La denuncia por acoso sexual presentada contra Íñigo Errejón por la actriz Elisa Mouliaá marca el inicio de un proceso legal que involucra protocolos especializados. La investigación está ahora bajo la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), una división de la Policía Nacional con formación específica en casos de violencia sexual y de género que trabaja con sensibilidad y enfoque en la protección de las víctimas. Estas unidades, presentes en todas las comisarías de Madrid y otras regiones, están facultadas para asegurar que la denuncia se gestione con un enfoque integral y profesional.
¿Qué es la UFAM y cómo funciona?
Desde el momento en que se formalizó la denuncia, la UFAM ha activado su protocolo de atención, que prioriza la escucha activa y el respeto hacia la víctima, al tiempo que le ofrece recursos especializados durante el proceso. Este tipo de acompañamiento está orientado a facilitar que la víctima se exprese en un entorno seguro, pero también promueve una aproximación responsable a los hechos con el fin de obtener toda la información relevante.
Para verificar la veracidad de los hechos, la UFAM realiza diligencias de investigación detalladas. Eso incluye la toma de declaraciones a familiares y testigos, así como la revisión de imágenes y otras pruebas materiales que puedan confirmar o desmentir los eventos denunciados. Este proceso de verificación es fundamental, ya que constituye la base para tomar acciones legales contra el presunto autor.
¿Qué sucede si hay pruebas suficientes en el caso de Errejón?
Si la investigación preliminar de Errejón arroja indicios suficientes que apunten a la responsabilidad del denunciado, la UFAM notificará a la autoridad judicial para que proceda según el curso legal correspondiente. En el contexto de una denuncia de acoso sexual, el informe policial podría derivar en una serie de medidas cautelares o en el inicio de un proceso judicial formal, siempre en coordinación con el juez que tome el caso.
El diputado de Sumar, Íñigo Errejón, en el Congreso de los Diputados | EFE
Este tipo de procedimientos garantiza una intervención rápida, orientada a proteger a la víctima y a asegurar que se cumpla con los principios de justicia en temas sensibles como los de violencia sexual. Además, es posible que la UFAM colabore estrechamente con otros recursos de atención a la mujer para brindar apoyo adicional a la víctima, como asesoramiento psicológico o acompañamiento en el proceso judicial.
El papel de los recursos de atención a la mujer
La Policía Nacional, en su protocolo, también pone a disposición de la víctima diversos recursos para su apoyo, entre los que se incluyen servicios de orientación legal, psicológica y, en casos necesarios, protección física. Este enfoque integral es una parte clave del modelo de intervención de la UFAM y otros organismos públicos, que buscan minimizar el impacto del proceso legal sobre la víctima y asegurar que se sienta respaldada en todo momento.
Este caso en particular ha despertado una intensa atención pública y mediática. Eso aumenta la presión para que los procedimientos se ejecuten con el máximo rigor y sensibilidad. En situaciones como la de Errejón, donde la notoriedad del denunciado es un factor que podría influir en la percepción pública del caso, es esencial que las autoridades mantengan su compromiso con la imparcialidad y la justicia. La UFAM tiene experiencia en manejar casos de alto perfil. Por lo que su intervención en la denuncia de Errejón es un elemento clave en el desarrollo del proceso.