En el vibrante y complejo escenario político de Cataluña, el término “tripartito catalán” ha vuelto a resurgir tras los resultados electorales de ayer. Este fenómeno político, que inicialmente tomó forma en 2003, supuso una alianza de fuerzas progresistas y catalanistas. Su intención no fue solo gobernar, sino redefinir el panorama político catalán a través de un entendimiento interpartidista. Teniendo en cuenta que en horizonte político actual cabe la posibilidad de que haya una reedición de esta coalición, es crucial entender qué representa el tripartito, sus fundamentos y las implicaciones de su posible retorno.
¿Qué es el tripartito catalán?
El Gobierno tripartito, o tripartito catalán, es el nombre dado a la coalición de gobierno formada en Cataluña por el Partit dels Socialistes de Catalunya-Ciutadans pel Canvi (PSC-CP), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Iniciativa per Catalunya Verds – Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA). Esta alianza se formalizó con la firma del Pacto del Tinell el 14 de diciembre de 2003. Significó todo un hito en la política catalana por ser una coalición explícitamente catalanista y de izquierdas.
El primer tripartito tomó las riendas del gobierno con Pasqual Maragall a la cabeza, bajo la bandera del PSC. Lo hizo desde el 20 de diciembre de 2003 y hasta el 11 de mayo de 2006. La coalición nació como respuesta a la necesidad de un cambio en la gestión del gobierno de Cataluña. De hecho, buscaba una alternativa a la hegemonía convergente. Su mandato estuvo marcado por políticas progresistas y un fuerte acento en el catalanismo, tratando de equilibrar la gobernabilidad con un claro compromiso hacia la identidad catalana.
Tras las elecciones de 2006, y con la llegada de José Montilla al poder, el tripartito catalán se reconfiguró bajo el nombre de Govern d’Entesa. Aunque los partidos constituyentes permanecieron, los desafíos y las dinámicas fueron distintos. Tuvieron que lidiar con un periodo de grave crisis económica y tensiones crecientes respecto al estatus de Cataluña dentro de España.
El tripartito catalán se ha caracterizado siempre por su enfoque en la justicia social, la promoción de políticas ambientales progresivas y la defensa del autogobierno catalán. Durante sus mandatos, se implementaron reformas en educación y salud, y se tomaron medidas significativas en materia de derechos civiles y desarrollo sostenible. Eso sí, siempre bajo el prisma de fortalecer la identidad y la autonomía catalana.
¿Quiénes podrían repetir esta alianza en 2024?
Después de las elecciones al Parlamento de Cataluña del 12 de mayo de 2024, el escenario político sugiere la posibilidad de formar un nuevo tripartito. Los partidos involucrados serían el PSC, ERC y los Comuns, con Salvador Illa del PSC como posible presidente. Esta configuración refleja un cambio en el panorama político catalán, donde la necesidad de una gestión colaborativa se hace más evidente en un contexto de polarización y desafíos socioeconómicos amplificados.
La potencial reedición del tripartito catalán en 2024 no estaría exenta de desafíos. La gobernabilidad en Cataluña, las relaciones con el gobierno central en Madrid y la gestión de las expectativas de los electores serán pruebas fundamentales para esta potencial coalición. Además, la dinámica entre los partidos, que deben equilibrar sus ideologías y agendas propias con las necesidades comunes del Parlament, requerirá de una diplomacia política de alto nivel.
La formación de un nuevo tripartito catalán podría tener un impacto significativo en la política catalana y española. Un gobierno de estas características tendría la capacidad de implementar políticas progresistas con un fuerte enfoque catalanista. Posiblemente, revitalizando el debate sobre el futuro de Cataluña, tanto dentro de España como en su proyección internacional.