internas en la carrera de ambos por el liderazgo, ha despejado el camino para un político reconocido y admirado como pocos cuando sube a la tribuna de oradores.
Además de marcar la posición del partido en los debates de más nivel, Esteban ha llevado en Madrid la batuta de las negociaciones más sensibles con el Gobierno y con otros partidos, aunque tanto Ortuzar como el lehendakari tenían también línea directa con Moncloa.
Los 5 votos del Partido Nacionalista Vasco son tan necesarios como los 7 de Junts per Catalunya o los 5 de Bildu, su gran adversario en Euskadi. Y el PNV representado por Esteban y dirigido por Ortuzar ha sabido jugar sus cartas para rentabilizarlos.
Los estatutos del partido, sin embargo, impiden a Esteban compatibilizar su escaño con la presidencia del Euskadi Buru Batzar, (EBB). Los jetzales tienen que decidir, en algo menos de dos meses, quién reemplazará al veterano portavoz. Y, aunque en el partido rechazan comentar “futuribles”, las distintas formaciones con las que han negociado a diario, en Madrid y en Euskadi, manejan algunas claves y pistas.
En el Congreso, dos fuerzas distintas señalan que el nombre que más suena para relevar a Esteban es el de Idoia Sagastizabal, portavoz adjunta. Es la voz más destacada en temas económicos, y ya lleva cuatro legislaturas en la Cámara Baja, desde 2016.
Cuenta con menos experiencia parlamentaria que su compañero Joseba Andoni Agirretxea (7 legislaturas, desde 2008), o que el propio Esteban (8 legislaturas). Y más que su única compañera de filas, Maribel Vaquero, que antes de esta legislatura no se había desempeñado en el Congreso, sí en el Parlamento Vasco.
En este año y medio de legislatura, Sagastizabal “ha ido haciendo cada vez más intervenciones”, como destaca otra diputada. “Y en temas más diversos, no sólo los económicos”, puntualiza. Fue ella quien subió a la tribuna en el debate del fallido decreto ómnibus. Quien despachó con “es [usted] un sinvergüenza” a Miguel Tellado, portavoz del PP, a raíz de sus ataques al PNV en el marco de este debate.
El diputado conservador había cargado contra la devolución al PNV de un palacete en París que le arrebató la Gestapo, y sus palabras envenenaron aún más las relaciones con este partido, tocadas desde hace años.
Licenciada en derecho, Sagastizabal, es también concejal en Lequeitio (Vizcaya), y ha contribuido como ponente en la elaboración de decenas de leyes en sus casi 9 años de vida parlamentaria. Ha sido portavoz en las comisiones de Hacienda, Presupuestos, Industria, Economía y Transición Ecológica.
Nunca han tenido una mujer portavoz en el Congreso
En el Parlamento Vasco también hay grupos que mencionan su nombre. Pero advierten de que en el anterior ciclo electoral en Euskadi (2024), antes de que se conociera el nombre de Imanol Pradales como candidato (hoy lehendakari), en algunos círculos se “daba por hecho” que presentarían a una mujer como cabeza de lista.
Si se convierte en portavoz, Sagastizabal será la primera mujer de su partido en ocupar ese cargo. Estefanía Beltrán de Heredia es la portavoz del grupo en el Senado, pero hasta ahora ninguna diputada ha ostentado ese cargo, fundamental en lo comunicativo, pero también de cara a las negociaciones más discretas.
Fuentes parlamentarias explican que el PNV suele abordar este tipo de conversaciones con una suerte de “reparto interno por materias”. Mikel Legarda ha ejercido como interlocutor al frente de los temas más jurídicos, Sagastizabal en los económicos. Y Agirretxea en los más sociales, o en aquellos relativos a la igualdad (es uno de los dos hombres que trabajan, junto a sus compañeras diputadas, en la subcomisión para renovar el pacto de Estado contra la violencia machista).
Legarda, por otro lado, ha sido uno de los interlocutores habituales con los grupos cuando no ha estado presente Esteban, según otras fuentes parlamentarias. Pero, en general, la interlocución con este partido “depende de los temas”, inciden. Legarda, que lleva cinco legislaturas en la Cámara, es suplente en la Diputación Permanente, el órgano que sustituye al pleno fuera de periodos de sesiones. Y ya fue portavoz adjunto antes que Sagastizabal.
Sea quien sea quien tome las riendas tras la marcha de Esteban, distintos grupos parlamentarios sostienen que se esperan pocos cambios en lo que a su forma de operar se refiere. El PNV tiene una línea de actuación marcada, “seria”, como bromean en privado. Contundente, pero lejos del derroche de calificativos.
En el Ejecutivo, por su parte, esperan continuidad, como hacen en el PSOE. Hay dirigentes del partido socialista que no tienen “ninguna duda” de que el PNV preferiría, en términos políticos, entenderse con el PP, pese a que gobiernan con el PSOE en Euskadi. Especialmente en lo económico. Pero, en las cuestiones sociales, y más con la sombra de Bildu acechando, se han constituido como aliados parlamentarios firmes. Vox, así como los desplantes del PP, los mantienen hoy alejados de otros escenarios.
Entre los socialistas están convencidos de que el PP aún no ha perdonado al PNV que pasaran de aprobar sus Presupuestos para 2018, a avalar la moción de censura de Pedro Sánchez, sentencia de Gürtel mediante, en escasos días. En el PP hay quienes consideran urgente reconstruir algunos puentes con el PNV. Mientras sigan intransitables, Sánchez seguirá confiando en que puede sentarse a negociar con los jetzales, mande quien mande.