elecciones catalanas

Cataluña vira a la derecha

Intelectuales analizan el cambio social que han reflejado las urnas: "Los resultados de estas elecciones confirman un hartazgo generalizado, tanto en las filas del procés como en las filas del antiprocés"

Teresa Freixes, Anna Grau y Teresa Barbat.
Anna Grau, Teresa Barbat y Teresa Freixes

Los resultados de las elecciones catalanas dejan un tablero complicado en cuanto a los pactos entre partidos, pero hay una lectura común: la derecha crece, tanto en el sector independentista como en el constitucionalista. En este último, pese a que el PSC se alza como ganador con 42 diputados, Vox se mantiene en 11 diputados,  y PP da un salto considerable al pasar de 3 a 15 escaños. “Teniendo en cuenta que Vox se ha mantenido, lo importante en los resultados de estas elecciones es que el PP ha distribuido su voto por el mapa de Cataluña”, afirma la catedrática en Derecho Constitucional, Teresa Freixes. “No sólo ha sacado un buen resultado en Barcelona, como es habitual, sino también en las zonas más rurales”.

Freixes se muestra optimista de cara al resultado de las elecciones europeas, ya que asegura que estos comicios condicionarán el voto, pero no así en cuanto a la fuerza del independentismo.  “Siempre está ahí, y aparece y desaparece según le interesa el momento. Hay que ver cómo se encaja la debacle de ERC en los futuros pactos y el futuro de la investidura”. Mientras que el más conservador crece: Junts sube tres escaños y alcanza los 35, y Alianza Catalana entra en el parlamento catalán con dos escaños, la izquierda secesionista se desploma, hasta el punto de provocar la renuncia del presidente, Pere Aragonés, al perder 13 escaños, y la CUP sólo conseguir cuatro.

“Ahora lo interesante es ver la política de pactos, porque Puigdemont va a hacer lo mismo que hizo Sánchez. No fue la primera fuerza después de las elecciones de julio, y sin embargo formó gobierno, y Puigdemont no va a dar el Gobierno al PSC, sino que será al revés. Lo que es interesante será ver cómo encaja la ley de la amnistía en estas políticas de pactos”, considera la catedrática, quien ha sido muy activa en la campaña electoral en su postura de que votar PSC era lo mismo que votar independentismo. “Porque ahora está la cuestión prejudicial, que puede presentar un juez ante el Tribunal de Justicia Europeo de la UE y cuya admisión a trámite paralizaría la aplicación de la norma”, puntualiza.

Para Teresa Barbat, el motivo de esta situación tiene una explicación clara. “Los catalanes han visto que de la fantasía a la realidad había un trecho. Y qué algunos actos tienen consecuencias” considera. “Cataluña vivió una ola de locura que ahora remite. ¿ El fin? Eso no lo sé. Seguirá, de momento, de baja intensidad. Lo que no olvidaremos los catalanes constitucionalistas es el abuso y abandono del Gobierno de España”. En cuanto al auge del independentismo más conservador, a ella no le ha supuesto mucha sorpresa. “El independentismo es conservador. Ahora ven las consecuencias negativas y se ponen más a salvo”, opina. “Lo que no sé es si harán alguna reflexión de calado. Lo importante es que nosotros mantengamos la firmeza”.

La periodista y ex diputada de Ciudadanos, Anna Grau, cree que al electorado de ambos bloques antagónicos le ha unido el desencanto con las promesas políticas. “Los resultados de estas elecciones confirman un hartazgo generalizado, tanto en las filas del procés como en las filas del antiprocés”, opina. “En las filas del procés ha culminado la idea de que todo esto era un engaño, un timo, un juego de tronos entre élites nacionalistas por ver quien llevaba el timón de la Cataluña independentista, y que nunca hubo una intención de cumplir ninguna de sus promesas sino de torear al electorado”, resume. “Por parte de las filas del antiprocés pues ha habido también un hartazgo porque se les prometió una transformación profunda, un cambio radical total y eso no se ha producido. Las personas que han apostado por ese cambio total a veces han pagado altos costes personales, familiares, profesionales y de todo tipo y no han visto recompensa a sus expectativas”.

Grau que el auge del PP se debe a que los votantes catalanes se han cansado de los extremos. “Yo creo que de algún modo la sociedad catalana reclama transversalidad auténtica que integre todas las sensibilidades y que busque un punto de encuentro, no de trampa”, concluye. “Se ha dado la paradoja de que el ganador de estas elecciones es Salvador Illa, pero en cambio sube el PP”. Por el contrario, considera que hay que analizar que “Vox aguante y Alianza Catalana entra en el parlament. Alrededor de la victoria de Illa todo es una suma de partidos de derecha, esto hay que analizarlo”.

En cuanto al escenario de pactos que se abre ahora para formar Gobierno, Freixes considera que el líder de Junts y prófugo Carles Puigdemont, hará lo mismo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de las pasadas elecciones generales de julio, en las que obteniendo el PP la lista más votada formó gobierno el líder socialista. “Va a ser él quien tenga el poder de decidir los pactos. Ahora tiene que aceptar las mismas reglas del juego”.

“La ley de amnistía pues esa es la gran cuerda de la que pende todo, porque de eso depende que ciertas personas puedan entrar o no en la escena política catalana”, afirma Grau. “Hasta después de las europeas no pasará nada, el nuevo Parlament catalán no se constituirá hasta el 10 de junio”.

 

 

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