DESDE GÉNOVA13

PP y Vox, ni contigo ni sin ti

Feijóo se salta su propia estrategia entrando en el cuerpo a cuerpo contra Abascal y líderes territoriales del PP creen que es una fórmula errónea

Todo empezó hace justo una semana. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, reunió a su cúpula, barones autonómicos y miles de manifestantes en la concentración convocada contra la ley de amnistía y el proyecto del Gobierno en la madrileña Puerta de Alcalá. No fue todo lo multitudinaria que los populares esperaban, pero, en cómputo global, fue un buen acto para recuperar foco mediático tras la semana del ‘terremoto Milei’.

Desde el epicentro de la capital, los líderes del PP fueron abandonando posiciones para volver a sus respectivos territorios. Esa misma tarde –en una de las comunidades autónomas donde los populares gobiernan en coalición con VOX, en Valencia- se encontraba Santiago Abascal, que no dudó en valorar la concentración de sus socios de gobierno: “Lo que tenía que hacer el señor Feijóo con la amnistía es menos romerías y más conflictos institucionales desde el Senado, donde no se tenía que haber tramitado”, afirmó.

Esas palabras fueron interpretadas en la dirección nacional del PP como un “desprecio”. Fuentes de la cúpula creen que “Abascal no debería mofarse de un acto que acaba con el himno de España y en el que seguramente han estado presentes votantes de VOX”. Lo cierto es que en las palabras de Abascal quizá existiera cierta envidia y enojo porque en los últimos meses el PP ha conseguido ‘hacerse con la calle’. En varias ocasiones VOX ha pedido acciones y movilizaciones coordinadas a los populares sin éxito y respuesta prácticamente nula por parte de Génova 13.

Con envidia o sin ella, las palabras de Abascal escocieron. A la mañana siguiente Feijóo tenía una entrevista radiofónica a primera hora y durante la conversación el líder del PP quiso volver a diferenciar a la primera ministra italiana, Georgia Meloni, del resto de “ultras” europeos y aprovechó ese momento para lanzar un dardo a VOX: “No debemos pactar con la extrema derecha en Europa. La señora Meloni es proeuropeista y, por lo que escuchamos, algunos dirigentes de VOX no lo son”, dijo, cuestionando así el europeísmo de VOX y su posición en materia migratoria.

El líder del PP no se quedó ahí y esa misma tarde, esta vez en un mitin, siguió con los reproches: “Me llama la atención el menosprecio de VOX, porque de los miles y miles que estábamos ayer muchos eran simpatizantes de VOX y estaban con nosotros. Allá ellos y su responsabilidad si su campaña es descalificarnos. Ellos sabrán si su campaña es facilitar las cosas al PSOE o defender a España”, concluía Feijóo.

Feijóo se salta su propia estrategia de “ignorar” a VOX

La realidad es que en el marco de las campañas electorales suele haber siempre un par de días donde PP y VOX escenifican un “enganchón” mayor. Es pura estrategia que vemos durante los días previos a cada comicio, pero lo cierto es que estamos acostumbrados a que Feijóo no entre en el cuerpo a cuerpo. De hecho, esa era la estrategia definida de Génova: Obviar a VOX. No está siendo así.

Bien sea por los sondeos electorales, que detectan el aguante de la extrema derecha, o por simple torpeza, Feijóo se ha saltado su propia estrategia de eludir a los de Abascal regalándole una preciada atención.

En este sentido, líderes territoriales del PP creen que es “un error” entrar al trapo contra VOX: “No se tiene que entrar cara a cara con ellos porque eso les hace más visibles. Les regalas foco mediático”, reflexiona un presidente autonómico. “Hay que ignorarlos y hacer nuestra campaña. Ellos se crecen ante los ataques”, piensa otro miembro del partido. Feijóo ha hecho lo contrario en la última semana.

La fundación de Aznar sube el tono contra VOX

No solo han entrado al trapo desde la sede nacional. A la escalada contra Abascal se sumó un comunicado de FAES (la fundación que dirige el expresidente José María Aznar) asegurando que VOX es el “seguro de vida del sanchismo”. Un escrito durísimo en el que FAES señala que el partido de Abascal “dice querer ser parte de la alternativa que VOX contribuye a sabotear”. Por eso, entiende que “al final, queda más que acreditado que VOX y Sánchez se retroalimentan actuando como polos complementarios”. El candidato de VOX a las elecciones europeas, Jorge Buxadé, restaba valor al comunicado: “FAES puede hacer enciclopedias, pero no es referencia política ya”, sentenció el hombre de confianza de Abascal.

El sector duro del PP ha continuado en esa línea durante los últimos días. La diputada Cayetana Álvarez de Toledo atacaba a la formación de Abascal desde el hemiciclo del Congreso de los Diputados: “La agenda 2030 de VOX es que siga Sánchez en Moncloa. VOX está de romería electoralista contra el PP”, expresaba la portavoz adjunta recuperando la palabra “romería”, la misma que empleó Abascal para calificar la concentración popular en la Puerta de Alcalá.

Primer aniversario de los pactos autonómicos con VOX

Esta guerra cruzada ha coincidido casualmente con la celebración del primer aniversario de las elecciones municipales y autonómicas de las que salieron cinco gobiernos de coalición entre PP y VOX. ‘El efecto dominó’ de unos pactos que fueron formándose uno tras otro el pasado verano.

Y precisamente sobre esos acuerdos, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha defendido que está muy orgulloso de todo el Consell “no solo de los consellers del PP, de todo el Consell”. “Solemos estar absolutamente de acuerdo siempre, luego hay matices. Me siento muy orgulloso de haber puesto en marcha cambios, si alguno se avergüenza, es su problema”, argumentaba. Mazón fue el primer popular que pactó tras las elecciones de mayo del 2023 y en VOX suelen ponerle como ejemplo de “socio fiel”.

A Feijóo le gustaría que VOX no existiera. Pero existe. Hay un sector del partido que lo tiene meridiano: “Tienen un suelo que no va a desaparecer, unos 20 escaños”, piensan líderes del PP. Quizá Feijóo debería dejar de hablar de los votantes de VOX como si fueran suyos, algo que irrita a los de Abascal. Hay muchos votantes de VOX que antes de volver a votar al PP se irían a la abstención. “No tienen que volver a ‘la casa común’ de nadie”, dicen desde la sede de la calle Bambú. Y cuanto antes comprenda el líder del PP esto antes podrá acertar en su estrategia. Lleva dos años en Madrid y Feijóo aún no sabe qué tipo de relación quiere tener con VOX.